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Latinoamérica

5 de enero del 2004

Cumbre de las Américas en Monterrey

Pedro Echeverría V.
Rebelión

El 12 y 13 de enero se reunirán en la ciudad de Monterrey, México, la Cumbre Extraordinaria de las Américas. Reunirá a presidentes y primeros ministros de 34 países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la notable excepción de Cuba. El objetivo de los EEUU, en particular de los poderosos grupos financieros internacionales que funcionan en estos tiempos bajo la batuta del presidente Bush, es que los países americanos aprueben o convaliden con su presencia las medidas económicas y la política intervensionista norteamericana.

Los principales puntos que se presentarán en la reunión son: 1. Crecimiento económico con equidad; 2. Financiamiento para el desarrollo; 3. Migración; 4. Desarrollo social y 5. Gobernabilidad democrática. Sin embargo, lo que realmente conformará el eje de la asamblea cumbre será la imposición del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) La firma de ese acuerdo o, por lo menos el aseguramiento de compromisos de los diferentes gobiernos con el ALCA, significa para Bush garantizar su reelección, así como redimensionar la presencia imperialista de los EEUU en el mundo.

La OEA nació en 1948 en Colombia, así como la ONU nació tres años antes en EEUU. Desde su nacimiento esos organismos han estado al servicio y bajo la vigilancia de los intereses norteamericanos; basta decir que la primera tiene su sede en Washington mientras la segunda la tiene en Nueva York. La OEA convalidó aquella conocida "Doctrina Monroe" que a principios del siglo XIX estableció "no permitir ingerencias europeas en el continente americano", es decir, "América para los americanos". ¿No se recuerda acaso que Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 porque "su doctrina era incompatible a América"?

La "Cumbre de las Américas" fue organizada por los yanquis precisamente en Miami en 1994. El discurso fue el mismo: "para fortalecer la democracia en América y garantizar su durabilidad". Con ese pretexto los EEUU se han sentido con el derecho de decidir -obviamente a partir de sus propios intereses- qué país es democrático y cuál no lo es; en qué países no hay libertades y en cuáles hay dictaduras; en qué países la prensa y los demás medios son respetados y en cuáles se les impide funcionar. ¿No está claro acaso con el ejemplo de Cuba, de Venezuela o de México lo que es democracia y libertad yanqui?

Después de aquella primera "Cumbre" de presidentes americanos, se organizó la segunda en Chile (1998) y la tercera en Québec (2001), así como varias reuniones especiales, tal como la que se celebrará en Monterrey en los próximos días. En cada una de ellas se abordan problemas cruciales con el fin de evitar estallidos que podrían poner en peligro al sistema de explotación y dominación mundial, aunque ellos hablan de que "se pone en peligro la democracia y la libertad". Sin embargo los resolutivos de esas "Cumbres" siempre llevan a mayor dependencia y sumisión hacia los norteamericanos.

Antes de cada "Cumbre" de presidentes, de instituciones mundiales, de los siete países más ricos, o de multimillonarios más poderosos -como suele suceder en todas las reuniones internacionales de los últimos cuatro años, es decir, a partir de que surgieron las grandes protestas de los "globalifóbicos", globalicríticos o altermundistas- los organizadores suelen "invitar" a la sociedad civil o a los Organismos No Gubernamentales (ONG) a reunirse para presentar propuestas por escrito y así evitar las protestas en las calles. La realidad es que los que asisten son escogidos o comprometidos con el poder.

Hace un año llevamos nuestra protesta a Monterrey, precisamente a aquella reunión en la que Fox recibió sumiso a Bush después que "arregló" el retiro de Fidel Castro de la misma. ("comes y te vas") A aquella reunión llegaron varios miles de personas, esencialmente jóvenes, que buscaron romper los gruesos retenes de fuerzas militares que rodearon la antigua Fundidora ubicada a unos cinco kilómetros del centro de la ciudad. No pudimos romper el poderoso cerco instalado con más de diez mil militares, pero sí pudimos paralizar el centro de Monterrey con nuestras manifestaciones y protestas.

La movilización de los mexicanos es fundamental, sobre todo en estos momentos en que el proceso de privatización y entrega de nuestros recursos energéticos a los capitales yanquis daña más que nunca nuestra economía y soberanía. Esta nueva batalla de protesta en Monterrey contra la presencia de Bush y demás presidentes lacayos de América, puede frenar la voracidad de los poderosos intereses empresariales que están tras el ALCA. ¿Te has dado cuenta que el gobierno yanqui interviene donde le da la gana? Hoy el aeropuerto de la ciudad de México fue tomado por militares yanquis mientras Fox se inclina de manera servil. Lo mismo pasa en Argentina, Colombia, Venezuela, ante la protesta de los pueblos.