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Latinoamérica

15 de enero del 2004

La segunda fase del Plan Colombia se inició en Quito

El retrete

Kintto Lucas
Quincenario Tintají / Quito

La captura en Quito de Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad, integrante de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), es la primera actuación combinada de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Ecuador y Colombia contra la guerrilla colombiana, abre la segunda fase del Plan Colombia e involucra directamente al gobierno ecuatoriano en el conflicto que vive desde hace cuarenta años el país norteño.

Las contradicciones en cuanto al operativo entre el Ministro de Gobierno de Ecuador, Raúl Baca, y el Ministro de Defensa colombiano, Jorge Alberto Uribe, y la forma en que se llevó a cabo indica que hubo coordinación de las fuerzas represivas, afirmó un oficial de las fuerzas armadas ecuatorianas que prefirió mantener el anonimato.

Esta coordinación nos introduce en la segunda fase del Plan Colombia y abre una nueva instancia en lo que respecta a la participación de Ecuador, que hasta el momento se había mantenido neutral ante el conflicto colombiano, indicó la misma fuente.

Jorge Alberto Uribe declaró en primera instancia que la captura del guerrillero contó con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, confirmando la participación de fuerzas de los tres países. "Este es el resultado de una acción ejemplar de nuestras fuerzas del orden, Policía y Ejército en este caso, y con el apoyo vital del alto gobierno y de la Policía de Ecuador, así como del gobierno norteamericano", dijo el ministro.

Raúl Baca, en cambio, negó que haya habido una operación conjunta entre la policía colombiana y la ecuatoriana para la captura. "Esta acción fue cumplida por la Policía Nacional como un acto absolutamente normal de control (migratorio) en la ciudad de Quito. El ciudadano colombiano (Palmera) fue conducido a la intendencia de policía por no haberse encontrado la documentación que le permitiera quedarse en la ciudad de Quito en condiciones normales", afirmó Baca.

La regionalización

La segunda fase del Plan Colombia que se inició con este operativo corresponde a la regionalización de la guerra civil colombiana. Esta fase se caracteriza por la entrada en vigencia de la coordinación operativa entre los servicios de inteligencia y las fuerzas militares y/o policiales de varios países cuyos gobiernos presionados por Estados Unidos estén dispuestos a involucrarse en el conflicto.

A eso se suma la entrada en combate en el Putumayo, primero de tres batallones del ejército colombiano adiestrados por instructores militares estadounidenses dispuesto en el Plan Colombia, y luego de otros dos batallones similares, dispuesto en la Iniciativa Regional Andina. El objetivo de estos batallones es desalojar a las fuerzas de la FARC en la zona y empujarlas hacia Ecuador para que se golpeen con las fuerzas armadas ecuatorianas que deberían transformarse en una especie yunke.

Según la fuente militar mencionada antes, como hasta el momento, las fuerzas armadas ecuatorianas no aceptan involucrarse en el conflicto, desde los gobiernos de Estados Unidos y Colombia se presiona para involucrar a Ecuador a través de la policía, se fomenta un descrédito de las fuerzas armadas con denuncias como el supuesto tráfico de armas y se promociona la efectividad policial en el combate al narcotráfico Más allá de la captura de Trinidad, ¿se involucrará la policía en combates directos en la frontera? ¿Asumirá el papel del ejército ya que este no quiere involucrarse? ¿Logrará Baca frenar la entrada de Ecuador en la segunda fase del Plan Colombia?

Las casualidades

En todo caso, la captura de Trinidad parece evidenciar que la visita de hace un mes a Ecuador de Otto Reich, sirvió para que el gobierno ecuatoriano se fortalezca internamente y asuma definitivamente una posición clara de apoyo a las pretensiones geopolíticas de Estados Unidos en la región.

Otto Reich, asesor del presidente estadounidense George W. Bush para América

Latina, llegó a Ecuador a comienzo de diciembre en un momento de especial debilidad del gobierno del presidente Lucio Gutiérrez, jaqueado por la denuncia de haber financiado parte de la campaña electoral con dinero del narcotráfico, tras la detención del presunto narcotraficante César Fernández quien apoyó su campaña.

Casualmente, esa denuncia surgió luego de que Gutiérrez se distanciara de Uribe tras el episodio de las armas y de que el Congreso dejara sin efecto el acuerdo para instalar supuestos centros de acopio que intentaba realizar la cancillería ecuatoriana con el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos. Casualmente jugaron un papel importante en esa denuncia la DEA norteamericana y la policía nacional. Casualmente, tras la denuncia y el debilitamiento de Gutiérrez llegó a Ecuador el inefable Reich, un personaje acostumbrado a orquestar conspiraciones antidemocráticas en diversos países de América Latina. Para muestra dos botones: vale recordar su papel en el acoso estadounidense a la población de Nicaragua y al gobierno sandinista, en la década del 80, y su involucramiento en el golpe de estado contra el presidente de Venezuela Hugo Chávez en abril de 2002.

Reich se reunió con Gutiérrez, con las Cámaras empresariales de Guayaquil y con representantes de sectores políticos de derecha. Con temor por el curso que podría tomar la política ecuatoriana en los próximos meses y que en medio de una crisis social se le vaya la situación de las manos a Estados Unidos, decidió apuntalar el gobierno de Gutiérrez.

Como última casualidad, un mes después de la visita se dio la captura de Trinidad en Ecuador, cuando según se difundió lo venían siguiendo hace seis meses y podrían haberlo capturado en Colombia. ¿Cuáles serán las próximas casualidades que nos tienen reservadas los servicios de inteligencia estadounidenses en conjunto con las fuerzas armadas colombianas y la policía ecuatoriana? La cooperación

Tras la detención del guerrillero, la directora de Asuntos Públicos de la Embajada de los Estados Unidos en el Ecuador, Marty Estell, también contradijo a Baca y aseguró que el operativo que permitió la deportación de Trinidad es "un ejemplo de cooperación entre la policía de Ecuador y de Colombia, una operación conjunta que resultó perfectamente".

Estell dijo que su gobierno felicita al general Jorge Poveda, Comandante de la Policía de Ecuador, y a su equipo por "su éxito en esta operación que consideramos es un éxito en la campaña contra el terrorismo regional y un ejemplo de lo que los países pueden hacer para promover la estabilidad regional".

El propio presidente de Colombia, Álvaro Uribe, felicitó a la fuerza pública de su país y de Ecuador; y celebró la cooperación del mandatario ecuatoriano, coronel Lucio Gutiérrez, en la captura. "Este operativo da toda la confianza a los colombianos de bien", dijo el presidente, quien también agradeció al pueblo ecuatoriano. El presidente ecuatoriano, por su parte, afirmó a la emisora RCN Radio de Colombia que la captura de Simón Trinidad ayuda a mantener la seguridad y las relaciones bilaterales. Gutiérrez aseguró que "esto ayuda a mejorar la seguridad entre nuestros países y ojalá sea un ingrediente más para que nuestros pueblos entiendan que el único camino que se tiene que seguir es el del diálogo, la paz".

En febrero de 2003, durante su viaje a Washington para reunirse con Bush, Lucio Gutiérrez dijo que quería ser ''el mejor aliado de Estados Unidos'' e instó a los gobiernos latinoamericanos a apoyar al gobierno de Alvaro Uribe.

Gutiérrez contradecía así sus declaraciones previas a la campaña presidencial, en las que hablaba del ''neocolonialismo norteamericano'' como uno de los grandes problemas que debía enfrentar Ecuador y América Latina. El operativo conjunto para capturar a Trinidad parece confirmar la actual cercanía del mandatario ecuatoriano con Washington. La segunda fase del Plan Colombia se inició en Quito, por lo tanto se abrió la tapa del retrete.