VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica


25 de enero del 2004

La Central Obrera Boliviana, integrada por 60 sindicatos, convoca huelga general en todo el país para dentro de veinte días

Econoticiasbolivia.com

La tregua ha llegado a su fin. Un ampliado nacional de la Central Obrera Boliviana (COB) instruyó ayer a todos los sindicatos y organizaciones populares del país iniciar una huelga general indefinida dentro de 20 días, si es que el gobierno neoliberal de Carlos Mesa no atiende las demandas sociolaborales y, por el contrario, lanza medidas económicas contrarias al pueblo.

Tras nueve horas de deliberaciones, las más de 60 organizaciones sindicales que asistieron a la reunión de Cochabamba declararon la guerra al modelo económico de libre mercado, que genera más injusticia social, pobreza y crisis.

La principal conclusión del ampliado cobista señala: "Declarar estado de emergencia general en todo el país, establecer y preparar el paro indefinido con movilizaciones (a realizarse dentro de 20 días), planificar las bases para definir la estrategia de las medidas de presión contra el Gobierno y constituir un frente político de lucha contra el Gobierno".

"El gobierno de Carlos Mesa no es más que el continuismo del Presidente (Gonzalo Sánchez de Lozada) que salió en octubre pasado, manteniendo vía Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional la misma metodología. El nuevo Gobierno debería evitar el sufrimiento de los bolivianos", dijo el minero Jaime Solares, máximo dirigente de la COB.

Entre las medidas anunciadas también está el bloqueo nacional de caminos, que se llevaría adelante en coordinación con los dirigentes campesinos, como el "Mallku" Felipe Quispe.

El ampliado determinó asimismo exigir la refundación bajo control obrero de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), las otrora más grandes empresas públicas del país en los rubros minero y petrolero.

CRÍTICAS A MESA

A lo largo de toda la reunión las críticas fueron muy duras contra el presidente Mesa, que asumió el cargo el pasado 17 de octubre con el compromiso de cumplir una serie de demandas laborales, tras que Sánchez de Lozada fuera derrocado por la insurgencia popular.

"Las determinaciones del ampliado responden al incumplimiento del gobierno y a su negativa para atender el pliego petitorio de los trabajadores, presentado el año pasado", dijo Solares al rechazar el ofrecimiento gubernamental de un aumento salarial del 3 por ciento.

"Hay zánganos que ganan 30 mil, 50 mil bolivianos al mes y que están sentados en el Parlamento, cuando nosotros y aquellos compañeros que nos ganamos el pan del día con nuestro trabajo, apenas percibimos mil bolivianos e incluso menos", agregó al demandar que el salario mínimo aumente de 440 bolivianos (55 dólares) a 3.000 bolivianos (380 dólares).

El ampliado laboral condenó también la intención gubernamental de imponer nuevas cargas económicas sobre el pueblo. "Quieren lanzar un gasolinazo, un impuestazo sobre el salario para mantener los privilegios de los gobernantes corruptos", dijo uno de los representantes fabriles.

PARLAMENTO EN LA MIRA

Además del enjuiciamiento del presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Juan Antonio Morales, por facilitar la entrega de dinero a quienes perpetraron la masacre de octubre, la COB apuntó las baterías contra el Parlamento.

"Los nuevos movimientos sociales apuntarán al cierre del Parlamento nacional por la falta de un trabajo más efectivo a favor de los bolivianos (...) El pueblo está cansado de la intransigencia de los diputados y senadores, quienes no quieren saber nada de reducir sus dietas", dijo Solares al denunciar que los parlamentarios han incrementado desde enero sus ingresos en casi mil dólares.

"La población boliviana pide el cierre del Parlamento, y a la COB no le queda otra respuesta que hacer cumplir con esta determinación", añadió.

RETO A EVO

El cierre del Parlamento fue rechazado, sin embargo, por el Movimiento Al Socialismo (MAS) del cocalero Evo Morales. El senador del MAS, Filemón Escobar, dijo en la reunión que era necesario preservar el Congreso, la vía electoral y el gobierno de Mesa para no dar paso a un posible golpe militar, que "sólo favorecería a la Casa Blanca y a Sánchez de Lozada". La participación del senador fue cerrada con silbatinas e insultos.

Hubieron muchas críticas contra el accionar del MAS y fue el propio ejecutivo de la COB el que conminó a Evo Morales a que defina, de una vez, "si está con el pueblo o si está con el gobierno de Mesa".

Morales, al igual que el dirigente campesino Felipe Quispe, había sido invitado a participar del ampliado de la COB, pero no asistió. En la reunión de Cochabamba se dejó establecido que la unidad de los sectores sociales y laborales era fundamental para alcanzar resultados positivos en la lucha social, por lo que se determinó "constituir un frente político que tenga base en la COB y en el pensamiento revolucionario de los trabajadores".