Internacional
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Biografía de un halcón
Dick Cheney, el vicepresidente de Bush
Manuel Freytas
Participó de todos los negocios y operaciones imperialistas de las últimas dos décadas. Desde el Irangate, la invasión a Panamá, la primera Guerra del Golfo, hasta la invasión y ocupación militar de Irak donde jugó un rol principal. Junto con Donald Rumsfeld y Condoleezza Rice, conforman el "terceto estratégico" de los halcones petroleros de la Casa Blanca
En el entorno de George W. Bush, 41er. presidente de los Estados Unidos, hay
un señor de rostro afable y con aspecto de "abuelo bueno", de esos que
llevan a sus nietos al zoológico o al parque de diversiones.
Su misión como vicepresidente de EEUU: invadir países, expandir las ganancias
del consorcio petrolero Halliburton y cuidar las espaldas del
Presidente Bush, por encargo de su padre George, el jefe indiscutido de la
dinastía en el poder.
Se trata de Richard Bruce Cheney, nacido en Lincoln, Nebraska, hace 64
años. Su historial médico revela que ha sufrido cuatro ataques cardíacos -el más
reciente en el 2000- y en 1988 fue sometido a una cirugía en la que le colocaron
cuatro by-pass.
De este hombre de rostro apacible y mirada serena se dice, entre otras cosas,
que es la "voz de Papá Bush" dentro del gabinete presidencial, y el único
(junto con Condoleezza Rice) que puede ingresar a la oficina de W. sin tocar la
puerta.
Junto con Donald Rumsfeld y Condoleezza Rice, conforman el
"terceto estratégico" de los halcones petroleros de la Casa Blanca, y de su
mano ingresaron a la administración Bush los más destacados integrantes del
llamado lobby judío como el segundo del departamento de Defensa, Paul
Wolfowitz, Douglas Feith, número tres en el Pentágono, Elliott
Abrams, a cargo de la política de Medio Oriente en el Consejo Nacional de
Seguridad, y Lewis "Scooter" Libby, que se desempeña como su jefe de
gabinete.
Asesorado en las sombras por su socio y amigo el ex presidente George Bush
(padre de W.), se valió de esa circunstancia para colocar en la primera línea de
la administración republicana a los más reputados intelectuales y tecnócratas
que hoy diseñan la política militar de EEUU .
El grupo de funcionarios del lobby se apoderó de la administración Bush hijo por
medio de Cheney (quien se maneja como una especie de tutor político de W.)
cuándo éste estaba a cargo de la transición presidencial (el período entre la
elección en noviembre y el acceso al poder en enero).
Desde ese espacio clave empezaron a construir las nuevas coordenadas de
la política exterior del Imperio y diseñaron la nueva estrategia colonizadora
del Estado norteamericano: las guerras preventivas contra el "eje del
mal", plasmadas en el papel por la halcona negra Condoleezza Rice.
El jefe de los "blandos", o las "palomas", de la Casa Blanca, el Secretario de
Estado Colin Powell -otro funcionario de la más íntima confiianza de la
familia Bush- fue rodeado por la red derechista "dura" de Cheney, integrada en
sus primeras líneas por Wolfowitz, Perle, Feith, Bolton y Libby.
El lobby se aprovechó -se dice que con conocimiento de su padre y del propio
Cheney- de la ignorancia e inexperiencia del fanático cristiano de derecha,
George W. Bush, cuyo acceso a la Casa Blanca marcó el regreso de la banda de
los halcones petroleros a las riendas del poder en Washington.