Internacional
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Bush autorizó expresamente los métodos inhumanos de interrogatorio en Irak, según un documento interno del FBI
Eduardo González
Rebelión
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, autorizó expresamente,
mediante una Orden Ejecutiva, el uso de métodos inhumanos de interrogatorio
contra los prisioneros de Irak, según revela un documento interno de la Policía
Federal estadounidense (FBI) reproducido ayer en la página de Internet de la
Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), una
asociación que cuenta con 400.000 afiliados y simpatizantes en todo el país.
El documento fue facilitado por el propio Gobierno a la ACLU y a otras
organizaciones de Derechos Humanos, en respuesta a las acciones legales
emprendidas por estas asociaciones contra el Ejecutivo, al que acusan de haber
incumplido la Ley sobre Libertad de Información.
Un correo electrónico de dos páginas del FBI, fechado el 19 de mayo de 2004,
hace referencia a "una Orden Ejecutiva firmada por el presidente Bush" por la
cual se autoriza, directamente, el uso de ciertas técnicas de interrogatorio,
como la privación de sueño, las posiciones incómodas, las amenazas con perros
entrenados por los militares y la "privación sensorial a través del uso de
capuchas".
Desde "mi llegada a Irak, hemos tenido mucho cuidado en instruir a nuestro
personal para que sólo utilice técnicas de interrogatorio ajustadas a la norma",
señala en el correo un alto responsable del FBI cuyo nombre está tachado.
"También hemos ordenado a nuestro personal que no participe en interrogatorios
efectuados por personal militar que puedan incluir técnicas autorizadas por la
Orden Ejecutiva pero que se extralimiten de las prácticas normales del FBI",
añade.
"Ejemplos" de esas "técnicas autorizadas por la Orden Ejecutiva", se lee en el
segundo párrafo del correo, son "la música alta, los gritos de los
interrogadores a los prisioneros, las capuchas en las cabezas de los
prisioneros, etcétera". "Aunque nuestro personal no ha participado en estos
interrogatorios, sí oyó o vio indicios de que éstos se produjeron", asegura el
mensaje.
La ACLU ha urgido a la Casa Blanca para que confirme o deniegue la existencia de
este documento, que se une a otros informes recientes que han tirado por tierra
las afirmaciones del Ejército estadounidense según las cuales los malos tratos
se han limitado a unos pocos casos y no formaban parte de una política
deliberada.
Según el director ejecutivo de ACLU, Antonio D. Romero, "los altos
representantes del Gobierno no pueden seguir ocultándose del escrutinio público
señalando con el dedo a unos soldados de baja graduación". La ACLU, fundada en
1920, se persona cada año ante los tribunales de todo el país en aproximadamente
6.000 casos relacionados con libertades civiles.
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