Internacional
|
El incidente, divulgado por parientes de los militares; el
Pentágono lo confirma
Rebelión de soldados estadunidenses en Irak por falta de equipo protector
Autoridades castrenses admiten que los insubordinados tuvieron "preocupaciones válidas"
Jim Cason y David Brooks
La Jornada
Diecinueve integrantes de un batallón de transporte del ejército de Estados
Unidos se convirtieron en el primer caso conocido de soldados en Irak en negarse
a cumplir órdenes de sus comandantes por la deteriorada situación de seguridad y
falta de equipo adecuado para proteger a las tropas, lo cual podría convertirse
en una pesadilla política para la Casa Blanca en esta coyuntura electoral.
El incidente en sí es hasta ahora un acto limitado a unos cuantos militares, y
no hay indicios de que sea el comienzo de una tendencia más amplia entre los
soldados estadunidenses en ese país.
Pero, a la vez, podría convertirse en un problema mayor no en Irak, sino en
Estados Unidos, para el presidente George W. Bush, ya que reforzaría las
acusaciones del candidato presidencial demócrata, John Kerry, quien ha reiterado
que la situación militar en el país petrolero está empeorando y que las fuerzas
militares estadunidenses no cuentan con suficiente equipo y apoyo para su
seguridad.
El incidente, que el Pentágono confirmó, resultó en el arresto de los soldados
por desobedecer órdenes directas, es otra ilustración viva del deterioro de la
situación de seguridad en Irak y prueba que funcionarios del gobierno de Bush no
han brindado suficiente equipo de protección para las tropas estadunidenses. El
Pentágono aceptó que sí hubo "problemas de equipo" en el hecho.
El caso se dio a conocer en el país no por las tropas, sino por los familiares
de los militares, que informaron a un periódico local en Jackson, Mississippi,
que el miércoles pasado unos 19 soldados rehusaron cumplir órdenes de conducir
camiones transportando combustible a Taji, al norte de Bagdad.
"No tienen protección antibalas para los vehículos, y éstos no pueden ser
manejados a gran velocidad. Simplemente no es seguro estar en territorio
hostil", aseveró Patricia McCook, esposa del sargento Larry O. McCook, uno de
los soldados que rehusó cumplir con las órdenes para transportar el comestible.
Los soldados acusaron que varios de los camiones de combustible no habían
recibido buen mantenimiento, que el Ejército no contaba con suficientes
vehículos Humvee y helicópteros para apoyar y proteger el convoy y que el
combustible que estaban transportando se había contaminado y ya no se podía
usar.
Teresa Hill, en Alabama, cuya hija Amber McClenny se encuentra ahora detenida,
declaró al rotativo Mississippi Clarion Ledger que los camiones tenían
una velocidad pico de 40 millas por hora. "Sabían que había una posibilidad de
99 por ciento de que serían emboscados y que les dispararían", señaló Hill y
añadió que se lo había dicho su hija. "No tendrían manera de responder" a un
ataque.
El Pentágono confirmó al noticiero nacional de CBS News que los 19 soldados han
sido liberados y que tenían "algunas preocupaciones válidas". De hecho, ahora
esos militares podrían no ser acusados formalmente en el incidente.
Patricia McCook declaró a CBS News que "por ahora se están inspeccionando
técnicamente los vehículos y van a colocar blindaje antibalas en los vehículos".
Soldados estadunidneses en Irak se han quejado repetidamente por la falta de
blindaje adecuado para sus vehículos, y hay varios casos en que familiares han
usado su propio dinero para enviar chalecos antibalas y otra protección a
militaress en Irak, ya que el Pentágono no está proporcionando suficiente equipo
protector.
Como concluyó CBS News esta noche: "la pregunta preocupante permanece: ¿los
soldados en Irak estarán empezando a pensar que la misión no vale el riesgo?"