Emilio Rull Camacho.
Campaña Energía. Greenpeace
Revista Fusión

-Cuatro años de administración Bush. ¿Qué balance hacéis vosotros de su política medioambiental?
-Nefasta. Ha sido, y es, uno de los peores cánceres que ha sufrido la humanidad en cuanto a la gestión realizada ya que su único objetivo, convertido en obsesión, ha sido facilitar, e intentar garantizar, el predominio a nivel mundial de un sistema energético, y por lo tanto de la economía, basado en el control del petróleo por parte de las compañías petrolíferas estadounidenses en un momento de crecimiento de la globalización y aumento sustancial del uso del transporte con el consiguiente aumento del consumo de productos petrolíferos.
-¿Qué repercusiones tiene a nivel mundial su negativa reiterada a la firma del Tratado de Kyoto? ¿Qué supone para el planeta?
-A nivel mundial supone la no entrada en vigor de este Protocolo impidiendo que se convierta en ley internacional de obligatorio cumplimiento y sancionador, a menos que Rusia lo ratifique. De todas maneras, Europa se ha marcado como obligatorio el cumplimiento de Kyoto aunque no entrase en vigor. Para el planeta es un grave problema ya que actualmente Kyoto es el único mecanismo internacional para hacer frente al cambio climático y es absolutamente necesario conseguir reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los países industrializados acogidos bajo Kyoto, actualmente los mayores responsables de las emisiones por el modelo de desarrollo creado, para lanzar un mensaje claro y contundente sobre la necesidad de avanzar en ese camino de reducir la emisiones.

-Hace poco un grupo de científicos críticos denunció a la administración Bush de suprimir o deformar los análisis científicos de las agencias federales para hacerlos coincidir con la línea política del gobierno, especialmente en lo referente al cambio climático. ¿Qué realidad tratan de ocultar?
-El cambio climático está provocado por el uso de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas. La aplicación de cualquier tratado que tenga como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tiene como objetivo reducir el uso de esos combustibles que, además del cambio climático, provocan guerras como en Iraq y desastres naturales como el Prestige, y evidentemente, esto va en contra de los intereses económicos de las mayores corporaciones internacionales como Exxon-Esso, compañía vinculada a la administración Bush. El problema no es solamente la censura científica que ha intentado imponer sino el bloqueo sistemático a cualquier tipo de solución al cambio climático como es el Protocolo de Kyoto o el necesario desarrollo de las energías renovables; de hecho, Greenpeace descubrió durante la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible una carta escrita por el lobby petrolífero, encabezado por Exxon, instando a Bush a no participar en esta Cumbre y, además, bloquear cualquier acuerdo que se pudiera alcanzar sobre energías renovables. Lamentablemente, así discurrió esta Cumbre.
-¿Podéis hacer un balance del deterioro del planeta en estos últimos cuatro años?
-Es muy difícil cuantificar en un número cuál es el balance de estos últimos cuatro años por la cantidad de externalidades que no se están computando y que, sin embargo, se están produciendo. Por poner una cifra, se calcula que la sequía de Europa central del 2003 causó pérdidas económicas valoradas en cerca de 13.000 millones de euros y más de 20.000 vidas humanas. Hablamos de un solo evento localizado en un país industrializado con recursos financieros para hacer frente a esta situación. Esto no ocurre así en países en desarrollo.