Europa
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Realidad Chechena
"En Chechenia hay violaciones masivas de derechos humanos, existe constancia de muertes de muchas gentes sin que nuestros medios de comunicación se interesen por la cuestión."
Carlos Taibo
Revista Fusión
Suponiendo que los secuestradores de la escuela de Beslán (Osetia del Norte)
fuesen chechenos -el único mediador que entró en la escuela aseguró que las
personas que retenían a los rehenes no lo eran-, debemos hacer un repaso del
conflicto que viven en sus tierras a fin de conocer el origen de sus
injustificadas acciones terroristas. Pocos son los medios que mencionan que las
guerras independentistas chechenas vienen del tiempo de los zares y que Stalin
deportó 850.000 de ellos a Siberia. Las tropas rusas han asesinado 42.000 niños
chechenos en una guerra que se ha cobrado 100.000 muertos y 300.000 refugiados.
Y en todo ello el petróleo del Cáucaso y el control de los oleoductos juega un
papel fundamental. Carlos Taibo, Profesor de Ciencias Políticas de la UAM y
Director del Programa de Estudios Rusos, es nuestro interlocutor.
-Llama la atención el diferente tratamiento dado por el Kremlin a los
últimos acontecimientos ocurridos en Rusia que han provocado tantas víctimas: el
derribo de los dos aviones y el asalto a la escuela en Osetia del Norte. ¿Qué
hay detrás de cada uno de estos hechos? ¿Por qué las mentiras, las
desinformaciones y los vetos?
-Las autoridades rusas nos tienen acostumbrados a ofrecernos informaciones
interesadas de los hechos. Aún así, me parece que en las últimas semanas ha
habido cierto cambio en la estrategia mediática del Kremlin, que probablemente
se debe a que empieza a preocuparse de que la población se desmarque de las
visiones oficiales de los hechos. Quiero recordar por ejemplo que, frente a lo
que era su costumbre, las autoridades rusas tardaron mucho en reconocer que lo
de los aviones era un atentado. De la misma manera que han procurado esquivar la
versión de los chechenos cuando se trató de dar cuenta del asalto al colegio en
Osetia del Norte. Y esto, en mi interpretación, no es que obedezca a ningún
propósito de dar cuenta de la realidad, sino simplemente a edulcorarla de la
manera más inteligente, de modo que la población no comience a desmarcarse -como
probablemente debería- de las informaciones que llegan del Kremlin.
-"Nuestros medios de comunicación siguen siendo agentes de una delicada
distorsión informativa porque sólo hablan de Chechenia cuando se registra alguna
acción de terror de la resistencia local", has comentado. ¿Cuál es la
información que nunca llega al gran público sobre Chechenia? ¿Qué es lo que
interesa ocultar?
-En Chechenia hay desde 1999 una política de tierra quemada que despliega el
ejército ruso. Y no sólo eso. Hay violaciones masivas de derechos humanos,
existe constancia de muertes de muchas gentes sin que nuestros medios de
comunicación se interesen por la cuestión. Todo ello se desarrolla en un
escenario marcado por la impunidad más absoluta, por la ausencia de observadores
internacionales. Pero debo subrayar que si el problema de nuestros medios es que
sólo episódicamente se interesan por estas cosas, el problema de los medios
rusos es aún mayor. La ocultación de lo que está sucediendo en Chechenia en
virtud de un acatamiento dócil de las instrucciones del Kremlim o en virtud de
la censura de este último, es una explicación certera de por qué la población
respalda sin dudarlo las estrategias de Putin. Simplemente está ignorando cuál
es el contenido de fondo de las medidas que Putin está desplegando en Chechenia.
-¿Qué hace que una joven chechena de veinte años decida inmolarse?
-Pues una situación extrema en su país. Una cancelación completa de
cualquier horizonte vital razonablemente llevadero. Es la misma situación que
viven muchas jóvenes en la Cisjordania o en Gaza. Cuando no hay otra cosa que
llevarse encima que un horizonte cerrado pues se buscan soluciones como éstas. A
menudo se dice que esto es el producto del fanatismo religioso. Aunque fuera
así, tendríamos que repetir la pregunta: ¿por qué el fanatismo religioso
encuentra un caldo de cultivo tan adecuado en determinados países y en
determinados momentos? Porque en Chechenia hay 100.000 muertos y esto quiere
decir que en todas las familias hay problemas gravísimos vinculados con la
política de las autoridades rusas, o en su caso también con las acciones de la
guerrilla.
-Putin dice que pelea en Chechenia para implantar allí un régimen
democrático. Curiosamente Bush persigue el mismo objetivo en Iraq. ¿Quién
defiende a ambas poblaciones de estos "salvadores de pacotilla"? ¿Por qué Putin
sigue recibiendo el apoyo de la Comunidad Internacional a pesar de sus
"sangrientos métodos"?
-Empiezo por lo segundo: porque Putin es el dirigente de una gran potencia.
Pese a todo, con Rusia es preferible mantener buenas relaciones y flujos
comerciales abiertos. Así que ante esa apuesta, la defensa de los derechos
humanos pasa a un segundo plano que no es interesante para nuestros países.
¿Quién defiende a estas gentes? Pues hablando en propiedad, nadie. Una de las
claves del momento es que tienen que defenderse a sí mismas y esto probablemente
les arroje en brazos de grupos desbocados como los que nos ocupan
desgraciadamente estos días. Yo quiero recordar que la Chechenia independiente
hoy por hoy no ha sido reconocida por ningún Estado. Pero ya no sólo se trata de
eso, NU acepta de buen grado que se trata de un asunto interno de Rusia. Esto ha
hecho que mirara permanentemente hacia otro lado y que en Chechenia -a
diferencia de cualquier otro escenario de conflicto del planeta- no haya habido
en el lapso de paz que medió entre 1996 y 1999 ningún programa internacional de
reconstrucción. Creo que estas gentes están decididamente solas, incluso entre
nosotros. Por muy buenas intenciones que denuncie la opinión pública, son
minoría los que han decidido plantar cara al discurso dominante.
-¿Qué provecho sacará en esta ocasión Putin de todo lo acontecido?
-En el pasado lo que ha obtenido es una mayor promoción de su poder. Putin
no es explicable como dirigente político sin el conflicto de Chechenia, sin su
tratamiento por vía de la fuerza de los hechos de terror. Dudo sin embargo que
en este caso le vaya a resultar tan sencillo ante la opinión pública defender
esta tesis, pero creo que no hay ninguna posibilidad de que el escenario
checheno cambie si no lo hace la opinión pública rusa. Y yo entiendo que
incipientemente ese cambio se está empezando a verificar. Debo volver a subrayar
que en Rusia los medios de comunicación independientes hoy prácticamente brillan
por su ausencia, con lo cual la tarea para el ruso de a pie es bastante más
difícil todavía.