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El Gobierno del PSOE saca de la cárcel a Rodríguez Galindo
Gara
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha decidido que el ex
general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo continúe cumpliendo su
condena de 75 años en su domicilio de Madrid. Galindo fue condenado por el
«secuestro y asesinato» de Joxean Lasa y Joxi Zabala, que tuvieron lugar en
1983.
El ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, condenado a 75 años
de cárcel por el «secuestro y asesinato» de Joxean Lasa y Joxi Zabala,
abandonará la prisión de Ocaña-II (Toledo) en los próximos días por «problemas
de salud», según adelantó ayer la cadena Ser y confirmó posteriormente
Instituciones Penitenciarias. A media tarde, la emisora indicó que «la Dirección
General de Instituciones Penitenciarias ha ordenado el traslado a su domicilio
de Madrid, desde donde seguirá cumpliendo la condena bajo vigilancia policial».
El organismo responsable de su excarcelación «no considera necesarias medidas de
control telemático» ya que, por su «implicación» en la lucha contra ETA, «queda
sometido a protección personal permanente mediante escolta policial». El cambio
en el cumplimiento de la pena cuenta con el visto bueno de la Junta de
Tratamiento de Ocaña-II, aunque no significa la concesión del tercer grado.
Al antiguo responsable del cuartel de Intxaurrondo, de 65 años, se le aplicará
un artículo del reglamento penitenciario que prevé «situaciones especiales por
motivos de salud de los reclusos». El ex general «sólo podrá abandonar su casa
para acudir al médico o someterse a los tratamientos que se le impongan»,
matizaron Efe y Europa Press. Al parecer, los problemas de salud de Galindo son
de carácter coronario. En agosto pasado ya fue ingresado en un hospital de
Toledo para ser tratado de una arritmia cardiaca.
Sin cambio de grado
Al tiempo que anunciaba su excarcelación, Instituciones Penitenciarias volvía a
denegar a Galindo el cambio a tercer grado, cuya concesión hubiera supuesto que
tendría que pasar encerrado bien en casa, bien en la cárcel sólo cuatro noches
por semana. No es la primera vez que se solicita el tercer grado para el ex
general, siempre con respuesta negativa. La Junta de Tratamiento de Ocaña-II
había dado luz verde a la demanda presentada por su defensa, al considerar que
existen motivos como «el tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos
objeto de la condena Lasa y Zabala fueron secuestrados y ejecutados en 1983,
que ha satisfecho su responsabilidad civil, su proceso de resocialización
avanzado y su estado de salud». El ex general comenzó a cumplir su condena de 75
años el 9 de mayo de 2000 en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid).
El 14 de julio de 2003 ingresó en el centro ordinario de Ocaña, a donde fue
llevado tiempo después de que le fuera retirado su estatus de militar.
Previamente a la sentencia, estuvo en Alcalá de Henares de modo preventivo entre
el 23 de mayo y el 2 de agosto de 1996, y entre el 15 de setiembre de 1997 y el
26 de junio de 1998.
Las primeras reacciones no se hicieron esperar. La diputada del PNV Margarita
Uria recordó los «crímenes terribles» cometidos por Galindo y denunció la
desigualdad de trato respecto a otros presos. Aralar remitió una nota en
términos similares y comparó esta situación con la de Bautista Barandalla, que
sigue preso pese a su grave enfermendad. Recordó «la responsabilidad que el
PSOE, partido ahora en el poder, tuvo en la creación y desarrollo del GAL».
Gaspar Llamazares (IU) solicitó al Gobierno que estudie «a fondo» esta
«controvertida cuestión».