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Argentina: La lucha continúa

LA NOCHE DE LAS VELAS CORTAS DONADAS POR LA REVISTA GENTE

"Nosotros o ellos"

Federico Corbière
de la Redacción de ARGENPRESS.info

Fueron las palabras con las que el nuevo adalid de la justicia inició su discurso desde las escalinatas del Congreso de la Nación. Juan Carlos (no confundir con Onganía) aprovechó la popularidad de la llamada 'Cruzada Axel', originalmente ligada a propuestas en materia de políticas de seguridad, para proponer nuevas formas de gestión pública y la reforma de las instituciones del Estado.

Ayer por la noche, tras realizarse el encuentro multitudinario convocado por el ingeniero Blumberg, padre de un joven asesinado por una banda de secuestradores cinco meses atrás, y desde entonces autopostulado como vocero de la opinión pública, acusó la existencia de 'operaciones' políticas contra su persona, sin difundir en detalle los caracteres de esa teoría conspirativa.
Tales declaraciones fueron realizadas a un cronista televisivo de Canal 13 horas después de finalizar el acto que reunió, según datos oficiales no más de 35 mil personas, ó 180 mil de seguirse el conteo de los organizadores.
Las palabras de Blumberg apuntaron nuevamente contra quienes no acuerdan con su postura crítica, que desde un inicio apartó a otros padres y familiares de víctimas de la delincuencia o del 'gatillo fácil' policial, cuando éstos mostraron diferencias de posición.
Esta vez, también incluyó elípticamente como 'piedra en el camino' a sectores piqueteros que habrían cortado el paso de los manifestantes, y una llamativa interpelación a los responsables de las áreas de Derechos Humanos por no haber expresado su debido pésame frente al fatal destino de su hijo y a quienes acusó de defender sólo 'los derechos humanos de los delincuentes'.
Blumberg propuso la implementación de ciertas medidas, sugeridas por asesores de origen diverso y confuso, entre las que destacó la reducción de la edad de imputabilidad y el aumento de la punición del delito, la creación de una Oficina Federal de Investigaciones con cuerpos de elite al estilo del FBI norteamericano, brigadas antisecuestro y la implementación de juicios por jurados, como soluciones mágicas según las cuales se generarían cambios efectivos frente a los problemas de seguridad.
De paso, ya que estaba frente a un nutrido auditorio, retransmitido casi en cadena nacional por los informativos locales, pidió la pronta reforma política con la eliminación de las listas sábana y la implantación del voto electrónico, además de una normativa clara que regule el financiamiento de los partidos políticos.
Los señalamientos del empresario también criticaron la planificación presupuestaria asignada por el Ejecutivo Nacional y, curiosamente, sintetizan los reclamos de la oposición al gobierno de Néstor Kirchner: una administración 'transparente' como plantea el ex aliancismo residual de centro izquierda, representante en su momento de la clase media argentina, en la cual resalta como máxima expresión la ex diputada del ARI, Elisa Carrió; o la reducción de la injerencia burocrática del sistema presidencialista al que la centroderecha presenta como madre de todos los males, y que actualmente tiene como referente a los equipos de campaña de Ricardo López Murphy o los de Mauricio Macri.
Cabe destacar que las impugnaciones a quienes representan la custodia de los derechos humanos no están dirigidas sino al secretario en la materia, Eduardo Luis Duhalde, abogado y profesor universitario, que durante los años '70 representó las demandas del llamado Peronismo de Base y fue compañero de trayectoria del asesinado por los cuerpos libres de elite conocidos como Triple A en tiempos de José López Rega, diputado y titular de la Carrera de Historia, Rodolfo Ortega Peña.
Habrá que preguntarse entonces los motivos de tal pronunciamiento deliberado, si no se trata en realidad de recrudecer los antagonismos sociales bajo la retórica de la 'seguridad nacional', tal cual lo hicieran los militares durante la última dictadura.
Se entiende señor Blumberg y no hace falta que lo repita.
Lo que aún resulta poco clara es la metodología y efectividad concreta de su propuesta de eliminación de las lisas sábana. Si ésta se inspira en la del renunciado ex gobernador bonaerense, recientemente electo diputado nacional, Carlos Ruckauf, quien encontró una salida diplomática cuando ardía su provincia luego del intento fallido de importar las prácticas aplicadas por el alcalde de Nueva York, Rudolph Gulianni, conocidas como de 'tolerancia cero'. O si los juicios por jurado que quiere copiar del sistema penal norteamericano son los mismos que condenaron a la silla eléctrica por su origen judío a los esposos Julius y Ethel Rosemberg (acusados falsamente de espionaje), los jurados que liberaron de culpa y cargo a O. J. Simpson por el asesinato de su esposa, o la idoneidad de los ciudadanos racistas que enviaron a prisión al campeón de boxeo negro Rubin 'Huracán' Carter.
Quizás por falta de tiempo o hábitos de lectura, propios de su apretada agenda y extensa reflexión acerca de la necesidad del voto calificado, que diferencie el valor del sufragio 'según el grado de educación' como declaró días atrás al diario Clarín, no tenga posibilidades de interiorizarse en el tema. Pero puede alquilarse la película, ésa protagonizada por el actor Denzel Washington y dirigida por Norman Jewison, en 1999.
No está demás aclarar que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), histórica organización no gubernamental defensora de los Derechos Humanos, desmintió su falta de preocupación e interés por el caso Alex Blumberg. Según se explica en el recuadro de tapa del diario Página/12, el director del Programa de violencia institucional y seguridad ciudadana, el abogado Gustavo Palmieri, se reunió con el padre de la víctima y entregó una carta expresando su solidaridad.
Otro de los pedidos urgentes fue la implementación de un sistema que garantice la inviolabilidad de los DNI, proceso que esconde una larga historia de irregularidades jurídicas en la asignación licitatoria.
Por tales motivos, la gestión de Fernando de la Rúa suspendió el contrato con la firma seleccionada, la empresa de capitales alemanes Siemens S. A., en la que por supuesto no faltaron hombres vinculados al Opus Dei ya que se trataba de un gran negocio y, por ende, acceso a otro espacio de poder.
No escapa a la memoria que entre los especialistas en Derecho Administrativo que asesoraron a las partes interesadas, participó el ex funcionario de la dictadura y promotor del desguase del Estado durante la gestión del ministro menemista de Obras Públicas, Roberto Dromi, el capitán retirado Julio César Comadira, que actuó como consultor de Carlos Corach en las instancias evaluatorias que habrían privilegiado la situación del oferente Siemens cuando otra empresa en pugna, la Unión Transitoria de Empresas (UTE) tenía mayor puntaje, y que Simens S. A. absorbió, a último momento a Itron, una de las empresas rivales integrada a UTE, perteneciente a la familia Macri.
Queda claro que esas 'cosas' simples planteadas en tono ingenuo por Blumberg esconden un trasfondo ideológico político, probablemente quiera correr del camino en su intento reformista a los partidos políticos tradicionales para dar espacio electoral a hombres como él provenientes del mundo empresario, que detentan sólo ciertas preocupaciones de clase, desinteresadas de la exclusión social, o que funcionan como fusibles de la nueva derecha en sus tácticas de acceso al poder.
No dejan de ser falaces las opciones cancelatorias que implican que si las organizaciones de Derechos Humanos se ocupan de la problemática del sistema carcelario y de la calidad de vida de quienes delinquen, dejen de preocuparse por la condición de la ciudadanía honesta y trabajadora también desvelada por la integridad de sus congéneres frente al alto índice de delincuencia y violencia institucional.
Lo triste de esta situación es que las ambiciones personales de un hombre se escuden a modo de cruzada en la muerte de su propio hijo.