Argentina: La lucha continúa
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Negocios K
La relación de Kirchner y las petroletas
Marcelo García
Las petroleras tienen el privilegio de no ingresar a la plaza local el 70 por
ciento de los dólares de exportación. La presión para aumentar las naftas y el
gasoil forma parte del vínculo preferencial que mantienen las petroleras con el
Gobierno. Los capitales petroleros surgen como los mayores beneficiados de la
gestión del Gobierno. Esa relación privilegiada se reflejó en el reciente
aumento en el gas y la electricidad. Los magníficos dividendos obtenidos por las
petroleras van de la mano junto con el beneficio de no tener que liquidar en el
mercado interno el 70 por ciento de las exportaciones. El aumento en el precio
del Gas Natural Comprimido se convierte en uno de los pocos rubros faltantes
donde las compañías petroleras anhelaban una suba y la situación en el ámbito
hidrocarburífero desentona profundamente con los discursos altisonantes
esbozados por la administración Kirchner contra las privatizadas.
Los capitales petroleros surgen como los mayores beneficiados de la gestión del
Gobierno. El último dato que trasunta esa relación privilegiada entre Kirchner y
las petroleras es el reciente aumento en el gas y la electricidad. Se deben
sumar los magníficos dividendos obtenidos por las petroleras, que van de la mano
junto con el beneficio de no tener que liquidar en el mercado interno el 70 por
ciento de las exportaciones.
Por más que se diga que los incrementos no afectarán a los sectores de menores
recursos, nadie puede asegurar que los aumentos en el gas y la electricidad no
repercutirán en los consumidores. Las variaciones en los valores del gas en boca
de pozo eran uno de los reclamos más insistentes de las multinacionales del
sector, los que se escucharon nuevamente en el último viaje de Kirchner a
España. Tras reunirse con el titular de Repsol YPF, Alfonso Cortina, y con los
reyes de España, a una semana del regreso el Gobierno anunció esos incrementos
tarifarios.
El aumento en el precio del Gas Natural Comprimido se convierte en uno de los
pocos rubros faltantes donde las compañías petroleras anhelaban una suba. Luego
que se dispararan los valores en el 2002 de las naftas y el gasoil, muchos
transportistas (transportes livianos, fletes, taxis y remises) y automovilistas
particulares se volcaron al GNC, producto de su bajo costo.
La situación en el ámbito hidrocarburífero desentona profundamente con los
discursos altisonantes esbozados por la administración Kirchner contra las
privatizadas. Luego de haber planteado "revisiones" de contratos de las
prestatarias de los servicios públicos, de suspender la concesión del Correo
Argentino, en el petróleo y el gas nada ha realizado.
En realidad, Kirchner no hace más que mantener la concepción menemista de los
recursos naturales como bienes transables comercialmente y lejos está de
considerarlos bienes estratégicos para el Estado. Ni que hablar, más allá de los
coqueteos, de intentar avanzar en la creación de una compañía petrolera
latinoamericana (incluyendo, entre otros, a Venezuela, Brasil, Ecuador y la
Argentina) tal como lo planteó el presidente venezolano Hugo Chávez.
El integrante del Grupo Moreno, Gustavo Calleja, sostiene que la política de la
actual administración queda en evidencia con "el ingreso privilegiado al
despacho presidencial de los máximos ejecutivos de Repsol YPF y de Petrobrás. De
esa relación no es ajena la reciente firma del Decreto 456 que dispone la cesión
a las provincias de las áreas no explotadas, ni a las manifestaciones
presidenciales que, tergiversando claras disposiciones constitucionales e
invocando un falso y exacerbado federalismo, aboga por la sanción de una nueva
Ley de Hidrocarburos".
Para comprender parte de lo que hoy está aconteciendo con las compañías
petroleras extranjeras hay que retrotraerse hasta principios de la década del
'90, cuando el entonces gobernador de Santa Cruz (Néstor Kirchner) fue uno de
los grandes promotores del proceso privatista y se convirtió en una pieza clave
de la entrega de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). El 24 de septiembre de
1992, el Congreso sancionó la Ley 24.145 que desguazó la primera petrolera
estatal de América latina, pero para conseguirlo hizo falta la presencia de un
diputado nacional proveniente de la zona santacruceña.
Otro de los componentes que expone con contundencia quiénes son los grandes
beneficiados del actual modelo político-económico son las abultadas ganancias
que han obtenido desde la devaluación los sectores exportadores y, en
particular, las petroleras. Además, hay que sumarles los beneficios otorgados
por las administraciones de Duhalde y Kirchner para poder llevarse al exterior
el 70 por ciento de las exportaciones.
La administración Duhalde introdujo, en enero del 2002, las retenciones a las
exportaciones a través de la Ley 25.561 que gravó las exportaciones de
hidrocarburos y sus derivados. El especialista en temáticas petroleras y miembro
del Moreno, Félix Herrero, explicó que "si el dólar se mantuviera a 3 pesos y si
se quisiera hacer una retención similar a la de 1967, la retención actual a los
hidrocarburos debería haber alcanzado el 40 por ciento. Por ello es que varios
analistas consideraron que la retención establecida en la reglamentación de la
Ley de Emergencia resultaba exigua". Buena parte de los excelentes resultados
financieros obtenidos por las petroleras en los últimos años están relacionados
con las exportaciones, rubro donde la devaluación las ha favorecido de manera
más que notoria.