Argentina: La lucha continúa
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Irresponsabilidad fiscal en Argentina
"Forma parte de nuestra decisión cumplimentar con aquello que fue
mandato constitucional del ´94 y que lamentablemente hasta hoy no se ha
cumplido. Darnos una nueva ley de coparticipación federal no sólo implica nueva
distribución y nuevas responsabilidades sino el diseño de un nuevo modelo de
país."
Néstor Carlos Kirchner – Mensaje al asumir – 25-05-2003
"Para la Ley de Responsabilidad Fiscal no habrá "dispensa" que valga. Con esa
norma, el Fondo pretende que, por primera vez en la historia argentina, se fijen
estrictas pautas de superávit fiscal para los estados del interior, además de
establecerse límites al endeudamiento."
Maximiliano Montenegro – Economista – 12-06-2004
por Hugo Alberto de Pedro
El pasado 4 de agosto la Cámara de Diputados aprobó -antes ya lo había realizado
la de Senadores- la ley que crea el "Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal"
que se aplicará a partir del 1º de enero del 2005 y que no tiene una fecha
límite de aplicación. Es decir que la misma será "para siempre" o "hasta que se
le ocurra al presidente de turno".
Esta tremenda barbaridad económica y financiera, además de inconstitucional,
tuvo un trámite parlamentario tan veloz como veloz ha sido la fuga de capitales
en nuestra argentina, a saber:
14-06-2004 Ingresa al Senado el proyecto de ley del Poder Ejecutivo
Ingresa a la Comisión de Presupuesto y Hacienda
Dictamen favorable de la comisión
Incorporación al Orden del Día de la próxima sesión de la Cámara
07-07-2004 Aprobación del proyecto por parte de los senadores y pase a diputados
Dictamen favorable de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de diputados
Aprobación del proyecto por parte de los diputados y pase al Poder Ejecutivo
Una rara, aunque comprensible, alianza ha realizado el justicialismo al pactar
con la rancia y golpista derecha vernácula (cavallistas, ucedeístas, pattistas y
bussistas) para lograr los votos necesarios para aprobar la ley, a las que se
sumaron el bloque "transversal, nacional y popular" del ausente Miguel Bonasso,
parte del Frepaso y del bloque Fiscal.
En tan sólo 26 días hábiles se logró modificar sustancialmente la relación
financiera entre la Nación y las Provincias. Si esto no es un ejemplo de
eficiencia parlamentaria qué es entonces. Bueno, ya sabemos lo que es. Es
condicionamiento del los Organismos Internacionales de Crédito, mayor pago de la
deuda externa y más hambre para el pueblo argentino al cual se le impone, por
ejemplo, no poder crecer en sus gastos más de un 6% en el año 2005 con lo cual
no habrá mayores presupuestos para educación, salud ni aumentos a empleados
públicos nacionales, provinciales y municipales.
Es imprescindible manifestar que las decisiones del presidente y de los
ministros nos conducen a desconfiar de ellos en cada uno de sus actos y
palabras, ya que no escatiman en demostrarnos que se rigen bajo conceptos
feudales y autoritarios, aunque a simple vista parecen extorsivos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha convertido en el gendarme mundial
de las finanzas de los pueblos libres y en su derrotero no duda en ser el
abogado defensor de los intereses privados y extranacionales en cualquier país o
región.
La genuflexión ante el FMI es tan impresionante que la propuesta presidencial ha
sido aprobada sin modificación alguna a pesar que en la misma, de tan solo 37
artículos, se menciona en 7 oportunidades a los Organismos Internacionales
Multilaterales de Crédito. Deberían proponer, para no ser hipócritas,
reconsiderar en seguir festejando nuestra Independencia el día 9 de julio para
pasarla al 27 de julio en reconocimiento a la decisión de crear al FMI tomada en
el 1944 en Bretton Woods, o bien al 27 de diciembre que es la fecha de su
contrato constitutivo en el año 1945. También deberían proponer cambiar la
historia trasladándola de Tucumán (Argentina) a Hamsphire (EEUU).
De conformidad a ésta ley el Gobierno Nacional queda igualmente comprometido que
las provincias, aunque esto no será motivo de análisis ya que entendemos que el
Estado Nacional puede establecer para sí las reglas financieras y no imponerlas
a las provincias. Y esto más allá que la "democracia representativa" este llena
de diputados y senadores que representan a las provincias y que han votado dando
la espalda a sus comprovincianos, a los cuales como no hay que pedirles el voto
se los ignoró en sus opiniones al respecto.
La República Argentina es un país federal donde las provincias tienen su
autonomía financiera que a su vez es extensiva a los Municipios en relación con
ellas, poseen sus propias constituciones y conservan todo el poder no delegado
constitucionalmente al Gobierno Nacional. El Poder Ejecutivo ha chantajeado a
cinco provincias al condonarles deudas por 108 millones de pesos, es decir un
trueque de ley por dinero. Así funciona el capitalismo, y el "kapitalismo"
especialmente, ya que donde hay dinero no interesa la carta magna.
Quieren desconocer a los más elementales criterios, principios, prácticas y
teorías de las ciencias económicas, la macroeconomía en éste caso. Ellos
establecen que el crecimiento de la economía de un país está íntimamente ligado
al crecimiento de su gasto público; ya que sin éste último es imposible el
sostenimiento del mismo y por lo tanto no es sustentable en el tiempo. Tampoco
saben nada, mejor dicho no quieren saber, sobre el serio problema de desigualdad
en la población que genera el incremento del producto de la economía nacional si
se mantiene la actual y pésima distribución del ingreso. Por esta norma se verá
más afectado el futuro de los sectores excluidos.
Para que quede claro y que no nos mientan más: CADA PESO QUE SOBRE ES PARA PAGAR
LA DEUDA EXTERNA.
Al finalizar en el año 1989 el gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín las provincias
percibían el 45% de los ingresos nacionales, y en la actualidad participan de
algo más del 30% gracias a las "federales, republicanas y parlamentarias"
acciones realizadas por Carlos Saúl Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Alberto
Duhalde de creación de nuevos impuestos no coparticipables, incremento de las
retenciones y las políticas de presión y sometimiento que continúan con Néstor
Carlos Kirchner y éste nuevo ajuste que:
Establecerá el límite de endeudamiento de las provincias, la distribución de los
recursos nacionales, las políticas salariales e impositivas y variables
económicas como el producto bruto interno y tipo de cambio; obligando a las
provincias a informar todos los años la proyección del endeudamiento
internacional y el pago de los vencimientos.
No podrán las provincias presupuestar gastos públicos primarios (educación,
salud, justicia, seguridad, etc.) por montos superiores al incremento que
establezca el Gobierno Nacional para el producto bruto interno nacional y
deberán garantizar el pago de las deudas públicas provinciales, con el agravante
que una mayor cantidad de recursos los obliga a incrementar los pagos en lugar
de aumentar el gasto público que representa tan solo el 27% de la economía
nacional.
No podrá destinarse a incrementar el gasto primario la venta de los activos
fijos y el endeudamiento futuro, pero sí al pago a los acreedores externos; con
el agravante que las provincias no podrán aumentar gastos corrientes en
detrimento del pago de la deuda financiera. Sin embargo, ante una disminución de
los recursos deberán disminuir el gasto público.
Obliga a las provincias a equilibrar sus ingresos con los gastos y los pagos a
los organismos internacionales de crédito.
Establece que los servicios de la deuda externa se pagarán con el detrimento del
superávit primario, aún en los supuestos de implementar planes para la reducción
de deudas. Una muestra de la perversa legislación aprobada.
Establece como tope el 15% de los recursos propios de cada provincia -netos de
coparticipación municipal- para el pago de los servicios de deudas, y en caso de
no cumplirlo no podrán adquirir nuevos endeudamientos, no permitiéndoles hacer
uso del ahorro de gastos públicos de un año a otro.
Para más, se llega a establecer que hasta los Municipios deberán pedir
autorización de su endeudamiento al Gobierno Nacional, imponiéndose éste último
la obligación de no financiar a las provincias en caso de que se ponga en
peligro el pago a los Organismos de Crédito Internacionales (FMI, Banco Mundial
y Banco Interamericano de Desarrollo) y el esquema fiscal y financiero del
Gobierno Nacional.
Obliga a las provincias a que antes del 30 de noviembre de cada año presenten a
las respectivas legislaturas los proyectos de presupuestos anual y para el
trienio siguiente. Que suerte tendrán a partir de ahora los legisladores
santacruceños al poder conocer con la debida anticipación los presupuestos y no
tener que aprobarlos una vez que se estén ejecutando como se ha realizado
durante tantos años cuando Kirchner era gobernador.
Fija un régimen de sanciones que el Gobierno Nacional aplicará a las provincias
en la medida que no se ajusten a la ley sancionada como por ejemplo: no otorgar
beneficios impositivos a los particulares y a las empresas privadas, no recibir
avales y garantías, no autorizar endeudamientos nuevos y limitar la asistencia
financiera del Estado Nacional cualquiera sea la circunstancia que se le
presente a las provincias de necesitarla.
Establece que las provincias hagan aplicar esta ley en los Municipios. Acá
debemos recordar la forma en que Kirchner puso de rodillas a las comunas de
Santa Cruz durante doce años al manejar discrecionalmente la coparticipación y
los aportes del estado provincial, como asimismo procedió a realizar retenciones
de coparticipación y regalías cuando se le antojó. Claro ejemplo del hegemonismo
y autoritarismo que tan perversamente practican los feudales gobiernos
provinciales, los que ni siquiera tienen la autoridad moral de poder solicitar a
sus legisladores que no acepten que sea el Gobierno Nacional quien ahora lo haga
con sus propias provincias.
No creemos que sea lo último que se haga para satisfacer las imposiciones del
FMI. En el futuro modificarán la carta orgánica del Banco Central de la
República Argentina para que pueda adelantar fondos al Ministerio de Economía y
Producción para cumplir con los vencimientos de la deuda externa.
El gendarme financiero sonríe, y la sanción de la ley de "irresponsabilidad"
fiscal ha sido una trampa más de la clase política.
6 de agosto del 2004