Argentina: La lucha continúa
|
ANTE LA OFENSIVA MEDIATICA DE LA DERECHA
¿De que hablamos cuando hablamos de los piqueteros?
Gustavo Robles
"El que siembra injusticia cosecha piqueteros" rezaba hace un tiempo una inscripción en una pared debajo del Puente Pueyrredón, lugar emblemático si los hay para la lucha piquetera.
Hoy en día las clases dominantes a través de sus títeres de turno:
funcionarios, legisladores oficialistas y derechosos, gremialistas-empresarios
traidores a su clase; y, sobre todo, su herramienta fundamental de propaganda,
los medios de comunicación masiva (el 99% de los cuales pertenecen a
corporaciones que se ven beneficiadas con la política antipopular aplicada desde
hace décadas), llevan a cabo una asqueante ofensiva mediática contra los
piqueteros.
Los acusan de todos los males de los 'ciudadanos', como si ellos no lo fueran.
Los señalan por el caos en el tránsito, el mal humor de los automovilistas, los
gastos ocasionados por tener que movilizar permanentemente las fuerzas de
seguridad, por 'afear el paisaje', y una sarta de pavadas y bajezas más de ese
tipo.
¿Alguien se detiene a pensar quiénes son y qué son en realidad, los piqueteros?
En primer lugar, bastaría recordar que son SERES HUMANOS que tienen derecho como
todos a una vida digna. Y que esa posibilidad SE LA HAN QUITADO los canallas que
se enriquecieron gracias a la explotación del sacrificio ajeno. Los piqueteros
son trabajadores sin trabajo, efecto doloroso de un país en el que los sucesivos
gobiernos han devastado sus fuentes laborales; son PERSONAS, tienen familia,
tienen hijos, aman, sueñan, y tienen necesidades, básicas y de las otras.
Bien, esas necesidades ESTAN INSATISFECHAS, y no por culpa de ellos.
'Vayan a trabajar' gritan desde los oportunos micrófonos algunos automovilistas,
como si no supieran que viven en un país que ha destruido millones de puestos de
trabajo, con alrededor de un 30% REAL de desocupación (¿se pueden considerar
serias las estadísticas que consideran como 'ocupado' a quien cobra un plan
trabajar o jefes y jefas, o a quien vive de changas?). ¿De qué trabajo hablan,
entonces? Habría que ver cuántos de ellos salieron a piquetear cuando los
banqueros les tocaron el bolsillo. Habría que ver cuántos de ellos votaron y
apoyaron a los miserables que destruyeron al país.
'No podemos permitir que coarten la libertad de transitar a los que quieren ir a
trabajar', exclaman desde el gobierno, como si realmente les importara ese
derecho cuando ponen peajes y los subsidian con CIENTOS DE MILLONES de pesos
-sacados de los famélicos bolsillos del pueblo- a diestra y siniestra; como si
ese derecho estuviera por encima de comer, de abrigarse, de educarse, de cuidar
la salud, de tener una vivienda y un trabajo dignos.
¿Pero... qué es lo que se pretende? ¿Ocultar la pobreza detrás de cartón
pintado, como lo hacía Nicolás II en la Rusia prerrevolucionaria? ¿Que los
pobres esperen plácidamente en su casa a morir de hambre, o de alguna enfermedad
curable, así 'no molestan más'? Sería bueno que los que protestan contra los
piquetes se pusieran un poco en el lugar de aquellos a los que todo le han
quitado. Y también que se den cuenta de que si continúa esta política, más
temprano que tarde ellos también se verán obligados a estar de este lado del
piquete (por falta de trabajo o por salarios más que miserables).
Asquea la soberbia retórica de las clases dominantes, del gobierno y los medios
de comunicación. Provoca la ostentación de fuerza con los uniformados
abarrotando las calles.
Pero lo que realmente preocupa es la falta de solidaridad y la ceguera de muchos
ciudadanos que, tal vez sin saberlo, alimentan los obscenos planes represivos de
los que gobiernan para mantener los privilegios de los poderosos, en detrimento
de los intereses y la calidad de vida del pueblo entero.
Incluso de los que protestan contra los piqueteros y su lucha.
Nada de lo que ocurre en una sociedad pasa por casualidad. La realidad indica
que la política está para eso, para organizarla según los intereses de las
clases que dominan. Los piqueteros son emergentes de la política aplicada para
empobrecer al pueblo. Por eso la frase del principio debería ser analizada por
los ciudadanos que desdeñan de la política y la lucha popular, porque no se
puede empobrecer abierta y alevosamente a un pueblo sin que esto tenga
consecuencias.
"El que siembra injusticias cosecha piqueteros"
Pues bien, luchemos por un mundo justo, entonces.