Argentina: La lucha continúa
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EL DIRIGENTE SOCIALISTA Y DIPUTADO NACIONAL LUIS ZAMORA PROPONE UNA CONSULTA POPULAR
Proyecto que cuestiona la legitimidad de la deuda externa
Entre los diversos sectores sociales que cuestionan la legitimidad de la deuda contraída principalmente en tiempos del proceso militar y avalada sistemáticamente por los posteriores gobiernos democráticos no pocos actores sociales cuestionan la legalidad de esas obligaciones a pagar. Hasta ahora ninguno de los presidentes de turno ha valorado el fallo internacional a favor de Alejandro Olmos quien supo de manera quijotesca echar luz sobre ladrones y usureros que transformaron esos papeles públicos y privados en la penosa deuda interna que concentra ya 30 millones de desocupados y subocupados.
Proyecto de ley
Consulta Popular Vinculante
Deuda Externa: O Se interrumpen los pagos y las negociaciones para que sea el
pueblo el que decida o continúa decidiendo el gobierno nacional
Artículo 1°.- Convócase a Consulta Popular Vinculante, en los términos del artículo 40 de la Constitución Nacional y de los Títulos I y III de la ley 25.432, a fin de que la población emita opinión respecto a la deuda externa: si sobre ello debe continuar decidiendo el gobierno nacional o si se deben interrumpir los pagos y las negociaciones y ser el pueblo el que decida en definitiva.
Propuestas de voto:
a) Sí, voto afirmativamente porque se interrumpan los pagos y las negociaciones
vinculados a la deuda externa que se reclama al país para que sea el pueblo el
que decida en definitiva mediante una nueva consulta popular vinculante y luego
de que se investiguen sus orígenes, sus montos, lo que ya se pagó, los criterios
que el llamado G-7, el FMI y los acreedores privados han exigido y exigen para
su pago, la relación entre los pagos de la deuda y el empleo, el salario, la
educación y la salud, las posibilidades o no de acciones latinoamericanas
conjuntas y las consecuencias favorables o desfavorables que puede tener pagar o
no pagar en el futuro.
b) No, voto negativamente ya que considero que debe ser el gobierno nacional el
que continúe decidiendo sobre todo lo referido a la deuda externa.
Artículo 3°.- La Consulta Popular Vinculante se realizará a partir de los 120 días contados desde la publicación de la presente ley.
Artículo 4º.- En caso de resultar triunfante la opción de voto a), de las dos
previstas en el artículo 1º, se realizará una nueva consulta popular vinculante
en un plazo que no sea inferior a seis meses y no mayor a un (1) año de
realizada la primer consulta convocada por la presente ley a efectos de
que el pueblo decida efectivamente si se deja de pagar la deuda externa o si se
reinician los pagos interrumpidos.
Artículo 5º.- El Poder Ejecutivo Nacional deberá garantizar la publicidad de la Consulta, asegurando una amplia y equitativa difusión de los distintos enfoques sobre el tema en los medios masivos de comunicación, asegurando espacios gratuitos en los mismos para todas loas posiciones.
Artículo 6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
Luis F. Zamora - Carlos Tinnirello - Marta De Brasi
Autodeterminación y Libertad
(Presentado 23 - 6 - 04 - expte. 3711 -04)
Fundamentos
Señor Presidente:
1.- Luchar por una consulta popular vinculante.
Mediante este proyecto de ley proponemos la convocatoria a una consulta popular
vinculante en todo lo referido a la deuda externa. Es decir cuyo resultado sea
obligatorio para el gobierno nacional. Ello en el marco de lo establecido en el
artículo 40 de la Constitución nacional y la reglamentación instrumentada
mediante la ley 25.432.
La consulta tendría como objeto que los convocados resuelvan si se interrumpen
los pagos y las negociaciones vinculados a la deuda externa que se reclama al
país para que sea el pueblo el que decida en definitiva mediante una nueva
consulta popular vinculante y luego de que se investiguen sus orígenes, sus
montos, lo que ya se pagó, los criterios que el llamado G-7, el FMI y los
acreedores privados han exigido y exigen para su pago, la relación entre los
pagos de la deuda y el empleo, el salario, la educación y la salud, las
posibilidades o no de acciones latinoamericanas conjuntas y las consecuencias
favorables o desfavorables que puede tener pagar o no pagar en el futuro o si
debe ser el gobierno nacional el que continúe decidiendo sobre todo lo referido
a la deuda externa.
De triunfar la primer opción una segunda consulta después del debate y la
investigación correspondiente le permitirá al pueblo decidir efectivamente los
pasos a seguir.
La opinión de Autodeterminación y Libertad ha sido expuesta de todas las formas
que hemos podido respecto a que debe ser desconocida y por lo tanto dejar de
pagarse esa deuda que se nos reclama. Pero evidentemente existen otras opiniones
empezando por la de todos los partidos y dirigentes que han gobernado desde la
dictadura militar hasta la fecha coincidente con la de los grupos económicos que
operan en el país y la de los organismos financieros internacionales.
Pero precisamente esos sectores han impedido un debate democrático sobre el tema
y sobre todo se han negado a que sea el pueblo el que decida. Consideramos que
esta imposición debe ser derrotada. No debemos permitir que se siga resolviendo
sin la participación, el debate y la decisión popular. No debemos aceptar como
pueblo que se nos siga diciendo que pagar o pagar es el único camino y nos lo
impongan sin más. O que incluso -como Kirchner ahora- se le diga al pueblo que
se están llevando adelante negociaciones en las que esta vez sí, en la versión
oficial, se priorizan 'la deuda interna' sobre la externa cuando en realidad lo
que hay es más de lo mismo. La imposición del pago, las concesiones y los
ajustes se imponen igualmente aunque mediante el fraude y el engaño.
El pueblo argentino enfrenta circunstancias dramáticas. Detrás del palabrerío y
la demagogia gubernamental -que gran parte de los medios de comunicación
difunden en forma cómplice- hay un país saqueado y que amenaza con continuar en
la pendiente por la aplicación de similares políticas. El gobierno no abrirá un
debate nacional ni va aceptar que la población decida sobre el presente, nuestro
futuro y el de nuestros hijos. Tampoco va a recurrir a la lucha conjunta con los
pueblos latinoamericanos.
No va a convocar a la consulta popular que proponemos y el Congreso Nacional ya
ha mostrado que ha renunciado a cumplir con lo que la propia Constitución le
indica. Tenemos que pelear por arrancar ese derecho democrático elemental.
Es un desafío que peleemos por hacernos cargo y autodeterminarnos como pueblo.
Cada vez que delegamos esa tarea en los 'de arriba' estamos dejando de hacernos
cargo de lo que tenemos que hacer nosotros como pueblo.
Pelear por decidir. Y más por decidir en un tema como el de la deuda externa que
incide directamente en la falta de trabajo, en el salario que no alcanza, en la
falta de salud o de vivienda o la imposibilidad de acceder a una educación plena
Lo que implica ser y hacernos responsable de lo que vayamos resolviendo. No
dejar en manos de los que gobiernan que sigan actuando contra nuestras
necesidades.
2.- La extorsión y el saqueo imperial
Argentina se está viendo sometida a una sistemática política extorsiva por
el llamado Grupo de los Siete (G-7) integrado por EEUU, Inglaterra, Italia,
Canadá, Alemania, Francia y Japón, por el FMI, el Banco Mundial y el BID, por
poderosos fondos internacionales de especuladores, por tribunales
norteamericanos y europeos, de imposiciones, amenazas, presiones, chantajes,
embargos e inhibiciones, exigencias de pago de deudas ilegítimas e inmorales
para un país devastado con un habitante cada dos sumido en la pobreza.
Esta política imperial, propia de usureros y explotadores acostumbrados a vivir
con el saqueo de las riquezas producidas por el trabajo de otros, debe ser
rechazada. Pisotea sentimientos elementales de independencia y autonomía de un
pueblo soberano. Razones vinculadas a la dignidad reclaman repudiar estas
agresiones. Pero además necesitamos defender las riquezas que producimos como
única forma de empezar a combatir las causas de la dramática situación que
atravesamos.
A partir del golpe del 24 de marzo de 1976 -cuando la deuda externa llegaba a un
poco más de 7.500 millones de dólares- y durante toda la dictadura militar la
deuda externa que se le reclama al país creció en forma dramática y repudiable.
Cuando asumió la presidencia Raúl Alfonsín el monto reclamado había crecido a
más de 40.000 millones de dólares. Lo mismo ocurrió en otros países.
Desde esa fecha hasta la actualidad numerosos sectores en el país se han
movilizado y luchado para repudiar sus pagos y las condiciones de sometimiento y
saqueo exigidas por los organismos financieros internacionales y los países
imperiales citados. En América Latina y en el mundo se vivieron y se viven
procesos de rechazo similares.
Incluso a partir de una denuncia realizada por Alejandro Olmos en 1982 el
Juzgado Federal Nº 2 de la Capital Federal determinó en 1999 -en fallo que quedó
firme- que la mayor parte de la deuda externa argentina tenía un origen espurio
y remitió los antecedentes y la sentencia a este Congreso Nacional.
Sin embargo los gobiernos de Alfonsín, de Menem, de de la Rúa y de Duhalde
reconocieron esa deuda de origen ilegítimo y la continuaron pagando y
aumentando. Este Congreso, a pesar de la normativa constitucional que le otorga
competencia para 'arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación'
(actual art.75. inc. 7 de la C.N.) y los numerosos proyectos presentados en ese
sentido, se ha negado sistemáticamente a asumir sus responsabilidades y cumplir
sus obligaciones sobre el tema.
Resultado: en el 2003 el país estaba devastado a causa en gran parte de todo lo
pagado y sus implicancias de entrega y saqueo de las riquezas del pueblo y de
ajuste sobre sus condiciones de vida. Pero a pesar de las fortunas remitidas al
exterior en concepto de pagos y del cumplimiento dócil de las exigencias de la
usura, el monto de la deuda ascendía a más de 180.000 millones de dólares. Desee
el 2001 un poco más de la mitad de ese monto reclamado por titulares
particulares de bonos de deuda está en cesación de pagos; la otra mitad
reclamada por el FMI, el BID y el BM nunca se dejó de pagar hasta la fecha. El
último viernes 18 de junio se pagaron al FMI nada menos que 320 millones de
dólares en efectivo. (Clarín,19 de junio de 2004).
3.- Néstor Kirchner y sus políticas de servil continuidad.
El gobierno del presidente Kirchner continúa pagando sumas formidables y
aceptando negociaciones donde en lo sustancial el G -7 y el FMI imponen sus
criterios. Mientras hacía discursos de barricada por los medios de comunicación
o en actos públicos, en las negociaciones ha aceptado suscribir compromisos uno
más perjudicial que otro para el país. Fundamentalmente cede y paga. E incluso
mientras discute un aspecto u otro, o aparenta posturas de firmeza, mientras se
le exigen medidas de ajuste, o aún cuando se extorsiona descaradamente al país,
Kirchner nunca deja de pagar; por supuesto con la plata de todos.
Todo ello explica porque la economía y el producto crecen a niveles
propagandizados como inéditos (el año pasado más del 8%, este año
previsiblemente alrededor del 7%) pero el nivel de vida del pueblo no mejora. La
plata se sigue yendo en gran parte al exterior por distintos caminos y otra
parte distribuyéndose injustamente acá. Los acuerdos con el FMI y los ajustes
siguen, en lo sustancial, teniendo características bien ortodoxas adecuados a
las circunstancias del país hoy. (En el primer trimestre del año, por ej, el
Producto Bruto Interno subió el 11,2% respecto del primer trimestre del año 2003
pero la desocupación apenas bajó el 0,1% en ese trimestre en relación con el
último trimestre del año pasado, según fuentes oficiales del propio INDEC;
Clarín, 18 de junio de 2004).
No vamos a abundar aquí sobre la influencia de la deuda externa, los planes de
ajuste y saqueo del Fondo Monetario Internacional y el rol determinante de los
países del G-7, con los EEUU a la cabeza, sobre la situación que sufrimos los
pueblos latinoamericanos en especial en los últimos treinta años. Razón por la
cual hemos postulado una y otra vez que Argentina y América Latina se retiren
del Fondo Monetario Internacional lo que significaría dejar de someterse a sus
exigencias, condicionamientos, metas, ajustes e inspecciones coloniales. Tampoco
vamos a desarrollar aquí los fundamentos sobre el origen ilegítimo y el carácter
usurero de gran parte de la deuda pública más arriba mencionados ya que hemos
tratado y denunciado esos temas en otros trabajos y proyectos difundidos
públicamente durante los últimos veinte años y que han fundamentado nuestra
postura que no debemos pagar más esa deuda ilegítima y ya pagada varias veces a
costa del empobrecimiento masivo, crecimiento de la indigencia y del
apoderamiento de grandes grupos económicos de los resortes fundamentales de la
economía del país y de sus riquezas. Ha estimulado una gigantesca fuga de
capitales que ronda los 100.000 millones de dólares depositados en el exterior.
Este proyecto se refiere a la necesidad de que sea el pueblo el que detenga este
proceso de devastación y sumisión colonial.
Proponemos que sea el pueblo el que decida que actitud adoptar sobre los
reclamos y exigencias de pago y sus condicionamientos.
La política del gobierno consiste en seguir priorizando las exigencias de pago y
las políticas consiguientes de ajuste. Incluso denunciamos que pretenda
exhibirse como un defensor de los intereses del país frente al FMI y el G-7 en
la búsqueda de tratar de mantener las expectativas del pueblo en su gestión
mediante posturas demagógicas que no responden a lo que en realidad hace.
A) El acuerdo de septiembre del 2003 con el FMI.
En septiembre del 2003 Kirchner firmó un acuerdo con el FMI tan gravoso para el
país y el pueblo como los que firmaron algunos de sus antecesores. Volvió a
reconocer la legitimidad de la deuda, aceptó el monto, los plazos y los
intereses sin cuestionamientos así como también la competencia de los tribunales
norteamericanos, ignoró la responsabilidad principal del FMI y no aprovechó el
desprestigio mundial de esa institución de la usura, ocultó la vulnerabilidad
del FMI, del Banco Mundial y del BID ante la magnitud del endeudamiento
argentino, desaprovechó el marco político social - latinoamericano para intentar
acciones conjuntas, aceptó las presiones por aumentos de tarifas a las empresas
privatizadas y se comprometió a un ajuste para garantizar lograr un superávit
del 3% del PBI destinado a pagar deuda externa al FMI y demás organismos
citados.
A esto hay que agregarle leyes votadas con anterioridad promovidas por el
gobierno kirchnerista pero que eran precondiciones para llegar al acuerdo de
septiembre como la inmunidad penal para los miembros del directorio del Banco
Central (vieja exigencia del FMI y los banqueros) y las formidables
compensaciones que exigían los Bancos por la devaluación. Encima reconoció un
privilegio especial para los organismos financieros para priorizar pagarles (y
sin quita alguna) por sobre los acreedores particulares tenedores de bonos.
Sólo discutió tibiamente el monto del superávit del 2004 y transó finalmente en
uno exorbitante para las condiciones del país y del pueblo: el 3% del PBI (2,4
nacional y 0,6 provincial). Para el 2003 Duhalde - Lavagna habían pactado pagos
equivalentes al 2,5%. (2,1 nacional + 0,4 provincial). Duhalde primero y
Kirchner después los abonaron durante el año pasado. El nuevo acuerdo de
Kirchner, por lo tanto, implicó para este año acatar más aumentos respecto de lo
suscripto por Duhalde en el 2003 . En realidad ningún gobierno desde 1956 -cuando
Argentina entró al FMI de la mano de la 'fusiladora'- se comprometió a pagar
tanto en efectivo como lo ha hecho el que encabeza Kirchner.
No obstante el insaciable usurero que es el FMI, en la previsión que la
recaudación podía crecer, propuso porcentajes más altos para el 2005 y para el
2006. Como el gobierno insistió en mantener el ya altísimo porcentaje para el
país del 3% para los tres años, el FMI les sacó la firma para un acuerdo por
tres años pero con el compromiso de pago expresamente establecido sólo para el
2004. El 2005 y el 2006 quedaron con el casillero vacío. El Fondo pretende
llenarlos con porcentajes más altos. El gobierno igual firmó.
B) La propuesta 'de Dubai'
Es dramático recordar que el acuerdo contempla que el citado superávit es sólo
para pagar a los organismos multilaterales, en primer lugar (a los que, como
señalamos, les reconoció privilegio), y la llamada 'nueva deuda' emitida para
socorrer a los bancos y ahorristas mediante las distintas series de Boden así
como los llamados 'préstamos garantizados' surgidos del canje de deuda que
realizara De la Rúa y Caballo en el 2001 cuyo pago el ex - ministro de los
superpoderes aseguró con recaudación fiscal antes de la cesación de pagos (de
allí lo de 'garantizado'). O sea que a pesar del brutal ajuste que implica ese
3%, en el monto resultante de ese saqueo no está incluída la refinanciación de
la deuda restante que sí está en cesación de pagos y cuyo monto ronda los 80.000
millones de dólares de capital más unos 20.000 millones de dólares de intereses.
Gran parte en manos de las AfJP (cerca del 40%), fondos 'de inversión' (o fondos
de especuladores y timberos) norteamericanos, alemanes, italianos, japoneses
(alrededor del 20%) o de tenedores individuales de bonos de habitantes de esos
países o incluso un pequeño sector de habitantes de Argentina.
Por ello a los compromisos firmados con el FMI el gobierno agregó, el año pasado
en Dubai, una oferta -inamovible sostuvo- a esos supuestos acreedores privados
de regularizar los pagos- sobre la base de una quita del 75% del capital de la
deuda, perdón total de los intereses atrasados desde el 2001 a la fecha, y con
relación al 25% restante largos plazos de pagos a una muy baja tasa de interés.
Al respecto téngase en cuenta que el valor de esos bonos en el mercado ronda un
poco más del 20% del valor nominal. La quita ya la efectuó lo que se denomina el
'mercado secundario'.
Esa es la llamada 'reestructuración de la deuda en default'. El gobierno agregó
que eso es lo único que se puede pagar y por lo tanto no proponía una
negociación sino una oferta de condiciones inmodificables. Y fue además una
propuesta general cuyos detalles se reservó con la intención de empezar a
concretarla a fines del 2004 y así pasar septiembre donde deberá 'negociar' los
casilleros vacíos de compromisos de pagos externos para el 2005 y 2006 a los que
ya hicimos mención.
Para pagar al FMI y a los demás organismos y a los 'bonistas' el gobierno
aseguró que se iba a mantener en destinar el 3% del PIB contra las presiones del
FMI por aumentarlo y que de allí no se movía.
También insistió en que era una propuesta unilateral que no se sometía a
negociación. Se tomaba o se dejaba 'ya que era lo único que Argentina podía
pagar si quería crecer'. También era 'la única forma', aseguró, 'de que los
bonistas cobran si Argentina crecía'.
C) Lo inmutable era mutable: la nueva propuesta de junio del 2004.
Lo cierto es que a principios de junio de este año y luego de más presiones
norteamericanas y europeas, del FMI y de los demás 'fondos buitres',y de más
discursos públicos de Kirchner y de Lavagna de compromisos con el pueblo que de
allí no se movían, el gobierno volvió a ceder en toda la escala.
Incluyó los intereses (que había asegurado que no se iban a pagar) a los
devengados entre diciembre del 2001 -que se entró en cesación de esos pagos-
hasta diciembre del 2003 (18.200 millones de dólares más), aumentó al triple la
tasa de interés ofrecida, incluyó en la propuesta un bono atado al crecimiento
con lo que más se crece más se paga e incluso si las adhesiones de los 'bonistas'
superan el 70% se reconocerán los intereses caídos no sólo hasta diciembre del
2003 sino hasta junio del 2004 (serían 4.300 millones de dólares más).
La deuda reconocida en Dubai (en cesación de pagos y para reestructurar) era de
81.000 millones de dólares y la quita era del 75% (60.900 millones); luego lo
que se proponía pagar en Dubai era de alrededor de 20.000 millones de dólares de
la deuda impaga.
Con la propuesta de junio del 2004 y los intereses incluidos, la deuda
reconocida es de más de 100.000 millones de dólares; que con la quita del 75%
del capital (60.900 millones) más los intereses (18.200 millones) se pasa a
proponer pagar más de 40.000 millones de dólares ( resultado de restar a los
81.000 millones la quita del 75% -quedan 60.900- y de sumarle los intereses -que
ahora sí se reconocen- por valor de 18.200 millones.
Luego la quita pasa ahora a ser de alrededor del 60% en vez del 75% si tomamos
la nueva deuda reconocida de más de 100.000 millones (quita 61.000 millones).
Pero en Dubai se había dicho que el capital reconocido era de 81.200 millones y
que era un reconocimiento inamovible. Si calculamos lo que se ofrece ahora pagar
de entre 38.500 millones y 43.200 millones -que varía como dijimos según el
grado de aceptación- la quita de lo ofrecido en Dubai, con carácter
'inamovible', ha pasado del 75% a alrededor del 50 %. (De 80.000 millones que se
reconoció como deuda en Dubai ahora se propone pagar alrededor de 40.000
millones; la quita es del 50 % frente al 75% engañosamente propagandizado).
En la 'propuesta de Dubai' se había asegurado que la tasa de interés iba a ser -según
el bono elegido- de entre 0,5% y el 5,25%. En la nueva propuesta subieron y van
desde 1,35% a 8,21%, es decir se triplicaron. Como durante un tiempo lo único
que se abonará será intereses se concluye en que la nueva propuesta implica
triplicar el pago ofrecido respecto de la anterior de Dubai.
También anticipó que elevaba la propuesta de superávit -que también era
'inamovible' del 3%- al 3,4 o 3,5% del PBI para afrontar los nuevos pagos a que
se comprometía. Todo esto implica aumentar (para las próximas décadas), según
los cálculos de Claudio Lozano (CTA), más de 70.000 millones de dólares en
relación con lo que se proponía pagar en Dubai.(Página 12, 2 de junio de 2004)
La misma propuesta que según Kirchner y Lavagna, era 'inamovible' y 'se tomaba o
se dejaba' tal como estaba.
Y a que aun si no se modifica nada en el futuro con esta propuesta de aprobarse
tal cual por los acreedores dejará a la Argentina 'con una deuda pública de
125.000 millones de dólares, equivalente al 80 por ciento del Producto Bruto
Interno' mientras que en 'diciembre de 2001, poco antes de la tragedia económica
la proporción era del 57%' de la deuda en relación con el PIB. (Daniel Muchnik,
Clarín, 7 de junio del 2004).
Los acreedores -como en cualquier cinchada en que el otro afloja y afloja, el
que está del otro lado tira con más fuerza- rechazaron la nueva oferta y
reclamaron más aun. Lavagna señaló que esa 'es la última propuesta' y Kirchner
aseguró 'que no hay más repechaje' pero ya pocos les creen.('Si el gobierno
flexibilizó la primera oferta, porqué no flexibilizaría la segunda', Muchnik,
art.cit.)
Aún así como lo señala el economista Luis Becerra (EDI) la deuda pública
argentina es tan exorbitante 'que el pago de sólo una porción de la misma hace
inviable el crecimiento y la distribución equitativa del ingreso y también pone
en riesgo el propio pago futuro de esa deuda'. ('El FMI y el progresismo
ajustador - Herramienta - Nro. 24). Por lo que, aunque el gobierno hubiera
logrado que quedaran los criterios 'de Dubai' o los de ahora sin nuevas
concesiones, todo es tan superficial que estallaría pronto igual en tanto
exigirían nuevos y más profundos ajustes. La política del gobierno de pretender
'negociar' con el FMI es un callejón sin salida como lo demuestran los últimos
veinticinco años de experiencia argentina, latinoamericana y mundial. Ello más
allá de tironeos reales y/o posturas demagógicas de Kirchner (como antes las de
Alfonsín e incluso de otros mucho más 'audaces' ,aunque igualmente superficiales
y demagógicas, que la de los dos: Alan García en Perú, por ej.).
D) Conclusión:
En definitiva comprometerse a pagar más del 3% del PIB a los organismos
financieros y a los titulares de bonos implica adelantar que no piensa en
incrementos de significación en los haberes de estatales, docentes, jubilados ya
que si lo hace no puede lograr ese superávit fiscal. .(Un ejemplo lo constituye
el aumento de 15$ por mes en el incentivo docente o el anterior de 20$ para
jubilados, o el de 150 pesos no remunerativos para los estatales nacionales)
Tampoco habrá casi recursos para invertir en obra pública y por lo tanto para
crear nuevas fuentes de trabajo. (Si se descuentan los planes sociales y a pesar
del inédito crecimiento de la economía la desocupación llega al 20%). Por
supuesto se descarta cualquier estrategia de desarrollo.
Obviamente si cuando el Fondo exija determinar, en septiembre de este año, el
porcentaje del PBI como superávit exigido para destinar a pagar deuda pública,
el gobierno acepta una cifra más elevada aún para el 2005 y el 2006, la magnitud
del ajuste será más brutal todavía.
Es donde se pone al desnudo la utilización gubernamental del concepto 'primero
está la deuda interna' que hace en sus discursos. Justamente el gobierno ha
aceptado, como sus antecesores, que 'primero está la deuda externa' que es la
única deuda que está pagando, aceptando cumplir; la otra sigue postergada y sólo
aparece en discursos o afiches.
4.- ¿Una 'causa nacional'? ¿y en manos sólo de dos?.
El gobierno ha denominado a su política frente al Fondo y a la deuda como una
'causa nacional' y ha señalado que lo que en definitiva se decida 'involucrará a
varias generaciones de argentinos'.
Sin embargo las posturas del presidente Kirchner frente a esta 'causa nacional'
ha recibido el apoyo entusiasta, decidido y firme 'respecto de la negociación de
la deuda' de grandes empresarios incluso multinacionales y de gobiernos y
organismos financieros. Los empresarios fueron citados especialmente por
Kirchner para que sientan suya la 'causa nacional' y se pronunciaran
públicamente. No dudaron en concurrir y apoyar. Los nombres lo dicen todo:
Pagani (Arcor), Roggio y Cartellone (construcción),Wertheim (Telecom), Techint,
etc., etc. (La Nación, 14 de febrero). Frente a la propuesta de junio de este
año los respaldos fueron aun mayores.
'Deuda: fuerte apoyo de los empresarios', tituló Clarín el jueves 3 de junio. Es
que en un almuerzo empresario en agasajo a Kirchner se respaldó explícitamente
la nueva propuesta de junio del gobierno. Entre los empresarios presentes
estaban Pescarmona, Bagó, banqueros como Sacerdote, Pagani, el petrolero
Vicente, Mastellone, Elsztain, Ratazzi de la FIAT, los supermercadistas Coto y
Paulmann (de Disco), Vignart (Dow Química), Castro (de Unilever), Wior (Movicom),
Acevedo (Acindar). (Clarín, edic.citada). Por su parte otras entidades
empresarias respaldaron la nueva oferta del gobierno a 'los acreedores' entre
ellas la Unión Industrial (UIA), la Asociación de Bancos Privados (ADEBA), y
nada menos que la Cámara de Comercio, la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural y
la Cámara de la Construcción. (Clarín, edic. citada).
Algunos apellidos son conocidos, otros han cambiado, algunas empresas y siglas
son las mismas de siempre, otras se sumaron en la década menemista. Apoyatura de
la política económica de Martínez de Hoz y Videla, algunos de ellos pasaron su
deuda privada al pueblo gracias a Cavallo. Apoyaron a Alfonsín que reconoció la
estafa. Luego apoyaron a Menem y a Cavallo, el plan Brady y las privatizaciones
de las que algunos sacaron gran provecho. A de la Rúa, sus 'blindajes' y 'megacanjes'
y la continuidad de los ajustes para pagar la deuda, a Duhalde por la
devaluación y los negocios que obtuvieron gracias a ella, la rebaja de los
salarios que ahora pagan en pesos o por la pesificación de sus deudas en dólares
transferidas nuevamente al pueblo. Hoy apoyan decididos a Kirchner. La
continuidad es evidente. La inexistencia de una 'causa nacional' en la política
de Kirchner también.
El embajador norteamericano ante la OEA, John Maisto también expresó su apoyo
'al modo como el Gobierno encaró la negociación con los bonistas privados y a la
decisión oficial de enviar tropas a Haití...La negociación con los bonistas está
en progreso y se ve como algo positivo'. Recordó además 'el apoyo que la
administración Bush dio al proceso de renegociación de la deuda'. (La Nación,
'Contundente elogio de los EEUU al gobierno', 4 de junio de 2004).
Curiosa forma de encarar la del gobierno lo que considera una 'causa nacional'
que ha logrado la 'solidaridad' y el 'apoyo' del presidente de EEUU Bush y del
primer ministro británico Blair, del FMI, de empresarios videlistas - menemistas
-cavallistas, lavagnistas, de los senadores y diputados del PJ, la UCR, los
partidos provinciales integrados muchos por antiguos funcionarios de la
dictadura, liberales de la UCD de Alsogaray, de la burocracia sindical de la
CGT, ninguno de ellos como es notorio se han destacado en la defensa de
'intereses nacionales'. Especialmente la nueva propuesta de junio tuvo el
respaldo de Macri ('lo más destacable es la decisión de sentarse a negociar la
deuda'); del ex - funcionario de la dictadura militar Natale ('la nueva
propuesta es a todas luces más razonable'), del radical Rozas ('apoyamos todas
los esfuerzos para encarar una mejor negociación de la deuda'). Hasta Carrió
expresó su apoyo ('Ahora que la cambió -se refiere a la propuesta- no es momento
de críticas sino de ser cautos en esta instancia decisiva para el país y de
apoyar la negociación...abrir un debate sobre la propuesta...sólo serviría para
complicarle el frente externo al Gobierno').Todas declaraciones recogidas por el
diario Clarín, en su edición del 2 de junio del 2004.
Al seguir beneficiando a los mismos sectores el gobierno sigue postergando al
pueblo y sus necesidades. Como lo señala Daniel Muchnik 'cuanto más pague la
Argentina por su deuda, menos plata habrá para inversiones, educación o salud'.
(Clarín, art.cit). O como lo dice de otra manera el economista del EDI, Claudio
Katz, 'no se puede cumplir con Dios y con el Diablo'.('Cómo hacer el shock
redistributivo', Foro Social Mundial).
Pero además, si es una 'causa nacional' como dejarla en manos de sólo dos
personas? ¿Porqué aceptar que sólo Kirchner y Lavagna resuelvan algo que
efectivamente comprometerá a millones y millones de habitantes de este país y
por los próximos cuarenta años?
Si el presidente la considerara realmente una 'causa nacional' -y no fuera
demagogia o intentos de manipuleo de la población- entonces coherentemente
debiera haber convocado a que sea el pueblo el que debata y decida los pasos a
seguir que comprometerán a 'varias generaciones'. ¿Cómo dejar en manos de un
individuo o dos (Kirchner - Lavagna) el destino del país y de varias
generaciones?.
5.- El desafío para nosotros: Es imperioso lograr la interrupción de las
negociaciones y de los pagos.
A) Las 'negociaciones con el FMI y los pagos como el mejor camino: 25 años de
trágica experiencia.
El pueblo argentino tiene suficiente experiencia sobre los resultados que dejan
las 'negociaciones con el FMI, las visitas de sus inspectores y la política de
que 'hay que pagar porque si no nos aislamos. En los últimos 25 años polemizamos
(y los denunciamos) con Alfonsín-Grinspun y luego Alfonsín - Sourrouille -
Machinea (con sus ayudantes entre los que estaba Lavagna); con Menem - Cavallo;
con Menem - Roque Fernández; con de la Rúa-Machinea(volvió) -López Murphy y de
la Rúa-Cavallo (volvió); Duhalde - Remes Lenicow y Duhalde- Lavagna(volvió) y
ahora con Kirchner - Lavagna (siguió). Y luchamos contra sus políticas de
'negociar y pagar' como la 'única salida'.
La 'única salida' ha derivado en un país que en 1984 tenía menos del 4% de
desocupación y hoy tiene el 14,4% más varios puntos más que surgen de los planes
Jefa y Jefe y Trabajar considerados estadísticamente por el gobierno como
ocupados (lo que llevaría la desocupación a alrededor del 20%), más cerca de 15%
de subocupación. El salario cayó brutalmente. La pobreza se extendió del 5% en
la década de los años 60 a más del 50% de la población actualmente y apareció la
indigencia que alcanza a más de diez millones de habitantes del país. En el
camino se regalaron -en gigantescos negociados- todas las empresa públicas y se
flexibilizaron todas las relaciones laborales arrancando a los trabajadores
conquistas obtenidas en la mayoría de los casos con sangre. Cuando comenzamos
este debate el monto de lo que nos decían que debía el pueblo argentino era de
40.000 millones de dólares; hoy nos reclaman 180.000 millones de dólares. De las
visitas que cada tanto realizaban las 'misiones' del FMI hoy tenemos a enviados
coloniales del Fondo ya instalados en forma permanente aquí en rol de
inspectores. La experiencia no es sólo la nuestra. Les ha ocurrido a todos los
países de América Latina y del resto del mundo acosados por la exigencias del
FMI y saqueados por los mecanismos de pago derivados de los endeudamientos que
primero imponen y luego reclaman su devolución. Primero imponen los
endeudamientos y luego imponen sus pagos.
De acuerdo a datos de la CEPAL y el Banco Mundial, al 2002, América Latina había
pagado casi cinco veces la deuda externa original. Desde 1982 pagó 1 billón
cuatrocientos mil millones de dólares y sin embargo debe tres veces la suma
inicial (Néstor Restivo, Clarín, 16 de septiembre de 2002).
Ni dialogando con los organismos de la usura y el robo ni pagando la deuda. Por
ello como lo señala acertadamente Claudio Katz (EDI) 'Dada la magnitud alcanzada
por la deuda (164% del PBI) no hay 'quita', perdón o renegociación que permita
atenuar la carga del pasivo. Esas medidas ni siquiera generarían el alivio
circunstancial que produjo el 'Plan Brady' o la ficción de respiro que siguió al
'Megacanje'. (Claudio Katz, 'Cómo hacer el shock redistributivo'. Foro Social
Mundial). La continuidad de funcionarios en los gobiernos son verdaderos
símbolos. Cavallo, funcionario de la dictadura militar, vuelve con Menem, se va
y vuelve promovido por Carlos 'Chacho Alvarez' e Ibarra que convencen a de la
Rúa para nombrarlo. Machinea que estuvo con Alfonsín vuelve con de la Rúa y
Alvarez. Lavagna que estuvo con Alfonsín, Sourrouille y Machinea vuelve con
Duhalde y sigue hoy con Kirchner. Terragno estuvo antes con Alfonsín, volvió con
De la Rúa, se fue antes de ser echado y ahora se postula nuevamente. Los
burócratas sindicales de la CGT que estuvieron en el Ministerio de Trabajo con
Alfonsín, que luego apoyaron a Menem, a de la Rúa, a Duhalde, hoy apoyan a
Kirchner. Los grandes empresarios respaldaron a todos y hoy también a Kirchner.
Todos se benefician 'con la única salida': 'negociar' (es decir aceptar las
exigencias del FMI) y pagar.
¿Porqué aceptamos que nos sigan diciendo que éste es el 'mejor camino'?.
B).-¿Porqué no peleamos por explorar otro?
¿No es hora de intentar otro camino?. Se nos decía que otra política
independiente nos hundía pero Argentina hace dos años que declaró la cesación de
pagos de más de la mitad de la deuda pública, todavía no ha vuelto a pagar ni
siquiera intereses de esa parte y sin embargo creció a más del 8% en su PIB lo
que no tiene antecedentes en los últimos períodos en que se intentaba pagar todo
con ajuste, con empresas, con endeudamiento o con lo que sea. Y eso a pesar de
que Duhalde, primero, y Kirchner ahora pagaron por la otra mitad más de veinte
mil millones de pesos en dos años. ¿Cuanto crecería si se interrumpiera todo
pago y cuánto mejoraríamos en nivel de vida si se distribuyera con más
justicia?.
Nadie puede creer ni mucho menos demostrar que 'dialogando' con el Fondo o con
Bush se pueda llegar a la conclusión de que la prioridad sea la desocupación o
el salario por el piso, la educación o la salud y que allí deban ser volcados
los recursos y las riquezas que producimos. Todo lo contrario y así lo
demuestran décadas de experiencias terribles para nuestros pueblos.
Argentina creció a más del 8 % y este año crecerá alrededor del 7% pero Kirchner
ató los pagos precisamente al crecimiento (3% del PBI). Más se crece más se
paga.. Que además es lo que implora Kirchner al Fondo y al G-7: 'Déjennos crecer
así podemos pagarles'. Y ese crecimiento además es absolutamente circunstancial
Crecer para pagar se propone en definitiva. Más lamentable todavía. No es crecer
para mejorar el pueblo. Crecer para que puedan cobrar la deuda. Lo cierto es que
la experiencia demuestra que porque paga el país no crece y cuando
circunstancialmente crece es para pagar y retomar el círculo vicioso.
Como ya hemos señalado la reactivación se ha conseguido aprovechando lo que se
llama la capacidad instalada ociosa en un marco internacional favorable
especialmente signado por los altos precios de los productos primarios que
exporta el país (en particular la soja y también el petróleo) y las bajísimas
tasas de interés internacional (la más baja en décadas). No ha habido en cambio
aumento de la infraestructura ni de inversiones significativas. Luego de varios
años de un proceso recesivo agudo los índices de crecimiento y la recaudación
fiscal fueron altísimos. Pero todos los elementos que integran la coyuntura y
que la hacen muy favorable son precarios y sobretodo respecto de los que el país
no tiene influencia alguna. Huelga decir que los precios internacionales y las
tasas están fuera de cualquier posibilidad de incidencia del país y medido en
plazos más extensos han resultados históricamente desfavorables para naciones
como los nuestras. Los índices de crecimiento bajarán cuando dejen de influir
los factores apuntados. Que en esta coyuntura de crecimiento del PIB se estén
priorizando los pagos de deuda externa como hemos demostrado acentúa el carácter
perverso y proimperial de las políticas y decisiones gubernamentales. Y ya está
empezando a cambiar ese 'escenario internacional' y local. Los precios de la
soja empiezan a bajar y la Reserva Federal norteamericana ha anunciado el
próximo aumento de las tasas de interés mientras que ya la actividad económica
en el país no avanza de la misma forma que el año pasado y, como lo destacamos
más arriba, cada vez genera menos empleo.
Ello repercute en forma concreta en nuestra vida cotidiana. El 'extraordinario'
crecimiento del PBI es para la población una cita estadística o algo que escucha
en los medios ya que su nivel de vida no mejora sino empeora. La pobreza sigue
afectando, sin variación, a cerca del 50 % de la población y la indigencia ha
crecido por los aumentos de los precios de los productos de la canasta familiar.
El desempleo bajó solo levemente y los empleos nuevos son en 'negro', informales
y precarizados con retribuciones miserables.
¿Es lo mismo una caída del PBI que un aumento del 8% del mismo?. Con estas
políticas para la mayoría del pueblo su situación no ha variado.
Por supuesto no es lo mismo para el FMI, el Banco Mundial o el BID que como
hemos visto han cobrado sumas cuantiosas gracias a ese aumento del producto.
Tampoco es lo mismo para grandes empresas que operan en el país como lo festejan
los grandes empresarios.
Hemos intentado en tantos años y lo seguimos haciendo en la actualidad integrar
-en el camino de interrumpir las negociaciones y dejar de pagar- todos los
elementos que ayuden a hacer más fuerte y posible ese sendero de cambio que
proponemos. Así lo pensamos en la pelea por combinarlo con otras medidas como
las que el pueblo controle las exportaciones y el comercio exterior y la banca
para que una suspensión de pagos no termine en una más profunda fuga de
capitales o también la lucha por lograr la propiedad pública de los servicios
esenciales o de recursos naturales importantes o imprescindibles. Y lo mismo en
explorar formas de acciones latinoamericanas conjuntas que den a esta peleas
contra la colonización imperial la posibilidad de que se concreten con éxito.
Son muchas las voces que han venido postulando otro camino. Entre ellas algunas
de las que se han nucleado en los Economistas de Izquierda (EDI) y que han sido
aludidos precedentemente. Existen otros economistas o sectores políticos o
sociales que han reclamado cambios en la política hacia el FMI o respecto de los
pagos de deuda pública.
Resulta novedoso asimismo el hecho que en los últimos años son muchos los
economistas y ex - funcionarios de los propios organismos financieros que han
salido a denunciar el rol nefasto de los mismos y a aconsejar a los países
considerados deudores a prescindir de ellos en la toma de decisión de las
políticas económicas. El más notorio de ellos, el premio Nobel de Economía y ex
- funcionario del Banco Mundial, Joseph Stiglitz.
Otros economistas se suman a cuestionar el camino actual incluyendo el que
recorre el propio presidente Kirchner. Mark Waisbrot, co - director del Center
for Economic and Policy Resarch, de Washington, opina, 'que es hora de que el
gobierno argentino empiece a considerar la posibilidad de 'dejar de lado al FMI
para construir el crecimiento económico por sus propios medios'. Caracterizado
como 'economista heterodoxo, crítico del Fondo y columnista en la gran prensa
estadounidense' afirma que 'si la Argentina crece, no necesita pactar con el
FMI' mientras abroga por 'una moratoria oficial' de toda la deuda 'por lo menos
hasta que la economía esté creciendo'. (Clarín, 17 de junio de 2002.) El
economista argentino Alan Cibils que trabaja con Waisbrot en el mismo Centro, se
pregunta '¿Porqué se le sigue dando cabida al FMI en la Argentina? ¿Porqué se
permite que el Fondo tenga ingerencia no sólo en la vida económica sino también
en la vida política...?'. 'Quizás -aventura- haya llegado el momento de una
nueva declaración de independencia'. (Página 12, 18 de mayo de 2003).
Mientras el vocero del Fondo señala que si Argentina no paga 'corre el riesgo de
quedar aislada de todo financiamiento' (Thomas Dawson, Clarín 14 de febrero),
Cibils, desenmascara el supuesto 'financiamiento' actual cuando afirma dice que
'es necesario resaltar que la Argentina no recibe préstamo alguno del FMI, sólo
recibe una postergación de vencimientos de capital'. (Página 12, Cash, 18 de
enero de 2004). A lo que agregamos nosotros que el Fondo, el Banco Mundial y el
BID tampoco cumplen con ello ya que no reembolsan todo lo que el gobierno de
Kirchner desembolsa en pagos de capital a esos organismos, como lo explicamos y
detallamos en otros trabajos. (ver ¿'Está enfrentando Kirchner al Grupo de los
Siete y al Fondo monetario Internacional?, en mimeo - Autodeterminación y
Libertad y expte. D- 6214 - 04).
En una actitud cómplice con los 'acreedores privilegiados' (FMI, BM, BID) el
gobierno se guarda bien de denunciar esa actitud. ¿Cómo se puede aislar al país
de financiamiento si hoy a pesar de los pagos que realiza el gobierno no se
recibe ningún financiamiento?.
Para mejorar los ingresos de la población, para crear fuentes de trabajo para
lograr que se inviertan en el país el resultado de lo que se produce, está
planteado como hemos insistido muchas veces y como lo ha señalado Katz una
confrontación 'tanto con los banqueros como con los grandes empresarios
argentinos', ya que esa política redistributiva 'sólo podrá sostenerse con
impuestos progresivos y con la cesación del pago de la deuda. No depende de una
u otra acción, sino de ambas y por eso, suspender los pagos de intereses para
canalizar el ahorro hacia los capitalistas locales sería tan nefasto como
transferir los subsidios que reciben estos grupos hacia los banqueros'. (Como
hacer el shock redistributivo, ponencia citada).
Y refiriéndose a la eventual impugnación de la deuda y a la decisión de no
reconocer la legitimidad de más pagos Katz agrega que 'el desconocimiento de la
hipoteca tiene mayor gravitación política, porque forma parte de una lucha
mundial contra el despojo financiero que sufren los países periféricos. Es una
reivindicación que unifica la acción solidaria de todos los pueblos afectados
por la opresión imperialista.(citado). La lucha por interrumpir los pagos y las
negociaciones es un gran desafío.
6.- A una 'causa nacional' un debate y una decisión nacional.
Como ya lo señalamos el propio discurso del gobierno exige pelear por otros
mecanismos de decisión. Kirchner ha dicho que el país esta frente a una causa
nacional y que lo que se resuelva 'involucrará a las generaciones venideras'. Si
es así porque no abrir un debate nacional? ¿Porqué no escuchar todas las
opiniones si lo que se resuelva afectará a varias generaciones?. ¿Cómo dejar en
manos de Kirchner y Lavagna el futuro nuestro, de nuestros hijos, nietos y
bisnietos por más expectativas que tenga la población en el presidente?.
Si analizamos lo expuesto se desnuda la maniobra del gobierno. Si es una causa
nacional, la va enfrentar solo? ¿La va enfrentar con 'luchadores nacionales'
como los empresarios que apoyaron a Videla y Cavallo, luego a Alfonsín, más
tarde a Menem y Cavallo nuevamente, a De la Rúa, a Duhalde y ahora son
entusiastas kirchneristas como Pagani o Roggio o Rocca o Telecom? ¿Acaso con
Daher, Cavallieri, Moyano, José Rodríguez? ¿con los senadores o diputados que le
votaron todo lo que pedía el FMI? ¿O quizás directamente enfrentará esa causa
nacional junto a Bush y con el FMI, los nuevos 'socios' que descubrieron
Kirchner y Lavagna?
Al contrario es un desafío histórico que el pueblo ejerza su derecho a
autodeterminarse y resuelva todo lo relacionado con la deuda y el FMI. Debe
abrirse un debate nacional sobre los pasos a dar.
Y mientras tanto, resulta imprescindible lograr que se interrumpan las presuntas
'negociaciones' (imposiciones) y fundamentalmente que durante el debate se
interrumpa todo pago a los organismos financieros internacionales de una deuda
cuestionada con sólidos elementos.
Y parte de la pelea es buscar fuerza en los pueblos latinoamericanos. Ello
permitirá recurrir e integrarse a una América Latina que está atravesando
similares circunstancias y a pueblos y organizaciones que en el mundo son parte
de luchas contra la mundialización capitalista y sus efectos bárbaros y
posibilitará que las medidas que proponemos, lejos de encerrarnos o aislarnos
como pregonan los defensores de los sectores dominantes, nos abran a una
realidad que nos fortalezca y enriquezca. Los nombres de Bush y Blair, son
símbolos odiados por masivos sentimientos y acciones de protesta en todo el
mundo. Es la rebeldía lo que sale a la superficie y cada vez más factores
sientan las bases para que se expresen en conjunto. Un amplio debate nacional
donde se vuelquen todos los elementos que ayuden a valorar los aspectos
negativos y positivos de los desafíos que están planteados y una decisión
popular deben marcar el camino. Pelear por obtenerlos es el primer paso que
proponemos.
7.- Luchar por una consulta popular vinculante.
Mediante este proyecto de ley proponemos la convocatoria a una consulta popular
vinculante cuyo resultado sea obligatorio para el gobierno nacional.
La consulta tendría el objetivo que se emita opinión sobre si continúa
decidiendo el gobierno o debe ser el pueblo el que decida como encarar todo lo
referido a la deuda externa. Si la consulta arrojara el resultado de que debe
ser el pueblo el que decida se deben interrumpir los pagos y las negociaciones,
investigar sus orígenes, sus montos, lo que ya se pagó, los que se beneficiaron
con el endeudamiento externo o lo solicitaron, los criterios que el llamado G-7,
el FMI y los acreedores privados han exigido y exigen para su pago, la relación
entre los pagos de la deuda y el empleo, el salario, la educación y la salud,
las posibilidades o no de acciones latinoamericanas conjuntas y las
consecuencias favorables o desfavorables que puede tener pagar o no pagar en el
futuro.
El proyecto prevé la convocatoria a una segunda consulta obligatoria y
vinculante para que se efectivice el derecho a que sea el pueblo el que decide
sobre el tema.
Se realizará una nueva consulta popular vinculante en un plazo que no sea
inferior a seis meses y no mayor a un (1) año de realizada la primer consulta
convocada por la presente ley a efectos de que el pueblo decida efectivamente -luego
del debate nacional que proponemos- si se desconoce la deuda y se deja de
pagarla o si se reinician los pagos interrumpidos.
Nuestra opinión -reiteramos- ha sido expuesta de todas las formas que hemos
podido respecto a que debe dejar de pagarse esa deuda que se nos reclama y que
debe ser desconocida. Que esa es la verdadera salida para nuestro pueblos
latinoamericanos en lo referido al endeudamiento usurero que nos condiciona.
Pero reclamamos participar de un debate imprescindible con todas las posiciones
existentes y que surjan de un debate nacional. Y rechazamos las imposiciones de
que la política que se siguió hasta ahora es 'el único camino' tanto como
desafiamos a que sea el pueblo el que decida.
El gobierno -ni el Congreso Nacional- promoverán la apertura de ningún debate
nacional ni va aceptar que la población decida sobre el presente, nuestro futuro
y el de nuestros hijos. Tampoco va a recurrir a la lucha conjunta con los
pueblos latinoamericanos.
No va a convocar a la consulta popular que proponemos y el Congreso Nacional ya
ha mostrado que ha renunciado a cumplir con lo que la propia Constitución que
ellos redactaron les indica. Tenemos que pelear por arrancar ese derecho
democrático elemental. Por eso es un desafío especialmente para nosotros como
pueblo; por recorrer caminos de autodeterminación y autoorganización. Pelear por
exigir ser consultados y poder decidir en todo lo que se refiere a la deuda
externa guarda relación con poder decidir sobre cómo distribuir la riqueza que
el pueblo produce, las posibilidades de trabajar, crecer, mejorar salarios,
estudiar, acceder a la salud o a una vivienda digna, tener una jubilación que
nos permita vivir con decoro luego de una vida de trabajo. Guarda relación
también con empezar a construir desde abajo un proyecto de país y continente
autónomos que sean ámbitos donde los criterios imperantes sean los que nos
ayuden a satisfacer lo que necesitamos como pueblo para vivir desarrollándonos
en todos los aspectos reemplazando a las actuales pautas que tienden a asegurar
las ganancias de unos pocos. Los de 'arriba' no lo harán por nosotros.
Es un desafío que peleemos por hacernos cargo y autodeterminarnos como pueblo.
El nuevo país que tenemos que construir surgirá de un pueblo autodeterminado, no
de la dirigencia y la clase dominante que lo saqueó y destruyó mientras se
enriquecía.
Al servicio de esa pelea presentamos este proyecto.
Luis F. Zamora - Carlos Tinnirello - Marta De Brasi
Autodeterminación y Libertad
Presentado el 23 de junio de 2004. (Expte. 3711 - D - 04)