Argentina: La lucha continúa
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La fábrica de cucos
Barrocos en lo que hace al odio, el crimen y la perversión, los represores y
genocidas nunca tuvieron muchas luces intelectuales en Argentina.
Siempre necesitaron de creativos y de escribas para justificar dictaduras y
terrorismos.
Mario Burgos
Partido por la Victoria del Pueblo
El 27 de junio, a dos años de los asesinatos de Darío y Maxi y
a un día del asesinato del Oso Cisneros, Ricardo Kirschbaum
pontifica desde el diario Clarín:
Hay que respetar el sistema
por Ricardo Kirschbaum -
EDITOR GENERAL DE CLARIN - 27 de junio de 2004
La escalada piquetera pasó decididamente al terreno político, a la disputa
efectiva del poder. La dinámica de las movilizaciones tuvo siempre esa raíz pero
ahora, a la luz de las declaraciones de sus dirigentes y de quienes se
distinguen a favor o en contra del Gobierno, ya nadie puede disimularlas como
una protesta social. Es una concepción y una estrategia.
Uno de sus más promocionados dirigentes lo ha dicho con todas las letras: buscan
un levantamiento popular para llegar al poder. No es la primera vez ni la última
que se expresa ese objetivo, desechando el sistema electoral como vía legal para
alcanzarlo. No importa que la sociedad argentina haya elegido el sistema
democrático para vivir y elegir a sus gobiernos y representantes.
Esa meta, según la visión de esos sectores, no está tan lejos. Y esa presunta
cercanía, producto de un análisis reduccionista y mecánico, azuza la escalada.
Ocupación de empresas, dominio de la calle, certeza de que no hay otra verdad
que la de sus consignas. Cualquier razón institucional es un obstáculo: la
protesta vive su propio mundo y reconoce sólo sus valores. Así se acerca a la
provocación.
Kirchner ha dicho que no reprimirá. El cumplimiento de la ley, deducen en la
Rosada, es reprimir. Es un riesgo que apunta al agotamiento y aislamiento de los
más duros. Hasta ahora esa táctica levantó críticas por la inacción. Y ese
vacío, difícil de llenar, se cubre con una policía sospechada que, además, no
sabe si es auxiliar de la Justicia o apéndice del poder.
Los partidos políticos, ante esto, son observadores pasivos de la situación. Más
aún: hay utilización de sectores piqueteros en la lucha política. El
cumplimiento de la ley no es un capricho ni una conveniencia circunstancial. La
credibilidad en el sistema no se recupera si el sistema no se respeta. Es hora
de que todos lo entiendan.
Ud puede contestarle a rkirschbaum@clarin.com