Argentina: La lucha continúa
|
El codigo de convivencia urbana es una gota en el oceano,
en la semana han pasado cosas mucho mas importantes…
no a la convivencia de los macris…
Elena Luz González
Argenpress.info
Desde la imposición del modelo neoliberal, la ahora forma de llamar a la
marginación, o sea la exclusión social tiene involucrados a más del cincuenta
por ciento de la población de nuestro país, y no podemos decir argentina, porque
nuestro país tiene una cantidad muy importante de habitantes de otros países,
sobretodo de América Latina.
En este Código de Convivencia Urbana, que se pone en las decisiones y las
cabezas de quienes llevaron al hambre y la desocupación a más de la mitad de
nuestra población, está, concretamente, el dejar fuera a todos los que son
considerados ciudadanos de segunda, porque Buenos Aires, la Capital de los aires
extranjerizantes, no puede dejar en sus límites y menos en su geografía a
aquellos que son preciados de: prostitutas, travestis, vendedores ambulantes,
mercaderes de todo tipo; por otro lado condenar a los jóvenes y lograr la
imputabilidad de los mismos a partir de los 16 años está en los planes de la
¨convivencia¨… y así de seguido.
O sea, la imposición autoritaria de este Código u otras formas, perjudica a
todas las pequeñas comunidades, sectores determinados que están en los
¨margenes¨ o bien son las inmensas mayorías de damnificados, las víctimas de las
políticas de desindustrialización y pérdida de todas las conquistas sociales.
El viernes 16 de julio, durante cinco horas en pleno centro porteño se
produjeron revueltas, roturas, desmanes, mucha agua, gases, mucha bronca,
indiferencia y destrozos, todo esto en la Legislatura Porteña, a la altura de
Perú al 100. Hace una semana cuando se aprobó el Código de Convivencia Urbana en
forma general, generó entre los asistentes, prostitutas, travestis, vendedores
ambulantes y miembros de asambleas que se fueron contra esta votación, porque
cada uno de estos sectores quedaban perjudicados en sus necesidades; léase en
sus perentorias preocupaciones laborales.
En cuanto a lo del viernes 17, se llevaría a cabo la aprobación en particular
del Código de Convivencia Urbana, y hubo una movilización de distintos sectores:
los estudiantes secundarios conocedores del gatillo fácil y de los males de la
imputabilidad Macri-Blumberg y compañía se dieron cita, por otro lado a estos
sectores ¨marginados¨ se sumaron los partidos de izquierda. Y la furia fue
realmente dantesca. Hubo bronca de estudiantes, vendedores, prostitutas y
travestis. Pero algo y algunos fueron funcionales a los macris.
Los grandes medios volvieron a utilizar como si hubiese una cadena y pasaron los
destrozos y más de un periodista también funcional al macrismo condenó
enérgicamente lo que estaba sucediendo en la Legislatura…
Hay unos treinta detenidos, varios heridos, nada grave, y destrozos en el
palacio Legislativo. Los medios televisivos reflejaron, claramente, efectivos
policiales u otros, vestidos de civil, un comisario fue agredido y estaba de
civil. ¿Quién o quienes montaron la provocación?, ¿Quién o quienes son los
responsables?...
Cual es la verdadera causa de la violencia: El Código de Convivencia Urbana que
genera violencia en si misma: marginación de los vendedores ambulantes a otros
espacios, eso provoca pérdidas de trabajo. Travestis y meretrices a zonas
privadas y de esa forma ocultar que hay mujeres y otras/os que trabajan con su
cuerpo porque no tienen otras posibilidades. Jóvenes que deben cuidarse y estar
prevenidos de cualquier escándalo que se produzca, porque con 16 años irán a la
cárcel. O sea mucha represión, mucha moralina y pocas, ninguna solución social.
Se entiende, el Código es para los que quieren una ciudad para otras minorías…
Por otro lado, aclaremos algo, estas minorías ¨afortunadas¨ no consideran a los
trabajadores merecedores de vivir en Buenos Aires, por eso deben ser expulsados.
En las lides de Macri y su Código los quieren dejar afuera, porque al igual que
la última dictadura militar, la ciudad debe ser ¨despejada de pobres¨. Y así
fue, barrios derrumbados por las topadoras, villas expulsadas hacia la provincia
de Buenos Aires, y por supuesto aparecieron los ¨dios, familia y tradición¨,
para expulsar a aquellos que atentaban contra la moral ¨cirstiana¨. No la de
Jesús arrojando a los fariseos del templo, sino la que expulsa a los pobres de
las estructuras, de cúpula, de esta iglesia o de todas las estructuras
religiosas.
Y también fue en la Tucumán dominada por Bussi, cuando arrojó a pordioseros,
cirujas y hombres sin hogar en los valles de Catamarca, y a todos los habitantes
de las villas les levantó tapiales para que no fueron vistos, esto en el camino
que va hacia el aeropuerto.
Esta es la misma política de, la derecha fascista, esconder la ¨vergüenza¨ y
arrinconarla…
Esto era previsible, lamentablemente, Macri y sus legisladores lograron que, se
aprobara en general este Código, supuesto, de Convivencia Urbana.
Los concesionarios del Correo Argentino, o sea los Macri, promovidos por la
danza de la fortuna del menemismo, dejaron caer la concesión y entregaron la
empresa en las peores condiciones. Este individuo es el que intenta hablar de
convivencia...
Y ahora provoca, y ahora dice que hay que usar la represión, la Policía para
sofocar a los violentos, ¿y su violencia, y la violencia de su familia y sus
negocios? ellos son directos responsables de la pobreza y la desesperación de
millones de familias en todo nuestro territorio.
Tiene suerte, porque este sujeto, aún, y por falta del enjuiciamiento necesario,
no está pagando por el hambre que ha dejado a millones, y los grandes medios
orales, escritos le dan espacio, horas, y todavía lo aplauden.
Y por otro lado existen los que son funcionales para que estos macris hablen…
Y el Código de Convivencia es una gota en medio del gran océano, en esta misma
semana los perjudicados del corralito quemaron inciensos en el Palacio de
Justicia, y los mismos que ayer salieron a condenar, cerraron la boca. Hay
fogatas de primera y de segunda… las de primera atentan contra la seguridad
nacional, o sea piqueteros, desocupados y quienes reclaman. Los del corralito,
los que rompieron bancos, pintaron el centro y se fueron porque les habían
incautado sus ahorros no atentan contra la seguridad, ni son mal vistos en el
exterior.
Por lo menos, todo esto es bien burdo, no merece más reflexiones…
Lo más triste es que hay gente, no pueblo, gente que repite como loros lo que
dicen los medios…
Y decimos que es una gota en el océano porque lo que merece prensa y
preocupación debería ser el MAIZ TRANSGENICO, LA CAMARA FEDERAL volviendo a
fojas cero las corrupciones denunciadas por PONTACUARTO, LA MISMA JUSTICIA
ARGENTINA QUE LEGISLA A FAVOR DE BENETTON, CONTRA LAS COMUNIDADES ORIGINARIAS.
NO HAY PRENSA PARA LOS ATROPELLOS DE ROMERO EN SALTA, EL PRIMER MES DE LA
TRAGEDIA DE RIO TURBIO… no vuelve a merecer primera plana…
Como no tiene prensa que el trabajo en negro es importante en nuestro país y que
eso genera niveles de grandes injusticias, que miles son los niños que mueren
por mes y en forma injusta y silenciosa. No merece prensa, ni indignación los
niveles de analfabetismo, y ni siquiera los aspectos positivos de promover las
escuelas bilingües en nuestro norte argentino, respetando los orígenes,
tradiciones e identidad de nuestras comunidades originarias.
La prensa, esta prensa, estos periodistas no condenan a los macris por sus
cortes y piquetes sociales, los que han llevado a cabo desde hace más de una
década, al lado del menemismo, condenando a la muerte y desaparición,
flexibilización laboral y desocupación mediante, arrojándolos a la calle como
Bussi… porque el corte es una forma de hacerse oír… son millones de hombres y
mujeres faltos de trabajo, condenados a la exclusión, sin educación y salud para
ellos y sus hijos.
No hay críticas… hay grandes silencios, genuflexiones eternas y ocultamiento de
la realidad…
El Código y esos destrozos, son funcionales a las aspiraciones de los macris…
hacer de las víctimas victimarios, de los responsables del genocidio silencioso
y no tanto, hombres de bien, de la justicia que no llega, una parábola eterna de
esperas y más silencios, de los hartazgos populares una culpa sin atenuantes,
porque de esa forma se consolidan en sus poltronas los que aún dominan.
No podemos caer, nuevamente, en las redes del neoliberalismo y del huido, que
tiene su madriguera en Chile y una sucursal con varios empleados en estas
costas… está en nosotros evitarlo. Sigue habiendo un pueblo que todos los días
demuestra que es posible otro país, otra historia, nuestra memoria y una
identidad nuestra, bien nuestra…