Los Derechos Humanos No se plebiscitan. El Hambre No se plebiscita.

La desocupación No se plebiscita. Es una obligación de los Estados, tan natural como humanitaria, tan racional como legitima, asistir a los miles de desocupados de esos mismos Estados, y que este mismo Gobierno, excluyo del mercado del mercado laboral. Este plebiscito convocado por los hermanos del Feudo, es uno de los mas grandes chantajes institucionales ,que pudiera pergeñar la vesanica imaginación de un régimen descompuesto.
Chantaje, porque es innecesario que se obligue al pueblo a decidir, sobre lo que el pueblo no se opone. Chantaje, porque el plebiscito, entraña una extorsión a los habitantes de San Luis para que voten a favor de sus hermanos desocupados. Chantaje porque significa una amenaza caprichosa e irresponsable, para la continuidad de un programa, sobre el que es una obligación sostenerlo, mejorarlo, transformarlo en trabajo productivo. Chantaje porque el plebiscito es una imposición y una estafa a las conciencias, porque obliga a responder sobre lo que es innegable.Y de esa violencia institucional a la que simpre apelan las tiranias para encontrar un sostén, a su propia debilidad. Este plebiscito No le sirve al Pueblo de San Luis, No le sirve a los trabajadores de inclusión, le sirve solamente a la familia gobernante, porque sitiados por su propia decadencia, quieren exhibir un resultado que los exima de su incapacidad y de su precaria soledad política.
El Pueblo de San Luis, advertido de esta maniobra, y a pesar de la desmesurada publicidad que engrosa la rentabilidad de la empresa Payne, sabe de la trampa y responde con indiferencia. Sabe que aunque no se concurra a votar, las urnas aparecerán llenas .La trampa y el fraude están en marcha.Y desde esta Multisectorial decimos que es obligación de la justicia contestar el Amparo que hemos presentado, y detener este chantaje, que nada le aporta a la democracia y a la convivencia pacifica entre los Sanluiseños. Nosotros ,ante la pobreza de miles de hogares Sanluiseños, ante el Hambre, la desesperación y el dolor, generado por la ineptitud de esta familia gobernante, no nos negamos a este subsidio a la desocupación, pero decimos que la sociedad Sanluiseña esta urgida de futuro. Necesitada de un mañana que no este atada permanentemente, a un asistencialismo, que solo aporta rehenes políticos a los déspotas. Queremos la realización humana, el salario digno,la redistribución equitativa de las rentas publicas, la expansión de la economía provincial, la reconstrucción del aparato productivo, la planificación de una infraestructura para el desarrollo, la ampliación del consumo. Queremos Salud. Queremos un Hospital Publico que funcione adecuadamente, que respete a sus trabajadores y que le de una eficiente cobertura a las necesidades del Pueblo. Queremos recuperar la obra social de los trabajadores del Estado ,para que se administrada por sus auténticos dueños, los propios trabajadores, tala como desde hace años, los ha venido peleando la Asociación Trabajadores del Estado (A.T.E.).Y si ellos quieren un plebiscito, plebiscitemos la salud publica para saber si el pueblo esta de acuerdo con la salud que tenemos. Que acepten del mismo modo, el desafío de someterse a la consulta popular, para que el pueblo decida por el Municipio que quiere, Reconocemos, la heroica resistencia de los trabajadores del Sindicato que los nuclea , de los Concejales que siguen peleando por la Autonomía Municipal, de la legalidad y la persistencia en la lucha del Ingeniero Pérsico, que pese al avasallamiento y la asfixia económica que le provoca el gobierno provincial y la Sra. Torrontegui , continua inclaudicable en la defensa de la Institución que conduce.
Y si finalmente, quieren un plebiscito, consulten para saber si el pueblo de San Luis, quiere que se esclarezca hasta sus ultimas consecuencias, el asesinato de los chicos Luna y Martínez .NO nos olvidemos de ellos .Y no permitiremos que prescriba su causa. Fueron niños, que le cegaron la vida .Hoy serian jóvenes de poco mas de veinte años.
La violencia de la impunidad, nunca podrá, imponernos el olvido.