Argentina: La lucha contin�a
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La Privatizaci�n del Agua y el Banco Mundial
Ra�l A. Wiener
Alai-amlatina
En un spot publicitario que se pasa por cable, el Banco Mundial toma el
rostro y la voz de algunos ni�os y ni�as, que inocentemente anuncian que el
sue�o de dicha instituci�n es un mundo sin pobreza.
Pero cuando est�n despiertos, los del Banco Mundial, que son siempre mucho
mayores y recorridos que los de la propaganda, promueven las privatizaciones, a
lo largo y ancho del mundo.
Otro sue�o propagand�stico del Banco Mundial es que todos los habitantes de la
Tierra logren acceso al agua limpia, para mejorar su calidad de vida.
Pero cuando est�n despiertos, los del Banco Mundial est�n m�s preocupado en las
transnacionales que van a comprar en las subastas de los servicios nacionales de
agua, que en ayudar a cambiar el desbalance mundial en la distribuci�n de este
vital recurso e impulsar pol�ticas p�blicas y participaciones del sector privado
para llegar a los que no son atendidos.
Actualmente un habitante del sur consume un promedio de 20 litros de agua por
d�a. Un estadounidense supera los 600 litros.
A la velocidad actual consumo se llegar� al final de los pr�ximos 20 a�os con
m�s de 3 mil millones de seres humanos sin acceso al agua potable.
Y con una perspectiva de conflicto global por el control de las fuentes de
abastecimiento, que podr�a ser la guerra m�s pavorosa que se haya conocido.
Todo esto podr�a evitarse de dos maneras: (a) reduciendo el sobre consumo del
norte a un nivel razonable, lo que permitir�a desacelerar la tendencia de
agotamiento de las reservas y compartir mejor con los pobres del sur; (b)
ampliando nuevas fuentes de agua para su uso planificado, evitando su
depredaci�n.
�Qu� hace y qu� propone el Banco Mundial, que concentra un enorme capital para
cr�ditos y donaciones aportado globalmente, y que tiene un indiscutible poder de
convencimiento sobre los gobiernos que saben cualquier pelea con ellos equivale
a chocar con la banca y las inversiones internacionales, ante este escenario de
desastre que se anuncia en el horizonte?
Promueve las privatizaciones.
El Banco Mundial, ha defendido permanentemente la tesis que la forma de aumentar
la disponibilidad de agua, es trat�ndola como un producto m�s del suelo y del
subsuelo, que como el cobre, el oro y el petr�leo, debe ser explorado y
desarrollado por capitales privados que tengan el aliciente de la ganancia para
animarse a invertir.
Pero, como la condici�n para que el capital invierta en explotaciones nuevas es
que no tenga obst�culos para apropiarse tambi�n de las viejas, el Banco Mundial
tambi�n defiende la privatizaci�n de las empresas de servicio de agua en
operaciones.
Al final, por cierto, este termina siendo el tema clave y no las inversiones
nuevas.
En t�rminos de capital los plazos no est�n dictados por la velocidad en que las
poblaciones pueden quedarse sin bebida, sino en el que pueden hacer las mayores
ganancias, por el m�s largo tiempo y con el menor costo d inversi�n y riesgo de
capital posible.
Por eso hablamos de la necesidad de tener m�s agua y se contesta que hay que
vender las empresas de agua, como si una cosa tuviera que ver con la otra. Como
si alguna de las experiencias de privatizaci�n de servicios p�blicos, el
objetivo de los compradores hubiese sido llevar el servicio al que le falta, si
tienen tanto techo para explotar a los que ya est�n conectados.
El Banco Mundial, sin embargo, tiene su propia respuesta. La privatizaci�n
conduce a llevar a nivel real el precio de venta del agua a los usuarios
finales.
�Cu�l es el precio real? No el que cuesta extraerlo y distribuirlo. Sino el que
el mercado est� dispuesto y en condiciones de pagar en un escenario de creciente
escasez, de incapacidad de reemplazar por un sustituto y de oferta monop�lica.
El Banco Mundial adem�s dice que en el largo plazo funcionar� un mercado mundial
del agua, tal y cual hay con el petr�leo. As� que el precio real ser�, todo lo
anterior, pero bajo condiciones de competencia en la demanda:
- mucho mayor consumo en el norte con poder adquisitivo mucho m�s alto que en el
sur �cu�l puede ser el resultado?
En el futuro, para que una empresa o una familia de Estados Unidos, Europa o
Jap�n puedan seguir consumiendo los vol�menes de agua que hoy mantienen, van a
tener que pagar por ello.
Muy bien. Pero eso har� que los precios del mercado sean prohibitivos para una
parte muy grande de la poblaci�n del mundo. Les repartir�n seguramente bolsas
cada cierto tiempo con agua racionada.
El sue�o del Banco Mundial se estar� pareciendo entonces a una pesadilla.
Por todo ello, adem�s, no hay como tomar en serio la f�rmula que usan los
gobiernos de pa�ses como el nuestro para justificar la privatizaci�n y el
sometimiento al Banco Mundial:
- como no hay dinero en la caja fiscal que prioriza el pago de la deuda externa
y la compra de armamento a los pa�ses del norte, la opci�n que queda es
privatizar. Si hay un mill�n de personas sin agua en Lima y m�s del doble en el
resto del pa�s, s�lo cabe pedirle al capital privado que ponga la plata y santa
soluci�n.
Centenares, tal vez miles, de estudios se han hecho a todo costo, para llegar
siempre a la misma conclusi�n: si quisi�ramos dar servicio a todos los que no
tienen, tener reservas para el largo plazo, modernizar el servicio, cambiar la
tuber�a obsoleta y reducir las fugas, etc., se necesita tanta y tanta plata que
los Estados nunca podr�n hacerlo.
Curiosamente cuando se hace el balance pa�s por pa�s se comprueba que lo gastado
en estudios que llegan normalmente a la conclusi�n que ya sabemos, y que
plantean propuestas t�cnicas que con seguridad no ser�n tomadas en cuenta ni por
los Estados que quieren privatizar ni por los compradores de la privatizaci�n,
alcanza cifras extraordinarias que hubieran permitido pagar una parte importante
de las inversiones necesarias para la mejora del servicio.
No se crea, sin embargo, que este es un mero error por propensi�n al
intelectualismo. Nada que ver. Los estudios son un excelente negocio del Banco,
ya que siempre se devuelve el monto prestado con sus respectivos intereses, y se
logra en cambio el beneficio de comprometer gobiernos y sobre todo gobernantes,
instituciones y sobre todo sus equipos t�cnicos, en la direcci�n que el Banco
alienta. Muchos privatizadores han salido convencidos de los estudios del Banco
Mundial, tambi�n del BID y otras multilaterales, de que la privatizaci�n es la
�nica alternativa. Pero es leg�timo preguntarse si lo que los convenci� fue la
investigaci�n o del sueldo pagado por ella.
Lo mismo puede decirse del trato de prensa. La moda actual es que el Banco
Mundial y sus suced�neos inviertan en prensa. �Y cu�l es el problema? Que
tenemos una prensa que aparenta una sinceridad privatista, pero que suele
recibir un pago importante por el ejercicio de esa sinceridad.
Otro efecto de los estudios es que de repente nos convencen que el problema era
nuestro y mucho m�s grande que como lo �bamos viendo. Cre�amos que el no uso del
cr�dito japon�s para la ampliaci�n de las reservas de agua de Lima hab�a sido la
causa del atraso de los planes de expansi�n hacia las zonas de ocupaci�n
reciente en la ciudad y que deben consumir agua en cilindros. Cre�amos que la
empresa tal o cual, era mal manejada, por la interferencia de los alcaldes, el
manejo pol�tico y antit�cnico, las administraciones corruptas, etc.
Cre�amos que hab�a soluciones a la mano.
Pero de pronto las cifras de los estudios del Banco Mundial, irrumpen sobre
nosotros y nos lanzan el mensaje de que no hay manera como el Estado, las
regiones y los municipios puedan hacerse cargo del problema.
As� parece que la privatizaci�n es una bendici�n de dinero ajeno que anda por
ah� y que es cosa de agarrarnos fuerte de ella.
No hay un plan de privatizaci�n global; hay empresas nacionales que funcionan
mal y que piden a gritos ser privatizadas.
Este es el cuento que vende el Banco Mundial, creyendo que tambi�n nosotros
hemos terminado adormecidos en tantos a�os de mecedora neoliberal.
Veamos algunos datos:
- existen procesos de privatizaci�n de los servicios de agua potable en pa�ses
desarrollados (Inglaterra) y subdesarrollados, desde la segunda mitad de los
a�os 80.
- desde 1994, el tema del mercado de los servicios en todo el hemisferio
americano y de la apertura de las grandes fuentes de agua: Canad�, Amazon�a,
Patagonia, ha estado siendo tratado en el marco de las negociaciones del ALCA.
- en 1995 se suscribi� el Acuerdo General de Comercio de Servicios AGCS, como
parte de los compromisos impulsados por la Organizaci�n Mundial de Comercio OMC,
que establece un proceso de liberalizaci�n, desregulaci�n y privatizaci�n de los
servicios b�sicos, apuntando a la creaci�n de mercados globales del agua, la
energ�a, las telecomunicaciones, la salud, la educaci�n, entre otros.
- los acuerdos sobre servicios son especialmente peliagudos para la negociaci�n
internacional, lo que significa que cuando sus principales promotores que son
los pa�ses desarrollados se encuentran en dificultades para lograr decisiones
finales en escenarios de muchos pa�ses, se corren a un acuerdo de �mbito m�s
restringido: de la OMC al ALCA, por ejemplo, y si all� tampoco les es f�cil,
pasan a los TLC bilaterales.
Todos los compromisos de libre comercio han tenido una especial atenci�n al
asunto de los servicios y las privatizaciones. �C�mo afirmar entonces que este
es un problema de alguna empresa o alguna provincia espec�fica de un pa�s
perdido en el mundo como el Per�?
Lo que s� es claro, es que en el caso concreto del agua estamos ante un fen�meno
que a�n no ha sobrepasado el car�cter experimental. El modelo todav�a no est�
listo. Y es que hay detr�s una tradici�n demasiado larga de concebir el servicio
de agua como una obligaci�n del Estado y no como factor de negocio.
Actualmente s�lo el 5% de la prestaci�n de servicio de agua est� bajo manejo de
compa��as privadas a nivel mundial.
Adem�s, en el caso de estas privatizaciones, la cantidad de fracasos y
reversiones es muy superior que en cualquier otro sector: Cochabamba, Buenos
Aires, Atlanta, Manila, que fueron experiencias modelo del Banco Mundial y
terminaron en devoluci�n de las empresas luego que la poblaci�n no acept� el
ajuste de tarifas y las nuevas reglas del servicio, y que han conducido al
planteamiento de denuncias con abultadas pretensiones de indemnizaci�n por parte
de las transnacionales.
Otras privatizaciones del agua funcionan muy mal.
Recientemente nos hemos enterado que el primer caso de entrega de una gesti�n de
agua a una empresa privada en la provincia de Pacasmayo en La Libertad, concluy�
en la devoluci�n de la concesi�n. Las inversiones ofrecidas no se cumplieron. La
cobertura no creci�. El tiempo del servicio se redujo de cuatro horas diarias a
una hora, etc.
Recuperada por los municipios, la empresa ha mejorado de inmediato. Este caso
est� requiriendo una profunda investigaci�n.
Una de las razones por las que la apuesta de la privatizaci�n es tramposa y
mentirosa, es que las empresas privadas que invierten en agua en todo el mundo,
son contadas con la mano, principalmente de origen europeo y en menor grado
norteamericanas. Por m�s poderosas que sean cada una de ellas, la suma de toda
su capacidad econ�mica no podr�a cubrir sino una fracci�n min�scula de las
necesidades detectadas por los estudios del banco Mundial y otros organismos
similares, y para afrontar la crisis del agua para los pr�ximos 20 a�os.
Entonces, �c�mo se puede dar como soluci�n a lo que no tiene capacidad de serlo?
Una sola explicaci�n cabe aqu�, y es que el Banco Mundial est� trabajando
objetivamente para estas empresas y que las cifras globales son solamente una
manera de dramatizar la situaci�n para dar paso a inversores muy concretos.
Parece que el sue�o del Banco Mundial cuando asume su cara adulta, es que estas
empresas se apoderen de lo que puedan hacer suyo dentro del mercado de agua del
mundo y que desde all� puedan ensancharse y con las ganancias de un lugar abrir
nuevos negocios en otros, o convencer a inversionistas de otros sectores a
entrar en este pleito.
�Eso resuelve la crisis que se viene y las escaseces actuales?
Que cada uno de su respuesta.
Por ahora tengamos claro lo que se busca desde el Banco Mundial al promover la
privatizaci�n en el Per�.
- continuar la experimentaci�n hasta alcanzar el modelo eficiente de
privatizaci�n.
- empezar desde algunas empresas de provincias que podr�an mejorar el servicio
con un simple programa de racionalizaci�n y ajuste de tarifas.
- preparar las condiciones para la concesi�n de Sedapal que es el gran negocio a
la vista por el n�mero de conexiones que representa, y de otras prestadoras de
servicios de mayor cobertura.
- incorporar en perspectiva al Per� dentro del mercado global del agua.
En esas estamos.
Claro, por ahora estamos discutiendo la soluci�n a la crisis de las empresas
nacionales y locales, y leyendo las cifras locas que se requerir�an, seg�n los
estudios del Banco Mundial, para superar esta tr�gica situaci�n.
Y s�lo sospechamos que nos va a ocurrir lo que ha pasado en otras partes y es la
experiencia de las privatizaciones de empresas de servicios en el Per�.
Sospechamos que las tarifas van a ser mucho m�s altas. Porque cualquier empresa
que est� mal, podr�a estar r�pidamente bien si triplica sus precios y obliga a
pagar por su condici�n de monopolio. S�lo que si ahora lo hacen las empresas
municipales o el gobierno de Toledo los cuelgan en una plaza. Pero creen que es
m�s dif�cil hacerlo si se trata de una transnacional.
Sospechamos que en vez de asociarse, las ideas de venta de agua y conservaci�n
ambiental van a estar m�s distantes que nunca. Y si esto ocurre, porque los
concesionarios argumentan que ellos s�lo tienen el encargo de distribuir agua
potable, con toda seguridad estaremos yendo a generar da�os muy serios al
entorno natural que permite el agua limpia y sana. En perjuicio de la poblaci�n.
Sospechamos que con nuestra plata se van a realizar las inversiones que dicen
que justifican la privatizaci�n.
Sospechamos, es decir lo sabemos, pero no tomamos plena conciencia de lo que
significa, que la privatizaci�n creara fuertes monopolios. Que Sedapal
privatizada ser� como una segunda Telef�nica, con gran poder pol�tico. Y que las
provinciales ser�n probablemente las empresas m�s importantes de cada regi�n.
Sospechamos que perderemos democracia, porque el tema del servicio del agua ya
no ser� un debate con las autoridades, sino una fr�a oficina de informes de una
empresa privada.
Sospechamos que otra tanda de trabajadores va a perder su empleo para que los
operadores privados reduzcan sus costos.
Sospechamos que si nos metemos en este camino, despu�s va a ser mucho m�s
dif�cil volver para atr�s, ya que habr� todo tipo de presiones, demandas,
juicios y dem�s, para castigar la osad�a de intentar desarmar la privatizaci�n.
Sospechamos que el tema de los pobres sin servicios no lo encarar�n los
concesionarios y dir�n que si el Estado quiere aumentar la cobertura deber�
pagar la extensi�n. Si eso ocurre, como ha ocurrido tantas veces, la
justificaci�n de que el Estado ya no debe seguir gastando y que la esperanza de
los pobres ser�a una transnacional, caer� por los suelos.
Sospechamos que cuando una o m�s empresas extranjeras administren nuestras
fuentes de agua potable, ser� mucho m�s f�cil vender este recurso a compradores
del exterior. Parece fant�stico. Para eso se est� preparando el mundo
desarrollado desde hace algunos a�os, que ya tiene buena parte de la
infraestructura de importaci�n. Le faltan los exportadores confiables.
�Excesiva suspicacia de nuestra parte?
No creemos. Treinta a�os de recetas neoliberales, consenso de Washington,
ajustes, liberalizaci�n de mercados, reformas y privatizaciones, son m�s que
suficientes, para que nuestros sue�os actuales se realicen con los ojos bien
abiertos.
El primer principio que tenemos que subrayar cuantas veces sea necesario, es que
nuestros problemas no coinciden con los de las econom�as desarrolladas y en
algunos casos son contradictorios. El trato sur-norte, debe ser para cambiar las
reglas de juego, para que apunten a conservaci�n, protecci�n, justicia, equidad,
democracia, solidaridad. No para adaptarnos al despilfarro, la contaminaci�n, la
desigualdad, la imposici�n, el inter�s cortoplacista que domina a los m�s ricos
y para los cuales trabaja el Banco Mundial.
Si tenemos un sue�o es el de cambiar lo existente. Y si tenemos instrumentos
para hacerlo esos son nuestros recursos naturales y el trabajo de nuestra gente.
El agua es una especie de l�nea de frontera en el proceso de anulaci�n de
nuestros Estados como factores de desarrollo interno y actores aut�nomos en el
escenario global.
Pueden discutirse aqu� las medidas de salvataje y mejora, empresa por empresa,
regi�n por regi�n. No tenemos condiciones para hacerlo. No somos los llamados
tampoco a dar todas las respuestas.
Quede que si tenemos valores en el pa�s debemos usarlos en nuestro favor.
Si el fuerte tiene una debilidad, mejorar nuestra posici�n de negociaci�n.
Si requerimos capital, no vender por ello la dignidad.
Informar, siempre decir la verdad a la poblaci�n.
Democratizar, siempre hacer que en los asuntos importantes prime la opini�n de
la sociedad.
En Argentina, unos ni�os y ni�as, salen en un spot y dicen:
"nuestro sue�o es un mundo donde el futuro y la sed de los pobres no dependa de
la sed de ganancia de los m�s ricos"
"nuestro sue�o es un mundo sin Banco Mundial"