Argentina: La lucha continúa
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Privatización del Acuífero Guaraní
La batalla por el agua ha comenzado
Carlos Dilitio
La privatización del Acuífero Guaraní es la punta del iceberg de la apropiación de los recursos naturales de Latinoamérica por parte del imperio y es la primera batalla importante por el agua.
El Banco Mundial ha realizado un llamado a licitación para levantar un nuevo mapa base del Acuífero Guaraní, el 1 de Julio de este año.
Están decidiendo si se lo dan a una empresa canadiense, a una española, a una sudafricana o una de Brasil; pero simultáneamente se ha llamado para hacer un estudio hidro–geológico general, que tiene análisis termal; y las empresas que se han presentado son de Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Holanda, Inglaterra, Italia, Dinamarca, Canadá, Japón e Israel.
¿Porqué tanto interés en estos estudios que está vinculados al agua y al estudio de las termas? El interés, según la idea del Banco Mundial es "la preservación del acuífero de la contaminación y el desarrollo sustentable".
Para entender que significa esto: Cada vez que el Banco Mundial habla de preservación de recursos y desarrollo sustentable, implica el no uso de un recurso por parte de los habitantes de la región o país donde se encuentra, porque tiene que ser preservado –privatizado- para ser entregado a multinacionales, ya que según el Banco y los países del primer mundo, el agua es una mercadería más sujeta a las leyes de la oferta y la demanda del mercado.
Quiere decir, además, en referencia al "estudio de las aguas termales", que prefieren crear "centros de aguas termales con fines terapéutico-turísticos" y no permitir que se desarrollen proyectos nacionales donde el agua sea utilizada por los pueblos de la región, ya que esta debe ser "preservada" para cuando la necesiten ellos (el primer mundo).
Mientras haya desarrollo termal, no hay presión sobre los países, pero cuando un país empieza a utilizar este recurso para darle agua potable a su población, para desarrollar agricultura y para el desarrollo de su industria, principalmente la alimenticia, empieza la presión sobre los gobiernos para impedir este uso.
Estos "estudios" que están realizando, están complementados con estudios sociales y económicos a fondo, que prácticamente es un sistema de datos absoluto sobre población, cultura, sociedad, economía y funcionamiento de la población de la región.
¿Vale decir que están estudiando como hacer ingeniería social para quitarles los recursos a los pueblos sin que estos reaccionen o se opongan?
Van a tener toda la información, además, de la calidad de las aguas; que ya se sabe que los isótopos químicos que contienen las del Acuífero, que son las mismas el río Paraná, son isótopos que se utilizan en la tecnología aeroespacial.
Y aquí esta interviniendo la Organización Internacional de Energía Atómica, que destinó este año 300.000 dólares para seguir investigando este isótopo en los laboratorios.
Una vez realizados estos estudios, que a su vez está complementados con un fondo de universidades de 370.000 dólares, que se han adjudicado a universidades de los cuatro países del MERCOSUR, estos fondos, donde los científicos han firmado contrato con el Banco Mundial, donde se estipula que son empleados del Banco Mundial, donde se estipula que cada descubrimiento que hagan estos científicos es propiedad del Banco Mundial, la OEA, que es la secretaría oficial del proyecto y los investigadores.
Se ha cumplimentado también con un fondo de ciudadanía de 240.000 dls que va ser entregados a ONG´s que tengan que ver con el agua ("ecologistas" obviamente) que puedan aportar al proyecto tal como lo quiere el Banco Mundial.
Lo grave de todo esto es que en la Argentina las Universidades Nacional de Misiones; la Tecnológica de Entre Ríos; la UBA a través de Ingeniería; la Nacional del Nordeste y la del Litoral están implicadas en estos estudios, junto con la Secretaría de Ciencia y Técnica de la provincia de Misiones, la Asociación Bonaerense de Investigaciones Ambientales, la Municipalidad de Monte Caseros –Corrientes- y la universidad de San Andrés.
Esto implica para estas universidades y centros de estudios, en vez de significarles recursos adicionales para poder desarrollar una actividad independiente, se las está cooptando para dejarlas bajo la dependencia del Banco Mundial,
¿Dónde está el seguimiento que está haciendo el estado en este caso?
Es patético como están cooptando y comprando a los investigadores y universidades para llevarlos al objetivo que no se toque el recurso y que cuando se lo emplee quede bajo una increíble capacidad de maniobra del Banco Mundial.
¿EL ESTADO ESTÁ PINTADO?
El actual gobierno no ha revertido la situación. Desde 1997 el proyecto está en manos del Banco Mundial por decisión de los cuatro países de la región. Las unidades ejecutoras de cada país siguen funcionando.
Funcionarios del poder ejecutivo argentino, están implicados en el proyecto, porque el poder ejecutivo sigue avalando el proyecto del Banco Mundial. Está implicada la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, está implicada la Jefatura de Gabinete, está implicada la Cancillería y los gobiernos provinciales de los territorios donde se encuentra el recurso.
El gobierno de Brasil, mientras defiende con uñas y dientes la cuenca del Amazonas, en el tema del acuífero mitra para otro lado. Parecería que el gobierno del Brasil habría arreglado a espaldas de los demás, para un control asociado con el Banco Mundial.
Por su parte Paraguay ha declarado la parte bajo su jurisdicción del Acuífero Guaraní propiedad del estado paraguayo y de todos sus habitantes, y que debe estar en manos del pueblo paraguayo.
El estado argentino ha sacado una declaración donde se "manifiesta preocupado" para que el recurso no sea declarado "patrimonio de la humanidad" –eufemismo que utilizan las multinacionales como paso previo a la apropiación o explotación de un bien o recurso-.
Para que sea declarado "patrimonio de la humanidad" hace falta el consentimiento del país local, si nó no se puede. Por más que a Estados Unidos y las Naciones Unidas se les ocurra.
En el comunicado se manifiesta que se van a reunir juristas de los cuatro países para "impedir esto".
El tema es que por agenda del Banco Mundial se van a reunir juristas de los cuatro países para precisamente lo contrario.
Se van a reunir, los juristas de los cuatro países, para adecuar toda la legislación sobre agua y recursos naturales que tienen los cuatro países a los intereses y a lo que mande el Banco Mundial en el proyecto.
Hay discursos muy bonitos pero en la realidad el camino va por otro lado.
En la realidad el Banco Mundial sigue llamando a licitación, el Banco Mundial sigue determinando que se hace y no se hace; el Banco Mundial sigue pasando revista y viene a controlar; que se estudia y cuando se termina, el Banco Mundial sigue pasando revista y viene a controlar 2 veces por año.
No sea cosa que alguien saque los platos fuera del plato.