Argentina: La lucha continúa
|
Marcha Campesina: Por la tierra, el agua y el monte
por (((i-SdE)))
Diana Gagliano/Giovanny Garrido
El 18 de junio de 2004, fue un día muy especial para la Provincia de Santiago
del Estero. Sin aparato que financie el traslado, cinco mil campesinos bajaron
por primera vez del monte, para reclamarle a la Intervención Federal sobre sus
derechos e impedir que Santiago del Estero se convierta en un desierto.
A las doce de un mediodía soleado, los campesinos, organizados en el Mocase,
después de mucho silencio, años de sufrimientos, marcharon por la ciudad para
hacer escuchar su voz, para presentarle a Lanusse, su propuesta política
agraria.
Uno de los principales reclamos tuvo una repuesta favorable: se paran los
desmontes, aunque sólo por seis meses.
Después de trabajar durante tres años, La Mesa de Tierra, tiene una propuesta,
tiene soluciones, tiene un compromiso con la tierra, con el agua, con el monte.
Ellos defienden los recursos naturales de todos los santiagueños, para continuar
viviendo en armonía con la naturaleza.
El documento representa la lucha de miles de campesinos, hacheros del monte,
trabajadores del surco, cosecheros de cosecha ajena. Es la voz de los que
siempre hablan en voz baja, de los que sufren desalojos porque la justicia nunca
defiende a los pobres.
También, es la voz de Zenón Ledesma, el querido "Chuca", fundador del MOCASE. Su
alma campesina los acompaña y los ilumina en esta hora de lucha y encuentro.
Estudiantes secundarios de la capital, se sumaron con aplausos al paso de la
multitudinaria marcha. El Movimiento de Artistas Populares de Santiago del
Estero (MAPSE) acompañó el encuentro. Rally Barrionuevo conmovió con su canto y
su poesía. Cuando interpretó el tema de Carlos Puebla, "Hasta siempre
comandante", hizo bailar a los presentes.
También participaron: Lucho Catán, referente del Mocase Los Juríes, la familia
Quiñones, desalojada el pasado mes de Abril, Liliana, hija de la campesina Nachi
Escalada, el abogado Luis Horacio Santucho, el MST, el MIJD, el Polo Obrero,
Madres Unidas de Pacará, Asociación de Familiares y ex Presos Políticos, Chekas
Causacunap, el Grupo de Reflexión Rural (GRR), con la presencia de Jorge Rulli y
Martin Tellechea, Olga Villalba, madre de una de la jóvenes víctimas del " doble
crimen", entre otras muchas organizaciones.
La cuestión principal es la posesión de la tierra.
La legislación argentina reconoce el derecho de los pobladores a la propiedad
de la tierra cuando han ejercido una posesión pacífica y continua por más de
veinte años, trabajando para lograr su sustento, haciendo mejoras, delimitando
sus cercos con alambrados y ramas, construyendo represas y pozos de agua.
El derecho existe pero los pobladores usualmente no tienen la información ni los
medios económicos necesarios para hacerlo valer. La ley de prescripción
veinteañal obliga a realizar una costosa mensura en la posesión, como un paso
previo a la iniciación del juicio que a su vez requiere del asesoramiento legal
correspondiente.
De este modo lo que está escrito en la ley es inalcanzable para las familias
campesinas que, en la mayoría de los casos, terminan siendo injustamente
desalojadas de sus posesiones; o son arrinconados en parcelas de escasa
superficie y de baja calidad de suelo.
Por otro lado, gran cantidad de familias rurales fueron desterradas de sus
posesiones sin siquiera pasar por los juzgados correspondientes. Con ayuda de
auxiliares de justicia (policías, jueces de paz no letrados) se concretaron
desalojos que dejan traslucir que los campesinos no fueron considerados como
ciudadanos con derechos adquiridos.
Con la pérdida de la tierra no solo se pierde un bien productivo, sino que las
familias experimentan la pérdida de su hogar, de su hábitat, de su propia
identidad.
En la actualidad, cientos de empresarios agrícolas, nacionales y extranjeros,
invadieron los campos santiagueños con la intención de comprar tierra y mano de
obra barata para producir fundamentalmente soja transgénica.
Propuesta de polìtica agraria
2w.jpg, image/jpeg, 386x586
Esta es la verdadera situación que se vive en muchos lugares de esta provincia.
Para terminar con estos abusos, ellos proponen:
" Lograr la normalización de los títulos de tenencia de la tierra de las
familias campesinas, reconociendo su derecho a poseerlas en propiedad luego de
haberlas trabajado durante años.
Una distribución de la tierra más justa en donde se contemple la cantidad de
hectáreas a otorgar en función de las distintas zonas agro-ecológicas de la
provincia.
Acceso a la tierra es disponer del agua y el bosque para vivir, para producir.
Significa también, acceso a la vida social, a la tecnología, a la educación, al
sistema de salud, a las distintas formas de intercambio".