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Argentina: La lucha continúa

A los estudiantes, profesores y no docentes de la Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

 Después de ocho años de labor docente al frente de la cátedra de Psicología Social, el viernes 12 del corriente la conducción de la Facultad, a través del vice decano, me comunica que "han decidido que no continúe más al frente de la cátedra". Las explicaciones son que desde hace un tiempo desde Psicología Social se viene atacando a la gestión de la facultad y que ellos no van a tolerar esos ataques o campañas. En un momento de la entrevista se vinculó esos ataques con una supuesta coordinación que habría aportado al reciente crecimiento en los porcentajes de votos obtenidos por las agrupaciones estudiantiles de oposición.

Más allá de los argumentos, que pasaré a considerar enseguida, el hecho de echar de la Facultad a una Cátedra que incomoda a la conducción, constituye una operación de intolerancia y ejercicio despótico del poder que contradice las condiciones de respeto, democracia y pluralidad que se necesitan para la labor docente universitaria. Si bien estas condiciones nunca gozaron de plena vigencia en Sociales de la UNLZ, este hecho de expulsar a una cátedra por los motivos expuestos constituye un grado mayúsculo de arbitrariedad y prepotencia que creo necesario denunciar.

Desde ya que, desde la lógica de la conducción, es comprensible que se saquen de encima a una cátedra que de algún modo molesta al funcionamiento de su esquema de poder. Que lo pueda entender como una consecuencia de un tipo de gestión autoritaria no implica que justifique esos métodos o que disminuya sus efectos nocivos en el seno de la comunidad universitaria. Esta medida es de tal gravedad que merece ser considerada en toda su significación.

¿Cuáles son aquellos aspectos de la actividad de Psicología Social que pueden haber inquietado a las autoridades? Hagamos un breve inventario.

Psicología Social tiene como algunos de sus ejes principales el estudio de la problemática inherente a la subjetividad y la operación de dispositivos subjetivantes. En función de esto, la cátedra diseñó un trabajo de campo a ser realizado por los alumnos, que implica el conocimiento de la realidad institucional y el análisis de las operaciones que puedan tener relevancia en la construcción de la subjetividad estudiantil. Para ello los estudiantes, en grupos pequeños, eligen un tema relativo a la facultad, a las expectativas estudiantiles, a la calidad de las carreras o cualquier otro vinculado al quehacer universitario. Asistidos por una Consultoría que la cátedra pone a su disposición, formulan sus hipótesis, recaban datos por medio de entrevistas abiertas o solicitando información en las áreas y elaboran sus informes.

Durante los dos cuatrimestres del año pasado unos 1.400 alumnos tuvieron la posibilidad de tornar pensable el hecho natural de su ser universitarios. Investigaron, encuestaron a sus compañeros, recabaron datos y trabajaron esos datos a través de un conjunto de conceptos aproximados por la cátedra tanto en las clases teóricas como en los textos trabajados en los prácticos. Investigación-acción, implicación, dispositivos, inmanencia, trascendencia, pensamiento en situación fueron algunos de los ejes que posibilitaban la articulación del material extraído.

Claro, algunos datos tocaron puntos sensibles de la conducción. Cuando algunos alumnos se volcaron a las oficinas a preguntar por el presupuesto y su utilización, la composición del Consejo Académico y su funcionamiento, los docentes concursados, la cantidad de docentes por alumno, todos datos que deben estar al alcance de quien los solicite puesto que se trata de una universidad pública y, por lo tanto, solventada con los aportes de los contribuyentes, la alarma cundió en la conducción. Fui convocado en dos o tres oportunidades para manifestarme que debía cesar esa persecución, que no era posible que los estudiantes estuvieran molestando con esas preguntas ya que algunos hasta se insolentaban si no se les respondía. De nada sirvió mostrar el instructivo del Trabajo de Campo para considerar su solidez conceptual y su condición de instrumento de trabajo, ni argumentar con el Programa a la vista la pertinencia teórica de la tarea y su importancia para la formación de jóvenes universitarios. Siendo que todos estos materiales y otros que hacen a nuestra tarea docente están publicados y al alcance de cualquiera, ni el decano, ni el secretario académico ni el vice decano tuvieron en ningún momento intención de llevar a cabo una discusión medianamente seria sobre el asunto. Estaban siendo atacados y debían cesar esos ataques. Eso era todo lo que les interesaba. Su posición de fuerza estaba en el hecho de tratarse de un docente contratado, como la gran mayoría en Sociales, cosa que les permite echar a quien quieran y cuando quieran.

Bien, en el caso de Psicología Social ese momento ha llegado. Tal vez alguna demora se deba a que no les resultó sencillo hallar a los reemplazantes. Pero ahora se terminó la molestia, Ferrara se dejará de "atacar" y la conducción podrá volver a la tranquilidad de sus cargos, sus negocios y sus operaciones políticas.

Lo que no debería terminarse es el escándalo de una medida como la expuesta, la impunidad de que gozan los que conducen Sociales, los efectos destructivos sobre la actividad docente y la posibilidad estudiantil de formarse con cátedras que posean una posición crítica, no ya contra los minúsculos intereses de la conducción, sino en relación a un sistema que genera corrupción, intolerancia y autoritarismo en todas partes. Al menos en todas partes donde se le permite.

¿En Ciencias Sociales de la UNLZ habrá llegado el momento de cuestionar seriamente estas prácticas arraigadas? Ojalá que así sea.

 

Licenciado Francisco Ferrara

Ex titular de Psicología Social

Facultad de Ciencias Sociales

Universidad Nacional de Lomas de Zamora

16 de marzo de 2004