Argentina: La lucha continúa
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EL FERROCARRIL UNA CUESTION NACIONAL
Los
ferrochinos y los ferromediocres (I)
Juan Carlos Cena
'Los rieles no han sido tendidos en este suelo para el cambio de productos
entre sus habitantes tanto como para internar las mercancías extranjeras
necesarias para la producción y llevar los frutos del país a los puertos de
exportación. Y los rieles continúan avanzando, para anexar nuevos territorios al
dominio del capital' Juan B. Justo, Teoría y Práctica de la Historia (1909).
'Dije que el nudo gordiano tiene un rostro áspero, que se abre un camino de
grandes perspectivas. De nosotros depende su realización. No esperemos que otros
hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer. Los gobiernos no pueden
realizar sino aquello que los pueblos saben pedir con autoridad y con firmeza.'
Historia de los Ferrocarriles Argentinos, Raúl Scalabrini Ortiz.
No se puede hablar de ferrocarriles sino se conoce la verdadera naturaleza del
sistema de transporte, y que papel juega el ferrocarril en ese sistema y su
incidencia en el desarrollo integral de la nación. Además, para aprehender estos
fenómenos debemos estudiar la verdadera sustancia del Estado. Debemos
preguntarnos ¿Qué es esta organización que interviene e intervino en forma
permanente en el desarrollo y consolidación de los distintos modos de transporte
del país y, en especial el ferrocarril?.
El Estado ha intervenido siempre en el problema ferroviario desde que se
asentaron los primeros metros de rieles sobre el territorio nacional, a través
de estudios de factibilidad luego vendidos a las empresas extranjeras,
subsidios, empréstitos, créditos, donaciones de grandes extensiones de tierras,
exención de impuestos aduaneros, condonación de deudas, y así, la prebenda
llamada de las maneras más diferentes.
Que palabra-tema ésta, para el congreso de la lengua española, donde se
reunieron lenguaraces colonialistas, colonizados, lenguaraces ignorantes,
ignorantes militantes que simulan, y no tanto, ese, el de ignorar que dentro del
territorio español y de América Latina existen las más diversas lenguas, todas
ellas sometidas por la lengua del conquistador castellano, lengua colonial,
lengua de los reyes católicos: gallegos, vascos, catalanes, andaluces,
valencianos, entre otros, lucharon igual que nosotros contra el oscurantismo y
la imposición de la otra cultura y su consabido lenguaje. Este debería ser el
congreso de la lengua del colonizador que prevaleció sobre la lengua del
colonizado. Hasta hoy, colonizados intelectuales de 'prestigio' editorial, como
Tizzón, cuentista, abogado y miembro del Poder Judicial de Jujuy, descalifica a
Pérez Esquivel por haber ido al Congreso de Las Lenguas, de esta forma se
transforma en un Juan Carlos Blumberg del lenguaje Español, si bien afirma que
sabe el ¨quechua¨ desautoriza a aquellos pueblos que no se quieren avenir al
idioma del conquistador. Habla de contradicciones, sería bueno preguntar, donde
se encuentran esas contradicciones.
Este exabrupto es la ira del colonizado convencido. Monta en cólera al ver que
el empecinamiento de algunos hombres es su contra espejo, es observarse
reflejado desnudo, es el envés de la imagen terca de hombres, que como decía San
Martín, en pelotas, pero libres. Es que es muy fuerte eso, el de rechazar los
fastos de esa fiesta armada y financiada por el poder colonial de
Repsol-Telefónica y otras multinacionales, y encima por si faltara poco: ¡Cómo
no estar con el Rey Juan Carlos! Toda una joda Pérez Esquivel ¿Cómo se atreve a
no disciplinarse? ¿Cómo? Si este rey España viaja al norte a entrevistarse con
el poder real planetario, el emperador Bush ¿Cómo? ¿Y la doblegación? ¡Tizón, el
rey fue a ver a Bush! Y usted habló mal del emperador, ¿será esa la
contradicción que usted se refiere? Regresemos a lo nuestro, sin perder de vista
que papel juegan los colonizadores y los colonizados en todos los órdenes y el
rol que jugó y juega la colonización en nuestro país. Hay que entender el papel
del colonizador para poder comprender el papel del colonizado, es decir del
sometido, y su práctica política concreta y cotidiana en la colonia que es su
territorio. Eso en lo individual, pero la suma de esas individualidades da como
resultado un conjunto de individuos colonizados que actúan y sobreactúan,
culturalmente, sin que se lo exija el colonizador, en este caso el de turno.
Porque la humillación cotidiana del colonizado y su aplastamiento, no es,
solamente, económica, es mental. En ese trajinar, el colonizador ha formado una
capa en el seno de la sociedad, de hombres bien 'pensantes', generalmente,
profesionales, dizque probo que han llegado a altos puestos gubernamentales,
llamados cipayos. Nombre despectivo acuñado en las colonias.
El colonialismo engendra la selección de mediocres. Uno se pregunta ¿Cómo pueden
fundar sus privilegios esta elite de usurpadores conscientes de su mediocridad?
La cultura del colonizador ha calado profundamente en el inconsciente colectivo;
razón por la cual la mediocridad campea en gran parte de la sociedad,
mediocridad que hay que valorarla, en la actualidad, como una herencia de la
dictadura militar.
El terror y la explotación deshumanizan, y el explotador se siente autorizado a
esa deshumanización para explotar todavía más.
El colonialismo, crea una casta de mediocres, el colonizador es consciente de la
mediocridad del colonizado y exige más y más en el proceso de domesticación,
luego, éste, el colonizado, actúa a puro reflejo.
Adhesiones al MoNaReFA.
ferrocena@villacrespomibarrio.com.ar
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* Juan Carlos Cena es miembro del MoNaReFA – Movimiento Nacional por la
Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos.