Argentina: La lucha continúa
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Enarsa
Las penas son de nosotros, las rentas son ajenas
Jorge Vilas
Este informe del periodista Jorge Vilas acerca de la firma mixta ENARSA pone
de manifiesto críticas a ENARSA y a la política petrolera del Gobierno Nacional.
El gobierno creó la Empresa Nacional de Energía Sociedad Anónima. Su propia
denominación admite la limitación respecto de lo que parecía el inicio de la
recuperación de la soberanía estatal sobre los recursos naturales entregados
durante la década de los 90. Política energética en cuestión.
Los anuncios iniciales, incluyendo los de campaña, hacían referencia a una
vuelta atrás con los postulados básicos del neoliberalismo despiadado que mostró
su peor cara en el decenio pasado. Pero a la hora de trasladar los discursos al
terreno de las realizaciones, la empresa estatal se convirtió en una sociedad
anónima, y lo que es peor: los diputados y senadores oficialistas y funcionarios
de gobierno justificaron el tipo societario elegido con el argumento de
favorecer la eficiencia de la nueva empresa, asimilando una de las ideas base
del proceso privatizador que dicen repudiar: que las empresas estatales son
ineficientes por definición, y que lo contrario ocurre con las empresas
privadas.
El menemismo malvendió los recursos energéticos, otorgando a empresas privadas
el derecho a disponer a su criterio de las reservas y además se transfirió la
infraestructura básica del sector, es decir, redes de transporte y distribución
de gas, generación, transporte y distribución de energía eléctrica. Los
hidrocarburos pasan así a ser un commodity más, en lugar de recursos
estratégicos, tal como lo asumen casi todos los países del mundo.
Un caño abierto
Por ahora, y pese a los encendidos discursos, la extracción de recursos sin
invertir en exploración se mantiene sin entredichos, mientras las reservas bajan
notablemente. Las estimaciones ubican al petróleo disponible en 9 años de
consumo, mientras que antes de la privatización la cifra alcanzaba a los 36
años. Igual de preocupante resulta la estimación del gas, que de 23 años de
reservas al cierre de la etapa estatal, pasó a 13 años en la actualidad.
Repsol anunció en 2003 su máximo histórico de producción, 1.132 barriles
diarios, de los cuales, según información publicada en el diario económico
español Cinco Días, el 67 por ciento provenía de los pozos argentinos,
oportunamente explorados y descubiertos por la estatal YPF:
Es tan fabuloso el negocio pergeñado con la privatización, que Repsol, en el
peor momento de la crisis, mientras millones de argentinos se empobrecían,
obtuvo -en 2002- 2.096 millones de dólares como utilidad a nivel global, de los
cuales, más de 1.100 provenían de sus operaciones en Argentina.
'¿Qué hemos perdido con la privatización?' se pregunta Félix Herrero,
vicepresidente del Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional
Orientadora (MORENO). 'Fundamentalmente perdimos la conformación empresaria, la
renta petrolera, que se va hacia el extranjero en tanto las empresas están
autorizadas a girar el 70 por ciento de las divisas obtenidas sin pasar por el
Banco Central, en una situación única. Y hemos perdido también los recursos
naturales, porque cuando se otorgan concesiones de transporte eléctrico por 95
años, o pozos petroleros por 35 años, se entregan los recursos'.
'Desde 1989 no se construyó un solo gasoducto en la Argentina para consumo
interno, al tiempo que se inauguraron siete a Chile, uno a Brasil, y otro a
Uruguay, para exportar el recurso. Recibieron de YPF un caño abierto, sacaron lo
máximo, vendieron a precio internacional dentro y fuera del país, exportaron, y
no hicieron inversiones. La crisis energética de este año ocurre por la falta de
inversiones: es la crisis del modelo que permite que no se produzcan
inversiones', asegura Herrero.
YPF tenía más de 55 mil empleados, de los que solo quedaron uno 6 mil al cabo de
la privatización. Cutral Có y Plaza Huincul (ver recuadro), General Mosconi/Tartagal,
Berisso, Ensenada, Comodoro Rivadavia, Pico Truncado, Luján de Cuyo, Caleta
Olivia, son ciudades donde se sintió el impacto de la caída de empleos y la red
social que sostenía la YPF estatal.
'Además de la pérdida de puestos de trabajo, lo grave fue la desaparición de la
red social instalada durante décadas en las comunidades', aclaró Orietta Favaro,
historiadora docente e investigadora de la Facultad de Humanidades de la
Universidad Nacional del Comahue. 'La provincia de Neuquén se ve beneficiada por
dinero que ingresa por regalías, pero sin ningún tipo de control. Todavía están
trabajando sobre la base de lo que hizo YPF, no hicieron inversiones de riesgo
ni crearon puestos laborales'.
Sociedad anónima
La creación de ENARSA marca el punto más alto de las distancias entre las
palabras y los hechos. Anunciada con bombos y platillos por funcionarios y
legisladores oficialistas como una reparación histórica, la empresa -que nace
por decisión de los mismos que defendieron a capa y espada la enajenación de
YPF- contará con apenas 25 agentes, y deberá lidiar en el mercado energético con
gigantes corno Repsol, Petrobrás, SheIl y Esso.
Las acciones de ENARSA estarán distribuidas de la siguiente manera: 53 por
ciento Estado nacional, 12 por ciento, para las provincias, y 35 por ciento
abierto al sector privado. Al frente de la empresa el gobierno designó a quien
era secretario de Energía de la provincia de Chubut, Exequiel Espinosa, y su
principal activo será la titularidad de los permisos de exploración y
explotación de las áreas petroleras marítimas aún no concesionadas.
En los días en que el Parlamento se aprestaba a dar tratamiento al proyecto
oficial, se congregaron en el auditorio del Hotel Bauen, trabajadores y ex
trabajadores del sector, legisladores, organizaciones sociales (entre ellas, el
IMFC) y políticas, para reafirmar la necesidad de recuperar las fuentes
energéticas en manos del Estado.
La acción de un grupo de diputados de la oposición consiguió que la ley disponga
que el Estado no podrá ceder el control de la empresa a capitales privados, y
que actuarán en ese ámbito la Auditoría General de la Nación y la Sindicatura
General de la Nación. Para Julio Gambina, subgerente general del IMFC y
responsable del Comité Coordinador de Attac, 'la posibilidad de integración de
un 35% de capital privado es un elemento negativo. ENARSA se queda a mitad de
camino de la posibilidad de recuperar la renta petrolera. En un mercado
altamente oligopólico, superconcentrado, recuperar el control de la renta
petrolera es crucial'.
Las penas seguirán siendo nuestras, y el oro negro, ajeno
Por su parte, Ana María Sacchi, presidente del Movimiento Oro Negro,
organización que nuclea a ex empleados y funcionarios de la empresa estatal,
afirma: 'ENARSA tal como está planteada es una oficina de negocios. La pregunta
es dónde irá la renta de esas operaciones, manejadas por un reducido grupo de
funcionarios. No se la puede comparar de ninguna manera con YPF, que está
instalada en el inconsciente colectivo del pueblo', manifiesta.
El campo de acción inicial de la nueva empresa aparece acotado de la plataforma
submarina. Según la Fundación Illia, 'si se recuperaran las áreas concesionadas
a empresas que están violando la Ley de Hidrocarburos vigente, ENARSA contaría
con el 90 por ciento de la producción de gas y petróleo. Claro que para eso hace
falta la decisión política de hacer cumplir esa ley, enfrentando a las empresas
que operan en forma irregular'.
La venezolana PDVSA, Petrobrás, de Brasil, y la española Repsol, anunciaron su
intención de trabajar en conjunto con ENARSA. Pero la que concretó la firma de
una carta de intención, en el marco de la visita del jefe de estado chino fue la
empresa china Sonangol. Se estima que se desarrollará la prospección,
exploración y explotación de áreas marítimas otorgadas a ENARSA, así como la
aplicación de tecnología china para la recuperación de pozos petrolíferos, entre
otros.
La discusión sobre ENARSA puso sobre el escenario la falta de una definida
política petrolera energética, o al menos, de una política que defienda los
intereses nacionales. El diputado nacional Mario Cafiero, sostiene que 'hablamos
del carro pero no sabemos dónde van los caballos. Primero hay que definir la
política energética, después vendrá el tema de los instrumentos para aplicarla.
Con un costo del petróleo de menos de 7 dólares, Argentina tiene un formidable
potencial de desarrollo industrial, comercial, agrícola y de transporte.
¿Seguiremos permitiendo que se exporte libremente afectando nuestras reservas?
¿Dejaremos que esta riqueza vaya a terceros países sin que la aprovechemos
internamente?', se pregunta el diputado del bloque Soberanía Popular.
En tal sentido, Luis Galand, geólogo, ex YPF, seguidor del mítico Adolfo Silenzi
di Stagni, afirma que 'el gobierno no cuestionó en ningún momento la situación
de colonia que presenta nuestro país en materia energética, teniendo los
recursos técnicos y humanos para revertirla. Al no existir un política en
función de los intereses del país -agrega Galand- no se recuperan las reservas
extraídas anualmente. La Argentina exportó en 2003 unos 16 millones de metros
cúbicos de petróleo, parte del cual fue reinyectado en los agotados reservorios
de Estados Unidos, que posee el 3,5 por ciento de las reservas mundiales, y
consume el 25 por ciento del petróleo mundial'.
En tanto, la diputada nacional Patricia Walsh, de Izquierda Unida, también
entiende que las decisiones de fondo no aparecen en el centro del debate.
'Estamos discutiendo la creación de una empresa trucha en vez de resolver la
forma de recuperar nuestro patrimonio. ENARSA es un camino para la privatización
de la cuenca marítima. Como no se puede decir abiertamente que van a privatizar,
inventan un camino tortuoso, con contenidos violatorios de la propia
Constitución Nacional. Nuestro país debe y puede hacerse cargo de toda la cadena
petrolera, gasífera y energética, y dispone de los recursos monetarios para
hacerlo'.
Muchas cosas cambiaron desde que la comisión técnica que buscaba agua en
Comodoro Rivadavia encontró petróleo el 13 de diciembre de 1907; desde la
Standard Oil a Repsol, Shell y Total; desde Mosconi a los privatizadores, pero
lo que no cambió es la estrecha relación entre recursos estratégicos como
petróleo, gas y energía, con el devenir económico y político del país. Sin
cambios de fondo en este campo, poco se podrá hacer para fijar políticas que
preserven los intereses nacionales, las penas seguirán siendo nuestras, y el oro
negro, ajeno.
Sin ponerse colorados
Siendo gobernador de Santa Cruz, el actual presidente Kirchner dispuso la
utilización del avión de la Gobernación para que el Diputado santacruceño Rafael
Flores, por entonces con una pierna enyesada, pudiera viajar a la sesión de
Diputados en la que se aprobó la privatización de YPF.
Además, el ahora Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el
miembro informante del Bloque Justicialista en aquella oportunidad. Allí dijo
Parrilli: 'No sentimos vergüenza por lo que somos, y tampoco venimos a pedir
disculpas por lo que estamos haciendo. Nos hacemos presentes en esta sesión con
la firme convicción de que estamos dando los pasos que la sociedad argentina y
el mundo nos están exigiendo para lograr la transformación de nuestro país'.
En el debate sobre la ley de creación de ENARSA en el senado, Rodolfo Terragno,
senador radical que en su gestión al frente del ministerio de Obras Públicas
intentó sin éxito llevar a cabo algunas privatizaciones, pasó la factura del
compromiso de los actuales gobernantes con aquellos tiempos que ahora
defenestran: 'El 23 de septiembre de 1992, el diario Clarín -cuyo ejemplar tengo
aquí sobre mi banca- presentaba una conferencia de prensa ofrecida por Néstor
Kirchner, en nombre de los Gobernadores de las Provincias Petroleras, que
anunciaban su intención de hacer lobby para presionar a los legisladores a fin
de aprobar la privatización de YPF. Esa privatización -concluyó Terragno-
transfirió la renta petrolera, y creo que hoy ENARSA no es un remedio, sino un
placebo'.