Argentina: La lucha continúa
|
Destituyen al embajador de Argentina en Cuba por el caso de la médica disidente
Vuelven desocupados a las calles de Buenos Aires, a 3 años del argentinazo
Stella Calloni
La Jornada
Buenos Aires, 20 de diciembre. Los nombres de los asesinados en Plaza de Mayo y
sus cercanías el 19 y 20 de diciembre de 2001 fueron recordados esta noche ahí
mismo, en una de las varias manifestaciones y marchas para conmemorar la
rebelión popular o cacerolazo que en pocas horas llevó a la caída del
entonces presidente Fernando de la Rúa, en medio de una de la más grave crisis
social y económica de Argentina.
En el tercer aniversario del también llamado argentinazo, en la que el
entonces mandatario renunció para huir luego en helicóptero de la Casa de
Gobierno, no sólo se volvió a exigir justicia para los más de 30 muertos por la
represión policial en todo el país hace tres años, sino también la
despenalización de la protesta social, aumentos salariales, el rechazo al pago
de la deuda externa y el retiro de las tropas argentinas de Haití.
Estos últimos reclamos estuvieron en boca de los sectores "duros" o "radicales"
del movimiento piquetero (pobres y desocupados) que llegaron a la
céntrica Plaza de Mayo encabezados por la Corriente Clasista y Combativa, el
Bloque Piquetero -que encabeza el trostkista Polo Obrero- y el Movimiento
Independiente de Jubilados y Desocupados que lidera Raúl Castells.
Pero hubo otra marcha, la de piqueteros que respaldan al presidente
Néstor Kirchner. Los sectores cercanos al recientemente creado Frente Patria
para Todos, encabezados por el legislador y titular de la Federación Tierra y
Vivienda (FTV), Luis D'Elía, el dirigente de Barrios de Pie, Jorge Ceballos; el
diputado Miguel Bonasso, del Partido de la Revolución Democrática, la agrupación
Memoria y Movilización, el Movimiento de Trabajadores Desocupados Evita, la
Corriente Social Bonaerense, y el Polo Social, se manifestaron ante el Congreso
para recordar a las víctimas de la rebelión.
Hasta el momento no hay acusados por los homicidios en las causas abiertas, y la
jueza María Servini de Cubría decretó en 2003 "falta de mérito" de Fernando de
la Rúa, por considerar que no había evidencias para procesarlo o exonerarlo.
Repudio en el centro
En la mañana, sectores de desocupados y pequeñas agrupaciones políticas, entre
ellos la agrupación Martín Fierro, realizaron escraches (denuncias
públicas) ante las sedes de empresas extranjeras y bancos, en pleno centro
capitalino, y bloquearon calles.
Los forcejeos entre grupos de desocupados y políticos que llegaron a Plaza de
Mayo desde la tarde revelaron la diferencia con aquel 19 y 20 de diciembre,
cuando miles de personas, familias completas en muchos casos, llegaban
espontáneamente a la Plaza de Mayo, sin banderas partidarias, dispuestos a
resistir la última orden -el estado de sitio- de un gobierno elegido en 1999 y
que había traicionado la voluntad popular.
Sin embargo, el elemento novedoso esta noche fue la presencia de los dirigentes
de los gremios que, como los Telefónicos, llevaron nuevamente a las calles la
lucha sindical, uno de los hechos relevantes de este 2004.
La rebelión que en la noche del 19 de diciembre de 2001 congregó a diversos
sectores, también estaba destinada a advertir a una clase política con un
estruendoso "que se vayan todos" que se había acabado el tiempo de la corrupción
y del miedo.
Pero lentamente, los mismos de antes regresaron y como un símbolo, el juez
Norberto Oyarbide acaba de quitar los obstáculos para que el ex presidente
Carlos Menem (1989-1999), considerado responsable de la devastación del país por
su modelo de apertura y privatizaciones sin control, y de la mayor corrupción en
la historia nacional, pueda volver el próximo miércoles.
Aceptando las "garantías" de familiares y amigos para una fianza establecida en
un millón de dólares, Oyarbide dio vía libre para el regreso del ex mandatario,
quien en una extensa publicidad paga, anunció que viene a "poner orden" en el
gobernante Partido Justicialista (PJ) y a encabezar la oposición contra Kirchner.
Pero además, "estaré en las elecciones presidenciales del 2007", sostuvo desde
Santiago de Chile.
También, tres años después, se advierte la fragmentación del movimiento
piquetero, la casi sistemática destrucción de las asambleas barriales
surgidas de aquella rebelión por pequeños sectores políticos. En cambio, uno de
los logros de estos años es el crecimiento de las empresas en quiebra y
recuperadas por sus trabajadores, y una continuidad del movimiento social que,
aún fragmentado, está a la vanguardia de la resistencia.
A nivel económico, el PIB que se desplomara tras aquella crisis, logró acumular
crecimiento, pero casi la mitad de los argentinos está en la pobreza, en un país
que supo jactarse de tener la más extendida clase media de América Latina.
Nuevo jefe de gabinete de cancillería
El gobierno destituyó al embajador en La Habana Raúl Taleb y nombró como
sustituto al diputado Darío Alessandro, mientras Aníbal Gutiérrez se perfilaba
como nuevo jefe de gabinete de cancillería, en remplazo de Eduardo Valdés, en el
contexto de la crisis entre Argentina y Cuba por el caso de la médica disidente
cubana Hilda Molina.
El presidente Kirchner se reunió esta mañana con el canciller Rafael Bielsa para
tratar el tema de Molina, a quien el gobierno cubano no ha dado el permiso para
visitar a su hijo Roberto Quiñones, residente aquí y casado con una argentina.
La pareja tiene dos hijos.
La situación se tensó cuando la médica ingresó en la legación argentina para
permanecer como "huésped", pero se hablaba de asilo, y el manejo del caso,
haciendo pública una carta de Kirchner a Fidel Castro para que se permita a
Molina viajar a Buenos Aires a ver a su familia, cuando la misiva era de
carácter privado.
Todo esto dejó en evidencia las diferencias en cancillería, mientras el hijo de
la médica tiene cada vez más espacio en los medios de comunicación, e insiste en
que Kirchner debe ser "firme" en su reclamo para el viaje de Molina.
Además los medios divulgan varias versiones, y esta tarde Estela de Carlotto,
presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, salió a negar el haber sido invitada a
acompañar a la familia Quiñones a Cuba. Se dice que el gobierno argentino hizo
tres propuestas presentadas, entre ellas que la familia se reúna en Cuba. A su
vez, Jorge Busti, gobernador de la provincia de Entre Río, defendió al embajador
saliente, al considerarlo un "chivo expiatorio".