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Argentina: La lucha continúa

Comunicado de prensa
Bloque 19 y20

Durante el 2001, mientras las multitudes repudiaban a los políticos  de los partidos tradicionales, aplaudieron a Luis Zamora como una figura excepcional. El 19 y 20 de diciembre de ese año, la multitud airada que exigía "que se vayan todos" lo incorporó como un referente respetado. Un componente fundamental de ese "capital simbólico" reunido por Zamora fue la coherencia de sus ideas y la decisión de rechazar toda prebenda económica, así como el hecho de que trabajara para vivir como vendedor de libros, y lo llevó a acumular, junto a sus compañeros, más de doscientos mil votos en las elecciones legislativas.
Aquellos que militamos con Zamora, que acompañamos las esperanzas y los sueños de los compatriotas que votaron por él, lamentamos tristemente informar que ese sueño incorruptible también se ha desvanecido, ya que tanto Zamora como su esposa, han manejado caprichosamente todos estos años Autodeterminación y Libertad, negándose reiteradamente a dar cuenta del uso del dinero derivado de aportes y donaciones de personas, asociaciones y partidos del país y del exterior.
Las reiteradas solicitudes de informes realizadas por los afiliados recibieron respuestas evasivas. Por el contrario, numerosos bienes adquiridos con la contribución de todos nosotros fueron apropiados por el matrimonio Zamora. Finalmente, la propia Justicia tomó cartas en el asunto y suspendió los aportes estatales ante el incumplimiento de la presentación del balance anual partidario y la justificación de gastos en los últimos comicios. Actualmente se desconoce si nuestros fondos se hallan depositados en alguna entidad bancaria, o si su uso carece de control y se violan normas como la obligación de realizar pagos mayores a mil pesos mediante cheque para constatar su validez.
Al mismo tiempo, Zamora y su mujer se negaron a constituir los Centros Socialistas, organismos que deberían elegir los integrantes del Congreso Partidario. En cambio, apoyándose en su cargo de Apoderado, se ha perpetuado en el manejo unipersonal de la estructura partidaria en su propio beneficio.
Un movimiento que nació enarbolando las banderas de la democracia y la libertad, se encontró con que el autoritarismo de la esposa de Zamora expulsó a decenas de militantes del bloque, mientras el propio autócrata intentó disciplinarnos a la fuerza, repartiendo sanciones a troche y moche.
Finalmente, al vencer todos los plazos para la legalización del partido político, debió llamar a elecciones internas e intentó imponer como autoridades a un pequeño grupo de incondicionales, lo cual fue rechazado por la abrumadora mayoría de la organización. Luego publicó un minúsculo llamado a elecciones internas, fijando como límite un plazo de cuatro días, y proscribiendo a la totalidad de los siete legisladores porteños de AyL que se habían retirado del bloque, esto es, todos menos su esposa, e impidiendo como consecuencia cualquier oposición real. Al cabo de lo cual, la única lista presentada, la suya, solo fue proclamada por sus integrantes.
Aquellos que compartimos la empresa esperanzada de Autodeterminación y Libertad, nos encontramos ante esta terrible sorpresa y decepción. Nadie conoce el destino de los fondos partidarios, y un grupo minoritario encabezado por Zamora se ha apoderado de modo espurio de la conducción de nuestra fuerza. Por todo lo expuesto, hemos recurrido a la Justicia para solicitar la anulación de las caricaturescas elecciones internas y averiguar el origen de los dispendiosos gastos realizados por la pareja Zamora, así como la ubicación de los hoy evanescentes recursos financieros de la organización.

Bloque 19 y20
Ciudad Autónoma de Buenos Aires