Argentina: La lucha continúa
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17 DE OCTUBRE DE 1945
Otra mirada (II)
Elena Luz González Bazán
Argenpress.info
Ver también:
Otra mirada (I)
El 17 de octubre no fue una huelga general común, fue una gran movilización de
masas con características insurrecciónales, nunca vista hasta el momento,
rebasaron todas las conducciones gremiales, las CGTs divididas no supieron leer
el reclamo ni interpretar el mensaje de las bases. Por eso el paro programado de
las CGTs era para el 18 de octubre, y sólo se convocaba a los trabajadores a
salir por la defensa de sus reivindicaciones. El pedido de la libertad del
coronel Perón no figuraba en la convocatoria: los motivos que esgrimía la CGT
Confederación General del Trabajo eran la realización de una huelga general a
partir de la 0 hora del 18 de octubre, contra la entrega del gobierno a la Corte
y al gabinete de la oligarquía, este trámite estaba en manos de Juan Alvarez,
historiador y Procurador General de la Nación, que tenía una impronta anti- ley
Sáenz Peña, consideraba que a partir de 1916, la Argentina había vivido un
proceso de guerra civil y de insurrección proletaria. El objetivo buscado era
volver a foja cero con las conquistas laborales, ya que entronizarían,
nuevamente, a los civiles en connivencia con la Marina y Ejército no adictos a
Perón (3).
Los otros puntos eran: por un gobierno que consulte las aspiraciones de los
trabajadores; por el levantamiento del Estado de Sitio y la libertad de los
presos civiles y militares; por el mantenimiento de las conquistas sociales; por
la rápida firma del decreto de aumento general de salarios y sueldos y la
institución del salario básico y participación en las ganancias. El último
agregado era la reforma agraria y el cumplimiento del Estatuto del Peón.
La votación en la CGT tenía dos posiciones, divididos entre laboristas y
comunistas, vale decir que en ese momento no había peronistas, peronismo o algo
que se pareciera, sólo simpatizantes o seguidores al coronel Perón. El organismo
central de los trabajadores estaba compuesto por unos 50 representantes, vale
también aclarar que en ese momento no había comisiones internas o cuerpos de
delegados en el funcionamiento de las estructuras gremiales, tiende a decirse y
hablarse de delegados que no había, formalmente, en los estatutos sindicales,
esa es una conquista y un logro durante el gobierno peronista. Pero volviendo al
debate, fue arduo y espinoso, complejo por las posiciones diametralmente
opuestas, no existen actas, otros investigadores argumentan que sí, sin embargo,
lo que se sabe conforman testimonios dados por participantes del mismo.
Un sector estaba en oposición de declarar la huelga y levantar la figura del
coronel, era un militar, el movimiento obrero ya tendría la oportunidad, había
muchos militares y, además, creían en las palabras de Avalos que respetarían sus
conquistas.
Por otro lado, quienes planteaban el paro general levantaban que ya las
patronales, con la renuncia de Perón, habían comenzado la embestida contra las
conquistas logradas: ¨Vayan a cobrarle los aumentos a Perón a Martín García¨,
eran las voces patronales a los trabajadores (4). Quien da vuelta la votación no
obedeciendo a la conducción de su sindicato es Libertario Ferrari, hombre del
forjismo y de tradición familiar anarquista. Divide a su propia delegación en el
voto del Confederal y por 21 a 19 se declara la huelga general a partir de la 0
hora del 18 de octubre. Otras versiones afirman que la diferencia fue entre 16 y
11 y que hay registros de ese Confederal, que además fue nominal. Por otro lado
es importante destacar que Ferrari, al igual que 11 miembros más del Confederal
eran ferroviarios, entre ellos Libertario Ferrari, Silverio Pontieri, además de
ferroviario era el Secretario General de la CGT y en el acalorado debate que
duró 10 horas, hasta la madrugada del 17 se vieron ambas posiciones. Del otro
lado otros ferroviarios, los de la Unión Ferroviaria no acordaban la defensa por
parte de la CGT de una persona, en este caso Perón. Según esta visión, aparecida
en la revista Pasado y Presente 2 y 3 muestra que el que redefine la postura del
ala ferroviaria es justamente Ferrari, y termina apoyando el paro de la CGT (5).
Pontieri afirmaba, según Pasado y Presente: ¨La clase capitalista aquí y en el
mundo entero parece haberse olvidado que la guerra contra el fascismo lo han
ganado los trabajadores y quieren volver a la situación de injusticia de antes,
en este sentido están traicionando como lo hicieron antes, y les niegan lo que
legítimamente les corresponde. Por eso, la Confederación General del Trabajo
tiene la obligación de dirigir este movimiento defensivo de los trabajadores,
porque es la central mayoritaria y la más prestigiosa¨.
Mientras Florencio Blanco de la Unión Ferroviaria decía: ¨Vamos a hablar claro
como corresponde a hombres grandes. Lo que pasa es que hay compañeros que creen
que si se destruye la Secretaría de Trabajo y Previsión, ellos desaparecen del
movimiento obrero y entonces tendremos que estar embarcando a todo el movimiento
en una posición suicida en defensa de sus intereses personales y eso no puede
ser¨. Ambas fuentes levantan la figura de Libertario Ferrari como quien quiebra
con su accionar favoreciendo el paro general, y divide a los mismos
ferroviarios.
Perón se encuentra con un movimiento obrero partido: por un lado la CGT, que en
1942, plena Segunda Guerra Mundial, se había fraccionado por la declaración de
neutralidad, las posiciones eran Eje o aliados, esa declaración los divide, ya
que los seguidores del Partido Comunista, una vez entrada la Unión Soviética en
la guerra, dejan la neutralidad y se pasan al bando de los aliados; y por otro
se pedía la rebaja de aranceles aduaneros. Esto fue bien recibido por la prensa
aliada.
Hacia 1943 los afiliados a los sindicatos eran unos 400.000 trabajadores, que
representaban el 12 por ciento de la fuerza laboral activa. Se debe destacar en
los nuevos centros industriales, como la carne, y en el caso de Rosario, faltaba
la organización sindical. Por otro lado se dio la división entre los
ferroviarios y las divisiones tenían que ver con las adhesiones de sus
dirigentes a los distintos partidos de izquierda: comunistas y socialistas, que
en ese proceso perdieron representatividad por su frontal cuestionamiento al
gobierno de junio del ´43.
La Vanguardia - órgano del socialismo escribía el 1º de abril de 1943: ¨…por
considerar que nuestros lectores están ya en condiciones de juzgar sobre la
división producida en la central obrera, precisamente en momentos en que el país
está necesitando de la unidad democrática de su pueblo¨.
En 1935 habían logrado la unidad y ahora, nuevamente, el quiebre de la
conducción obrera. Cuarenta y cinco miembros y dos listas para el Secretariado y
el C.A., la número 1 encabezada por Doménech y la número 2 por Pérez Leirós, en
la primera estaban los comunistas y en la segunda ferroviarios y tranviarios,
pero hubo deserciones de ferroviarios que plantearon no haber acordado su
incorporación a la lista. Este proceso dejó a una lista, la primera, ganadora
por un voto, luego de idas y venidas, aprobaciones, salidas de delegados y
procesos turbios que se daban, en la cúpula cegetista.
Los nuevos sindicatos con organización fueron en las ramas livianas de la
industria: azúcar, vino, carne y metalurgia. La participación obrera en los
paros y medidas de fuerza fueron los siguientes, según fuentes: 1943: 6.700
obreros, 1945: 44.200. Los salarios subieron un 30 por ciento y la participación
de los trabajadores ocupados en relación de dependencia, en la denominada renta
nacional pasó del 44,1 por ciento en 1943 al 45,9 en 1945 (6).
Por eso el 17 de octubre produce un cambio brusco, las masas se adueñan de su
propia historia y de aquel predio que nunca más volverá a ser reducto
¨oligárquico¨.
No es causal que el primer bombardeo para derrocar el gobierno de Perón, el 16
de junio de 1955, se haya producido en ese lugar, dejando un tendal de 350
muertos y más de dos millares de heridos, anteriormente se había producido la
asonada de Menéndez.
Luego, el 16 de septiembre, Perón es derrocado y la Plaza ocupada nuevamente por
el gobierno de la autodenominada ¨Revolución Libertadora¨; la fusiladota… Vuelve
la oligarquía, pero ya nada será igual, había un 17 de octubre, había 10 años de
peronismo.
Notas:
1) Juan Carlos Cena - El Cordobazo una rebelión popular - Editorial La Rosa
Blindada - 1999 - Apoyan a la huelga general sindicatos que no forman parte de
la CGT, como los Empleados de Comercio, Obreros de la Carne, Telefónicos, y la
Unión Sindical Argentina, y otras organizaciones gremiales, como los Obreros de
la Industria de la Carne, Textiles, Calzado, Alimentación, Construcción, La
Fraternidad, Federación Gráfica y otros.
2) Idem, Introducción: historia y memoria del 17 de octubre de 1945.
3) El gabinete propuesto por Alvarez, el 17 de octubre, en medio de la
movilización de masas era el siguiente: Juan Alvarez (Interior), doctor Jorge
Figueroa Alcorta (Justicia e Instrucción Pública), doctor Isidoro Ruiz Moreno
(Relaciones Exteriores y Culto), doctor Alberto Hueyo (Hacienda), doctor Tomás
Amadeo (Agricultura), ingeniero Antonio Vaquer (Obras Públicas). Edad promedio
64 años, hombres del riñón del conservadurismo, involucrados con el gobierno de
Justo, como Hueyo, quien se le comprobó hechos de corrupción. En el caso de
Amadeo era amigo de Braden, embajador norteamericano, Vaquer era uno de los
responsables en el gobierno de Ortiz del pacto Roca-Runciman, estando en un alto
cargo en la Coordinación de Transportes. En el caso de Iturbe que era presidente
de varias compañías ferroviarias británicas, se le ofrece primero el cargo en
Obras Públicas, siendo tan evidente la incompatibilidad, que al se le ofrece a
Vaquer.
4) Palabra Argentina - Año V Número 110 del 2 de marzo de 1960 - Testimonios -
pág. 9.
5) Las fuentes consultadas son las siguientes: Félix Luna - El 45 - Nuestro
Siglo -Hyspamerica - 1984. Carlos Fayt - La Naturaleza del Peronismo - Viracocha
S.A. - 1967 - Los Cuatro Peronismos - Alejandro Horowicz - Planeta - 1991 -
Cristián Buchrucker - Nacionalismo y Peronismo - Sudamericana - 1987.
6) Idem -