VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina: La lucha continúa

Noticias de Niñez y Juventud
Edición del 20/01/04

Los pequeños hambrientos
06/01/04

(APE).- El cierre de los comedores escolares, debido al receso, dejó a 130.000 niños sin su ración de alimento en la Provincia de Tucumán. Nadie sabe dónde comen y el estado provincial se desentiende de ellos desde hace un mes. Ya no importa la letra jurídica que ordena alimentar al cachorro humano: toda la realidad se ha vuelto afrenta.

Son los hijos de los desocupados, desafiliados de todo contrato, de todo vínculo, no tienen ningún estado, por lo tanto no gozan de ninguna protección. Son el peso inútil de la tierra.

Muchos niños recurrieron a los comedores populares, pero algunos cerraron por vacaciones como el del Barrio La Victoria. Otros, como el de la zona de Padilla, pasaron de 70 chicos a 160. Julio Sarmiento -encargado del comedero- manifiesta que “No tenemos subsidios oficiales, nos ayuda la Providencia”. En tanto, los 43 comedores de la Red Arquidiocesana de Cáritas experimentaron una suba del 20% de pequeños hambrientos.

Desaparece -como dice Castel- la deuda inviolable y sagrada de La Nación con los necesitados. Contradice -además- los principios de la gobernabilidad liberal: El Gobierno no le debe nada a quien no le sirve. El pobre sólo tiene derecho a la conmiseración general. En ese mismo sentido decía Adolphe Thiers en 1851: “En efecto, si toda una clase, en lugar de recibir, pudiera exigir, adoptaría el papel de mendigo que pide con el fusil en la mano. Así se daría ocasión a las más peligrosas de las violencias”.

La reparación de la pobreza que sumerge a más de la mitad de los argentinos compete a su sistema político y no al voluntariado. Cuando, las organizaciones populares, pulseamos con el Estado no lo hacemos en nombre de supuestas compasiones que deteriora el contenido político de la lucha contra un sistema que produce pobreza y exclusión. Nosotros pujamos por derechos que se encuentran en nuestra Constitución y en los principios básicos del humanismo que nos constituye como Condición Humana.

Fuente de datos: Diario La Gaceta de Tucumán 05-01-04
 

 
Los hijos de los desocupados
07/01/04

(APE).- Los niños hambrientos son condenados a la errancia eterna en una sociedad que los expulsa de sus calles con el estigma de ser los responsables de la inseguridad de nuestras ciudades. La marca en el orillo que cargan esos niños, y el tratamiento implacable de algunos medios, gesta un imaginario donde no cabe la misericordia: sólo una militancia activa contra los pequeños bandidos.

Son “precoces delincuentes”, según Infobae, dos niños de 10 y 11 años que “comandados por un adolescente de 15 años” robaron un comercio en Bahía Blanca. “Tras apoderarse de unos cien pesos en efectivo, caramelos y diversos dulces, los ladrones escaparon corriendo, aunque a las pocas cuadras fueron alcanzados y detenidos por policías del Comando de Patrullas”, según el diario Hoy de La Plata.

Esos niños nacieron por el 93, cuando el país era una “fiesta”. Eran los tiempos del fin de la historia y la muerte de las ideologías y un hacha tilinga partía la república en dos: unos pocos elegidos por la suerte se bronceaban en Punta del Este y los otros quemaban su piel con el sol duro de las changas.

Nacieron los pibes en el lado olvidado de la tierra. En una ochava oscura donde la gente no pone la mirada. Vaya a saber de qué padre. De qué cesantía cuelga la miseria de estos hijos a quienes se les cayó la infancia. Esa sensación de que el futuro -si viene- va a ser peor. Esa pequeña conciencia de que la vida no vale un centavo.

Diez y once tienen los pibes. La edad en que fascina la metafísica de un tren que perfora la noche a puro silbato, que se patea la basura o se toca el timbre del vecino y se corre locamente. La edad en que se juega, no la edad en que se muere.

Fuente de datos: Diario Infobae y Diario Hoy 06-01-04

 

 
Los pequeños bandidos
08/01/04

(APE).- Dicen que Gustavo Galván de 36 años -empresario- actuó "con una furia incomprensible". Se montó a pelo en su camioneta Ford-100 y persiguió a 2 chicos -habitantes de esa nación libertina y holgazana- que habían entrado a su depósito. Por fin los alcanzó, en avenida Brígido Terán y Jorge Newbery y disparó la escopeta calibre 12.70 mientras los perdigones se abrieron como una rosa de fuego y cinco pétalos de acero impactaron en una pierna, en un brazo y en la mano izquierda de la niña Karina Monroy Orellana de 12 años, en un chico de 16 y en un taxista de 28. Mientras los pequeños bandidos se encontraban lejos de Galván, huérfano de cordura.

Galván le contó a la Policía que eran las 13.50 del sábado cuando llegó al depósito de su empresa ubicado en la diagonal Padre Monti, en medio de uno de los barrios tucumanos más afectados por la desnutrición. Allí vio dos niños de pelos chuzos y piojos acróbatas que estaban dentro de su local. Intentaban ponerle algo a sus panzas flacas. Tienen la sospecha cierta de que se mueren.

Según Toullier, “los derechos absolutos pueden reducirse a tres: seguridad, libertad, propiedad” ¿Por qué se eliminó la igualdad? ¿Será porque la libertad la comprende o porque la propiedad la rechaza?.

Proudhon escribe que la causa de la igualdad es hermosa, pero que nadie ha recogido todavía el guante lanzado por los abogados de la propiedad. Nadie se ha sentido con suficiente valor para aceptar el combate. Para agregar “que se han oscurecido las inteligencias más generosas”. Inclusive se ha hecho piel ¡qué la igualdad es una quimera!

Sin embargo, los niños hambrientos dibujan utopías sobre los acantilados, mientras una escopeta calibre 12.70 los apunta para arrancarle los ojos. Sobre la cornisa bailan sus patas flacas -la vida de los pocos días- con esa convicción chiquita de que los hombres pueden asociarse de una manera distinta: donde el que siembre el trigo tenga la certeza de que es suyo el corazón del pan.

Fuente de datos: Diario Clarín 05-01-04

 

 
 
De todos modos llegaremos
15/01/04

(APE).- La estrella de Pabla Lucero se fue apagando de a poco. No hubo forma de encenderle un sol que le iluminara los días. Aguantó hasta que a su corazón de mujer le cayó la última desgracia. Se plantó con el alma entregada: La muerte fue su último refugio.

Pabla tenía apenas 22 años, un pibe de cinco y otro de dos que se fue hace unos días de la misma manera que ella. Rogó una y otra vez a Dios -que suele distraerse con los pobres- que le preste un cielo por unos días para remendarse sus penas. Para salir un cachito de este infierno que le crucificó las mañanas. Quizás pensó en el milagro de que llueva a cántaros la buena suerte, pero la providencia andaba con su sordera a cuestas.

Cambió su pena por una mano abierta, mientras se acercaba la época de las luces en el cielo del 31 de diciembre. Un comedor de Rafael Castillo le dio algo de comida que se llenó de intemperie. "Trascendió que los peritos encontraron salmonella en el huevo de un pastel de papas que habían ingerido las víctimas", relató la agencia DIB. El niño de dos años murió rápidamente.

Pabla Lucero -internada en el Hospital Paroissien- creo que dudó una docena de días. Pero se le fueron extinguiendo cada uno de esos diminutos deseos que fue acumulando a fuerza de rabias y se cansó de recibir esa brutal puntualidad de animales sedientos que le venían acosando desde que era una incierta promesa de mujer.

Se dio cuenta de que es inútil ser pobre con los ricos, que para que llueva a cántaros la buena suerte hay que producir un futuro de imposibles: El tiempo del pan sobre la mesa y las manos amadas en las manos.

Fuente de datos: Agencia DIB 13-01-04

 
Si despertara la palabra
19/01/04

(APE).- Las viejas inquietudes sociales que se vertían en metáforas audaces fueron abandonadas: Borges dirá pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito. Ya no investigará el color de los barrios, ni los sueños de la gente. Escritores ingleses como Chesterton y Kipling serán sus inquietudes. El idioma español le resultará pobre, dotado de una estética carente del resplandor de la belleza.

Para Borges escritores como Arlt serán portadores de una fuerza desagradable, a Horacio Quiroga lo percibe nulo, con un estilo deplorable. Lorca: un poeta menor que tuvo la suerte de ser fusilado.

El proyecto de escribir rechazando toda función social. El arte para los artistas, como únicos destinatarios. El arte puro: el resultado inevitable del esfuerzo por vaciar el discurso literario de toda encarnadura social.

De qué palabra -ilustre- cuelga el desamparo de ese bebé de 2 años que murió calcinado el 11 de enero cuando se prendió fuego su miserable vivienda en el barrio Parana-í. En qué imagen literaria de nuestros escritores se abriga la pena de sus padres. Quién derramó sus mejores frases sobre Ituzaingó en la provincia de Corrientes -un laberinto fatal- donde la miseria es una bestia amarilla que se devora nuestros pequeños hambrientos.

En aquel tiempo buscaba los atardeceres, los arrabales y la desdicha, ahora las mañanas, el centro y la serenidad, escribiría Borges, desde algún espejo que nos secuestra las miradas. Los discípulos -concentrados en una escritura de puro estilo indiferentes al hambre de los niños y al gemido de los desocupados- contestan extasiados en sus propias culturas: ¡patanería socialista!, como diría el inefable Flaubert.

Fuente de datos: El Territorio, Misiones 13-01-04
 

 

 

Pelota de trapo inaguró su nueva Agencia de Noticias sobre Niñez y Juventud, con información diaria. Visitela y construyamos juntos la nueva infomación.
www.pelotadetrapo.org.ar