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Medio Oriente

CISJORDANIA Y GAZA EN EL DIA MAS SANGRIENTO DE LA INTIFADA

Con la orden de matar hasta vencer Ariel Sharon dijo ayer que acepta negociar bajo fuego, mientras sus tropas dirigían violentas ofensivas en múltiples frentes. Ayer fue el día más sangriento en 18 meses de levantamiento, con la muerte de 40 palestinos en Cisjordania y Gaza.
Los soldados israelíes custodian a los hombre armados capturados en un campo de Tulkarem.

Por Suzanne Goldenberg

Desde Atzmona, Franja de Gaza

Una ofensiva militar israelí para golpear a los palestinos hasta que se rindan produjo ayer el día más sangriento en los 18 meses del levantamiento, matando 40 palestinos en una violenta embestida en múltiples frentes en Cisjordania y Gaza. Los ataques israelíes –contra un campo de refugiados en Tulkarem, contra la bíblica Belén en Cisjordania y contra el poblado de Khuza en Gaza– fueron lanzados horas después de que el presidente George Bush anunciara que estaba enviando a su emisario a la región nuevamente para tratar de imponer un cese de fuego. La televisión estatal israelí citó ayer a funcionarios de defensa que decían que el ejército quería sacarle el jugo a la estrategia de golpear a los palestinos hasta que se rindan antes de la llegada del enviado, el general de marines retirado Anthony Zinni. El primer ministro Ariel Sharon pareció estar preparando ayer el terreno de esta llegada al afirmar por primera vez que estaba dispuesto a negociar bajo fuego.
La escalada de violencia de ayer siguió a una violenta irrupción de un militante palestino en la academia militar en el asentamiento judío de Atzmona en la franja de Gaza, en el que cinco cadetes adolescentes fueron asesinados y 24 resultaron heridos por balas y granadas. Los cadetes estaban inscriptos para convertirse en oficiales del ejército. Sus muertes, luego de una semana en que suicidas y atacantes palestinos lanzaron ataques contra Israel hora a hora, desencadenaron un fulminante ataque israelí. Minutos después del golpe a Atzmona, helicópteros de ataque volaron a baja altura sobre la vecina población de Khuza, mientras tanques y fuerzas terrestres entraban al área, matando a 20 palestinos, entre ellos a un alto comandante local de la policía palestina y al conductor de una ambulancia. En la norteña franja de Gaza, cuatro policías palestinos fueron asesinados cuando su estación fue atacada por buques de la Marina.
La doctrina que subyace a la escalada militar israelí fue revelada esta semana por el primer ministro Ariel Sharon que dijo que Israel debe matar a muchos más palestinos hasta que se den por vencidos. Más de 120 palestinos fueron muertos desde entonces.
La embestida de ayer se desplegó hacia las ciudades cisjordanas de Belén y Tulkarem. En Tulkarem, fuerzas israelíes irrumpieron en un campo de refugiados antes del amanecer, atrapando a docenas de hombres armados en los patios de un edificio junto con 12 mil civiles. Al menos seis palestinos y un soldado israelí murieron en el campo en un día de enfrentamientos a los tiros. Israel dijo que entró al campo de refugiados para atrapar militantes palestinos. Tulkarem es una fortaleza de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, un brazo militar de la organización Al Fatah de Yasser Arafat. Esta organización ha llevado a cabo la mayoría de los ataques contra Israel en las últimas semanas. Los soldados ordenaron a todos los hombres entre 14 y 40 años que se reunieran en un club en el centro del campo, y comenzaron las búsquedas casa por casa. Para cuando había anochecido, Radio Israel informó que 10 activistas palestinos se habían entregado a los soldados. Una misión similar fue realizada en el área de Belén. Tanques y fuerzas terrestres entraron en el suburbio de Beit Jala, donde atacantes palestinos habían disparado con frecuencia al asentamiento judío de Gilo, y a parte de dos campos de refugiados. Cinco palestinos murieron, incluyendo el director de un hospital local, que fue golpeado por un proyectil de un tanque mientras intentaba alcanzar los heridos y una mujer que murió cuando otro cayó sobre su casa.
La furia de las acciones militares de Israel de ayer fue incentivada por la gravedad del ataque estilo comando de la noche sobre la academia militar de Atzmona. El militante del grupo islámico Hamas, lanzando una solitaria operación comando justo antes de la medianoche del jueves, atravesó dos cercas perimetrales antes de irrumpir en la aglomeración de cabañas Nissan, usadas como dormitorios. "Entró en uno de los edificios ycomenzó a disparar y a tirar granadas", dijo Yona Emmanuel, un residente de Atzmona, que combina entrenamiento militar con estudios religiosos.
Durante la irrupción de 15 minutos, el militante tiró una granada en una casa rodante, incinerando a un estudiante en su litera, y disparó a mansalva en la sala de estudios, antes de ser abatido por un soldado. El atacante fue identificado como Mohammed Farhat, de la franja de Gaza, de 19, un año mayor que sus víctimas.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.

Traducción: Giselle Cohen.