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Medio Oriente

Con datos falsos justifican ataque a Irak

BBC
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney acusó al líder iraquí, Saddam Hussein, de buscar decididamente la construcción de una bomba nuclear.
Sus comentarios se dan en momentos en que Washington despliega una ofensiva diplomática internacional para conseguir el apoyo de las naciones a un ataque militar contra Bagdad.
Cheney dijo a la cadena NBC que Estados Unidos interceptó un envío, dirigido a Irak, de equipo que podría ser utilizado para construir semejante armamento.
Sus observaciones su suceden tan solo horas después de que el presidente George W. Bush y el primer ministro británico Tony Blair, dijeron estar decididos a eliminar "las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein".
"No hay amenaza"
Sin embargo, el ex jefe de la misión de la ONU destinada a verificar el arsenal iraquí, el estadounidense Scott Ritter, contradijo las versiones estadounidenses d que Irak representa una amenaza para la comunidad internacional y destacó no creer que tales armas existen.
Otros funcionarios influyentes del gobierno de Bush apoyaron la acusación de Cheney contra Irak..
Ninguno de ellos dijo, sin embargo, tener conocimiento de que Hussein habría alcanzado esa meta pero aclararon que no tendría sentido esperar para confirmarlo.
"Es una amenaza para los intereses de Estados Unidos en este momento", dijo el secretario de Estado Colin Powell.
"No creo que debamos sentarnos y esperar si tiene las armas o no", agregó.
En el corazón de Bagdad
Ritter, por su parte, dijo durante un mensaje dirigido al parlamento en Bagdad, que Washington se "ha embarcado en una política de intervención unilateral que está en contra del espíritu y la constitución de las Naciones Unidas".
Agregó la única forma que Bagdad puede evitar una guerra es permitiendo libre acceso a los inspectores de la ONU.
Durante los siete años en que la misión de la ONU realizó sus verificaciones en Irak, se certificó un nivel de desarme de entre un 90% a 95%.
De cara a Bush
Durante su alocución frente al parlamento iraquí, Ritter, a cargo de esa misión, manifestó que no existen pruebas de que en la actualidad, el régimen de Hussein tenga armas de destrucción masiva o esté buscando adquirir esa tecnología, tal como Washington dice.
Por otra parte, consideró que Irak nunca apoyo ninguna clase de "acto terrorista" contra Estados Unidos como el perpetrado el 11 de septiembre.
Hasta 1998, en que finalizó la misión que encabezaba en Irak, Scott Ritter no gozó de la mayor de las simpatías por parte del gobierno de Hussein, que lo acusó en reiteradas ocasiones por su línea dura y sus inspecciones impertinentes.
Pero posteriormente se transformó en uno de los principales críticos de Washington, acusando a la Casa Blanca de haber usado la misión de la ONU para tareas de espionaje en Irak.