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Medio Oriente

27 de agosto del 2002

Declaración de comunistas iraquíes
Contra la dictadura de Hussein y la agresión de EE.UU


Traducido para Rebelión por Germán Leyens

El 15 de agosto, en una reunión de su Comité Central, el Partido Comunista del Irak discutió los desarrollos políticos de los últimos cuatro meses.
Prestó especial atención a los crecientes peligros que amenazan al pueblo iraquí y a su país, por la escalada de la campaña de militar y política de la administración de EE.UU., que se orienta declaradamente a destruir el régimen dictatorial.
Consideró que esta campaña no puede ser considerada separadamente del esfuerzo de la administración de EE.UU. por continuar la guerra psicológica y la presión sobre el régimen; para enervarlo, junto con aquellos que se preocupan del tema iraquí, y explorar las reacciones a los diferentes planes que se están presentando. Al mismo tiempo esta campaña refleja una necesidad interna de la administración de EE.UU., en relación con las próximas elecciones para el Congreso en noviembre, y el deseo de encubrir los sucesivos escándalos de las grandes compañías estadounidenses, así como para impulsar nuevas medidas de seguridad que constituyen un retorno al macartismo, como lo demuestra el establecimiento de un ministerio de seguridad.
A esto hay que agregar la necesidad de distraer la atención de la situación en Palestina que se agrava y de los crímenes que están siendo cometidos allí por los gobernantes israelíes.
Todo esto viene sobre el fondo del continuo debate sobre la estrategia de "ataques preventivos" adoptada por la administración de EE.UU. en lugar de la estrategia de "contención" que había sido utilizada con el régimen iraquí durante el período pasado. En este contexto, los funcionarios en Washington han subrayado que el ataque ocurrirá en todo caso, ˇincluso si el régimen acepta el retorno de los inspectores de armas de la ONU!
Los comunistas iraquíes consideran que contrariamente a las declaraciones hechas por representantes de la administración de que no quieren reemplazar a un dictador por otro, y que trabajarían por establecer un régimen democrático en Irak, la información publicada en las recientes semanas ha revelado la intención de mantener una gran parte de las tropas que participen en el anunciado ataque posicionadas en territorios iraquíes durante muchos años por venir, bajo el pretexto de confrontar "el caos resultante" después del derrocamiento del régimen "salvaguardando la unidad del país" e impidiendo su división, etc. Esto muestra un evidente deseo de ejercer un control directo sobre el futuro desarrollo del país, empujándolo en una dirección adecuada a los puntos de vista y planes de EE.UU., para poder rediseñar la situación en el área según sus intereses estratégicos. Esto corresponde a sus repetidas declaraciones de que aún no existe una alternativa adecuada para gobernar Irak, desde el punto de vista de Washington. También se amolda al hecho de que el lado que produzca un cambio mediante la guerra tendrá el control, en vez del pueblo y sus fuerzas políticas, en la determinación de la naturaleza y forma del futuro régimen.
Al mismo tiempo que EE.UU. escala y prepara la guerra, aumentan las voces de gobiernos, movimientos sociales, fuerzas políticas y secciones de la opinión pública mundial que se le oponen. Esto también ha sido revelado por las encuestas de opinión realizadas dentro de EE.UU., y en Gran Bretaña, Alemania, Francia y otros países. Obviamente, el efecto de este amplio y creciente frente de oposición a la decisión sobre un ataque militar, o su tamaño y oportunidad, no puede ser ignorado. Este frente ha estado subrayando la necesidad de respetar la legalidad internacional y la Carta y las resoluciones de la ONU, y rechazando el unilateralismo estadounidense. Al mismo tiempo ha rechazado el régimen dictatorial en Irak y sus prácticas, y su demora en implantar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU respecto a posibilitar el retorno de los inspectores de armas de la ONU a Irak.
Por su parte, el régimen [iraquí] ha continuado sus desesperados esfuerzos por defender su dominación, tratando no sólo de movilizar fuerzas para impedir la amenaza externa, sino también, ante todo, por contener el resentimiento popular que amenaza con estallar. Pero la escalada de la campaña estadounidense ha inquietado al régimen y ha propagado un clima de preocupación, tensión y temor sin precedentes en sus filas.
Se esperaba que, bajo la creciente presión exterior, las personalidades principales del régimen pretenderían no sólo mostrar flexibilidad y disposición a lograr un acuerdo con la ONU respecto a los temas no resueltos y que esto se convertiría en pasos concretos, incluyendo la aceptación del retorno incondicional de los inspectores de armas de la ONU, privando así a los planificadores del ataque militar de su mejor carta utilizada para justificar sus esfuerzos. Pero el egoísta interés de los gobernantes, colocado por sobre los intereses nacionales del pueblo, ha impedido una acción indispensable para proteger a Irak y su pueblo contra los peligros que los amenazan.
Mientras el régimen iraquí simula flexibilidad en el ámbito externo... sus órganos mantienen el mayor estado de alerta y han recurrido a todo tipo de represión y coerción, aterrorizando a los ciudadanos en los grandes centros poblados, en las áreas urbanas y en el campo.
Los comunistas iraquíes opinan que si se considera el estado de la oposición, es necesario ver la forma de activar su papel para influenciar el curso de los acontecimientos, y lo que está siendo preparado para el futuro de Irak y su pueblo. La voluntad de resistencia del pueblo iraquí contra el régimen dictatorial se refuerza con cada progreso hecho por las fuerzas de la oposición en el camino hacia la cooperación y la alianza, basadas en un programa claro que incorpore todos los conocidos principios patrióticos. Consideran que "La continuación de la división de las fuerzas patrióticas de oposición y la emergencia de nuevas entidades opositoras, por otro lado, como ha ocurrido recientemente, generan un sentido de frustración. Esto sirve los esfuerzos del régimen dictatorial de mantener la confusión de la oposición, como condición para continuar su existencia, y al mismo tiempo sirve los esfuerzos de EE.UU. orientados a excluir o marginar el factor interno que es considerado como un rival en el proceso de cambio y considerado como indeseable por EE.UU. cuando sea cosa de reorganizar la situación en Irak después de derrocar el régimen.
En conexión con la escalada de las amenazas de EE.UU. y la creciente probabilidad de llegar a la guerra, se considera que la oposición iraquí ha tomado dos formas. La primera tendencia ha reflejado un proceso de diferenciación y de polarización en sus filas, como los demuestra la emergencia de varios centros. La otra tendencia ha sido la formación o reformación de nuevos organismos de oposición. Esta última no ha estado aislada del apoyo y del aliento internacional y regional.
En su reunión los comunistas iraquíes consideraron "algunas recientes iniciativas y acciones orientadas a reunir a las fuerzas de la oposición en el extranjero, la última de las cuales ha sido la invitación hecha por la administración de EE.UU. a una delegación de fuerzas de la oposición, que fue recibida por importantes funcionarios." Señalaron que el papel de la oposición y su acción en estos casos ha quedado limitada a iniciativas que provienen en su mayor parte de fuera, y que no resultan de su interacción, o que desarrollan su unidad y su acción conjunta sobre la base de un programa patriótico iraquí independiente que exprese los intereses del pueblo iraquí. "Es una debilidad importante, que continuará siendo una fuente de serios obstáculos en su trabajo y esfuerzo por hacerse cargo de su papel en el presente y en el futuro."
En su discusión subrayaron una vez más la necesidad de un cambio, y consecuentemente la necesidad de que la oposición patriótica una sus fuerzas, lejos de la hegemonía directa de ningún sector. "Esto reforzaría su papel, dándole prestigio y respeto de todos, y fortalecería las tendencias correctas para confrontar el tema iraquí," señalan.
Con respecto a la situación en Kurdistán, indicaron que el proceso de reconciliación entre el Partido Democrático de Kurdistán y la Unión Patriótica de Kurdistán, ha continuado a pesar de su lentitud. "Es un paso positivo para la situación en Kurdistán y refuerza la atmósfera de confianza y optimismo en la población de la región. Opinan que "también asegura un mejor clima para la oposición patriótica iraquí, y los esfuerzos por unir sus fuerzas en la lucha por el cambio democrático esperado." Saludaron la emergencia de un agrupamiento de los cinco partidos de Kurdistán (Partido Comunista Kurdistán de Irak, Unión Islámica de Kurdistán, Movimiento Democrático Asirio, Partido de Trabajadores de Kurdistán, Partido Socialdemócrata de Kurdistán)
En relación con las discusiones que han aumentado recientemente sobre el futuro de Irak y Kurdistán, la reunión subrayó la estrecha interconexión entre luchar por la democracia en Irak y asegurar que el pueblo kurdo decida su destino por su propia libre voluntad: "Esto sólo puede ser logrado liberándose del régimen dictatorial, apoyando el federalismo constitucional de la región de Kurdistán, asegurando los derechos nacionales de los turcomanos, caldeo-asirios, y eliminando todo lo que pueda envenenar la múltiple variedad nacional, religiosa y confesional de nuestro pueblo."
Subrayaron que "a pesar de todos los obstáculos e intentos de desvirtuar la política y las posiciones de nuestro partido, el Partido continuará sus incansables esfuerzos por realizar un diálogo responsable, especialmente con las fuerzas efectivas, y reforzar las relaciones bilaterales y multilaterales con todas las fuerzas que deseen, y estén dispuestas a, la cooperación y el trabajo conjunto para salvar al país de la dictadura y para establecer un Irak unificado, democrático y federal."
Indican que el PC de Irak se esfuerza en lo que se refiere a las acciones orientadas a unificar los esfuerzos de la oposición, por combinar la flexibilidad con la adhesión a los principios patrióticos: "Sin duda, un papel importante e influyente en todo esto residirá en la claridad de nuestra política, nuestra adhesión a ella, y su continua clarificación a la luz de los cambios en la situación y los nuevos desarrollos. Esta política tiene que ser implementada de manera correcta... desarrollando nuestro trabajo de organización en el ámbito popular, de manera que aseguremos su difusión, y el logro de un apoyo lo más amplio posible."
EL PC iraquí advierte de los graves peligros causados por la dependencia de la opción bélica y de la intervención militar extranjera como un camino hacia el cambio. Señala que numerosas experiencias han mostrado que dejan una secuencia de muerte, destrucción y tragedias, y que no traen consigo la democracia. El logro de la democracia se basa sobre todo en la participación de las masas del pueblo y sus fuerzas políticas en el proceso de cambio: "El logro del cambio es una tarea para nuestro pueblo y sus fuerzas armadas, dirigidos por la alianza de las fuerzas de la oposición patriótica, con un apoyo internacional legítimo."
"Hay que redoblar los esfuerzos por desarrollar las condiciones para el derrocamiento del régimen dictatorial y lograr la alternativa patriótica democrática –declararon- es la alternativa que hay que preparar mediante un gobierno de coalición democrática transitoria que incluya a las principales fuerzas y tendencias en el país."