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Medio Oriente

23 de julio del 2002

Niños expuestos a la violencia en Palestina

Nelly Marzouka

Los derechos humanos, nos atañen a todos, debido a su naturaleza política, jurídica, psicosocial, pero fundamentalmente a su naturaleza valórica y ética. Estos se insertan, a su vez, en la defensa de un tejido social donde al prevalecer valores, es posible un modo sano de convivencia y es allí donde se inserta el concepto de salud, de lo sano.
Aquello que atente contra el ser humano en su desarrollo lo rebaja, lo deshumaniza, lo relega a estados primarios, y es un quebrantamiento al derecho a ser, a existir.
Las sociedades industriales, a través de su funcionamiento, basado en el poder económico, y en sus valores materialistas y de consumo, engendran y justifican la violencia de estado, así como el comportamiento abusivo hacia los pueblos más débiles economicamente, con el objeto de imponer estos valores y conseguir su sometimiento y capitulación. Por lo tanto, no podemos separar los conceptos de derechos humanos y salud mental, del concepto de ocupación colonialista. El presente estudio, basado en un meta análisis o análisis de información secundaria, de investigaciones clínicas y estudios epidemiológicos, realizados en los territorios ocupados de Gaza y Ribera Occidental, durante la primera intifadah,(1987-1990) por diversos autores e instituciones,( Awwad.; Sarraj; Allodi; Samy) pretende analizar los trastornos psicológicos, de los niños y adolescentes (chebab), expuestos a la violencia y determinados por el entorno psicosocial , por lo tanto, por las experiencias traumáticas, debido al terrorismo de la ocupación y represión, por parte de las fuerzas sionistas en los territorios autónomos palestinos, (Gaza y Ribera Occidental).
Los eventos traumáticos, consisten en: Pérdida de la libertad de movimiento personal, producida por el cierre de territorios, conformando verdaderos ghettos o campos de concentración., las humillaciones diarias. Lesiones o heridas, a cargo de francotiradores especializados, con el objeto de disminuir el potencial de resistencia y producir un debilitamiento económico, detenciones y allanamientos nocturnos. La inhalación de gases lacrimógenos, especialmente, lanzados en recintos cerrados, lo que ha causado la muerte de numerosos bebés y niños. Las palizas. Demoliciones de casas. Asesinatos, en donde coexiste en este exterminio un concepto de reducción de la taza de natalidad y de limpieza étnica, donde los menores son asesinados en sus casas o de vuelta del colegio, cuando estos no se encuentran cerrados, por lo que cabe mencionar además, la violación de los derechos a la educación , que implica el cierre de las escuelas y universidades, el arresto y asesinato de escolares y profesores; incluyéndose además, los asesinatos selectivos y extrajudiciales a miembros de la Resistencia Palestina. Bombardeos constantes. Estrangulamiento de la economía Palestina, a través de la negación y anulación de los gastos de sanidad, educación y bienestar social, la ocupación y expansión de tierras con sus recursos hídricos, un mercado palestino cerrado al exterior y creación de mano de obra barata, contradictoriamente con una población altamente alfabetizada. El ataque de grupos paramilitares y colonos armados, que realizan una campaña de tierra quemada en los territorios ocupados, lo que implica exterminio de la agricultura Palestina que representaba la principal fuente de ingresos, la quema de olivares, deforestación y desertificación, debido a la política sistemática de confiscación en T.O. Las fuerzas de ocupación sionistas, promulgaron una serie de normas que afectan el medio ambiente y los recursos naturales, con el objetivo de abandonar tierras en estado semidesértico, han destruido miles de árboles frutales, para construir asentamientos para nuevos colonos y carreteras para facilitar su intercomunicación.
El síndrome de estrés postraumático está reconocido como entidad clínica y actualmente constituye un diagnóstico psiquiátrico
Los estudios(1)(2), coinciden en que en muestras de 2.779 y 1.000 niños respectivamente, el 96% de los niños se ha visto expuesto a los gases lacrimógenos, el 49% ha sufrido palizas a manos de los soldados y el 8% con resultado de fracturas. El 55% ha presenciado actos de violencia y el 28% tiene al menos un hermano en prisión. El 85% ha sido víctima de los allanamientos nocturnos, 50% detenido por el ejército, 37% ha resultado herido por munición real. A esto hay que añadir, los castigos colectivos como cierres de Colegios y Universidades, así como miles de niños que han perdido su casa por demolición como represalia del ejército israelí.
Existe una incidencia significativa entre la exposición a los eventos traumáticos descritos anteriormente y los siguientes trastornos: ansiedad extrema, temores generalizados, y perdida de autoestima (Van Der Kolk, 1987). Culpa y sentimientos de desvalimiento, así como rabia, patrones de conducta hostil y expresión de agresiones (Garbarino, Kostelny y Dubrow, 1991).Baker (1990) encontró que los miedos y depresión incrementaban de15% a 25%. En otro estudio (1991) él reportó que los niños en la Ribera Occidental fueron mostrando problemas conductuales y psicosomáticos, incluyendo peleas con otros e irresponsabilidad, así como miedos intensos a dejar la casa. Khamis (1992) ha encontrado un porcentaje alto de enuresis y tartamudez en niños de escuela elemental. Abu Hein y Raundalen (1993) estudiaron el impacto del cierre de territorios y las deportaciones sobre la vida de las familias palestinas, y encontraron una correlación significativa con problemas emocionales y conductuales como irritabilidad, miedos, hiperactividad y peleas con otros niños. Las investigaciones realizadas sobre el Trastorno de estrés postraumático en los niños palestinos confirman las conclusiones de las investigaciones realizadas en otros lugares incluyendo Chile (Baker, Liza, Castillo y Kovalsky, 1990). En resumen, existe una relación directa entre la intensidad, duración y el grado de trastorno psicológico. Presenciar actos de violencia, especialmente contra la familia cercana, constituye un trauma, tanto como ser la víctima directa de estos actos. La presencia continúa, reconfortante y protectora de la familia es el factor mediador y regulador más importante(3). Los niños palestinos que han estado física y psíquicamente, duradera e intensamente expuestos a la violencia, tienen una percepción de sí mismos y de su entorno tres veces más negativa que aquéllos que no han sufrido las consecuencias de la violencia. El trastorno psicológico interno generado por un trauma, como la agresión provoca una desestructuración del yo(4).
El niño palestino nace con una situación impuesta de agresión hacia él y su pueblo, o sea, en un clima de constante inseguridad, anormalidad y violencia. Debido a su constante exposición a la violencia de la ocupación, los menores sufren importantes alteraciones psicológicas. El convivir con el miedo diario, como declara un estudiante: "No sé como vivir, pensando si mi hermano volverá de la escuela o será baleado por un francotirador. ¿Volverá mi padre del trabajo?
Los efectos de acuerdo a otros estudios son similares en diversos países, Nicaragua, Somalia, Rwanda y Chile. Su gravedad será mayor o menor según la magnitud de las situaciones que hayan vivido (presenciar mutilaciones, sufrir continuos malos tratos...) y del tiempo que las hayan tenido que soportar. En la mayoría de los casos, está demostrado que el daño es irreparable.
La familia, se constituye como el factor mediador y regulador más importante, aunque a pesar de que los padres se empeñen en criarlos en un ambiente normal, la influencia sionista se manifiesta en todos los aspectos de su vida. "¿Cómo puedes enseñar la bondad humana (madre de Faris Odeh) cuando lo único que ven son los peores ejemplos de la naturaleza humana? Las fuerzas de ocupación sionistas están siempre merodeando los barrios palestinos, las estaciones del ejército se ubican frente a las escuelas y parques, estas mismas cierran las escuelas palestinas."
Los niños palestinos, necesitan volver a vivir de acuerdo al espíritu vital y eminentemente pacífico que caracteriza al Pueblo Palestino
Por último, cabe destacar la importancia de realizar este tipo de trabajos y estudios, ya que se debe objetivizar y reflejar de esta forma, una realidad totalmente ajena, opuesta e inconsecuente con nuestra fe y civilización cristiana, con el objeto de sensibilizar y contribuir, a detener, o mejor aún, a realizar profilaxis ante un presente y futuro, exento de atropellos, abusos, usurpaciones y ocupaciones, que violan los derechos fundamentales y dignidad del hombre, fomentando un modo de convivencia, basado en el respeto, y el amor al próximo, optimizando la calidad de vida en nosotros mismos y los demás, en los que aparentemente tienen el poder y los débiles, en relación a parámetros de Salud Mental. La imparcialidad, neutralidad y ética, se salvaguardan al lograr romper el silencio.
* Psicóloga Clínica. Universidad de Chile.
Referencias Bibliográficas.
1- Eyad El Sarraj, Programa de Salud Mental Comunitario de Gaza, GCMHP, (1991).
2- Elia Awwad, y cols. Informe: Encuesta de adolescentes palestinos en Gaza. Infancia expuesta a la Violencia: Consecuencias Psicológicas y Conductuales en Adolescencia., (1989).
3- Mounir H.Samy, Los niños y la guerra: la experiencia palestina, (1996).
4- Federico Allodi, Trauma e identidad en los dibujos de niños en situaciones de guerra y conflicto, (1996).