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Medio Oriente

4 de mayo del 2002

54 años por sobre el derecho

¿Misión imposible?: Las misiones indagatorias de la ONU sobre los crímenes de guerra israelíes

BADIL Resource Center for Palestinian Residency and Refugee Rights
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

"Arafat y Yenín – ¿Qué clase de arreglo hizo Bush?" pregunta un editorial publicado ayer en la prensa de EE.UU. (Minneapolis Star Tribune, 20 de abril de 2002). La misma pregunta se hacen aquí en el campo de refugiados de Yenín y todos en Palestinas y en otros sitios los que saben que la justicia y el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional constituyen la clave para la solución del conflicto de 54 años entre Israel y el pueblo palestino.
Hace dos días el gobierno israelí cedió a la presión ejercida por el Presidente de EE.UU., Bush, y aceptó renunciar a su exigencia de que se extraditara a los seis prisioneros presuntamente implicados en el asesinato del Ministro de Turismo de Israel, Rehavam Ze'evi y en el contrabando de armas para la Autoridad Palestina.
Los seis serán transferidos del complejo de oficinas del Presidente Arafat en Ramala a una prisión palestina en Jericó y serán custodiados por soldados estadounidenses y británicos especialmente enviados con este fin. Por lo tanto, el presidente palestino Arafat podrá finalmente abandonar el complejo de Ramala donde ha sido mantenido desde el 29 de marzo por el ejército de ocupación israelí. Sin embargo, la actividad de la Misión Indagadora de la ONU sobre los acontecimientos en el campo de refugiados de Yenín, permanece bloqueada. Once días después de su aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU (Resolución 1405, del 19 de abril de 2002), y después de dos negativas oficiales consecutivas de Israel de cooperar, el equipo indagador ha permanecido en Ginebra. Funcionarios y analistas en Israel y en EE.UU. sostienen que a cambio de la liberación de Arafat, EE.UU. aceptó apoyar a Israel en su confrontación con el Consejo de Seguridad de la ONU y el Secretario General de la ONU Kofi Annan en lo que se refiere a la Misión Indagadora. Se ha planeado otra sesión del Consejo de Seguridad para más tarde hoy, con cada día que pasa se elimina más evidencia de los crímenes de guerra israelíes en Yenín, y los rumores sostienen que Kofi Annan está considerando dejar completamente de lado la Misión. ¿Es una misión imposible el examen y la investigación de los crímenes de guerra israelíes – y la justicia para las víctimas?
Vuelta a visitar un caso anterior: La Investigación de la ONU de 1996 sobre el Crimen de Guerra de Israel en Qana, Sur del Líbano.
El 18 de abril de 1996, durante una masiva ofensiva militar israelí en el Líbano, con el código "Operación Uvas de la Ira," aproximadamente 800 civiles habían buscado refugio en una base de las Fuerzas Interinas de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL) en la aldea de Qana, en el Sur del Líbano. Habían supuesto –erróneamente– que, ya que el derecho internacional prohíbe estrictamente el ataque de estructuras civiles e instalaciones de la ONU, estarían seguros bajo la protección de UNIFIL.
Justo después de las 2 de la tarde del 18 de abril, una salva de obuses con espoletas de proximidad cayó directamente sobre el edificio prefabricado. Minutos más tarde había 106 personas muertas, muchas quemadas y desmembradas hasta quedar irreconocibles.
El 25 de abril de 1996, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución, (Resolución A/Res/50/22/C) caracterizando las acciones de Israel en la ofensiva "Uvas de la Ira" como una "grave violación de las leyes internacionales relativas a la protección de civiles durante la guerra." El Secretario General de la ONU de aquel entonces, Boutros Boutros Ghali nombró un equipo para investigar el bombardeo por Israel del complejo de UNIFIL. El equipo estaba formado por expertos militares y encabezado por el general holandés Franklin Van Capeen. Realizó una investigación oficial del incidente en Qana en el terreno, entrevistó a todos los testigos posibles, incluyendo a personal de UNIFIL y a funcionarios israelíes, y obtuvo mapas y evidencia balística. Según expertos familiares con esta investigación de la ONU, el informe inicial concluyó que el bombardeo y el asesinato de 106 civiles dentro del complejo de UNIFIL por parte de Israel fueron deliberados y que no cabía la posibilidad de un accidente. Cuanto el antiguo Secretario General de la ONU, Boutros Ghali, quiso publicar el informe, fue amenazado con que esto le costaría su puesto y obligado a publicar un informe modificado. Ese informe concluyó que "aunque no se puede excluir completamente la posibilidad, es poco probable que el bombardeo del complejo de UNIFIL haya sido el resultado de flagrantes errores técnicos y/o de procedimiento."
El informe Van Knappen también indicó que oficiales del IDF [ejército israelí] de "cierto nivel superior" habían estado implicados en las órdenes de disparar sobre la base, de la que sabían que albergaba a cientos de civiles. Las organizaciones internacionales de los derechos humanos también realizaron investigaciones y concluyeron que había una fuerte probabilidad de que el bombardeo del complejo de UNIFIL hubiera sido deliberado, no por equivocación.
Estados Unidos e Israel afirmaron enérgicamente que el ataque había sido un desgraciado error. Las Naciones Unidas no emprendieron ninguna otra acción. Además, las Naciones Unidas todavía no han actuado respecto a una petición presentada por las víctimas de Qana ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. La petición de las familias solicitaba que la ONU volviera a abrir la investigación.
Para más antecedentes sobre el caso de Qana y las investigaciones realizadas por la ONU y las organizaciones independientes de derechos humanos, vea:
www.merip.org (see Press Information Notes PIN, No. 11)
www.amnesty.org/news/1996/51504996.htm
www.hrw.org/hrw/summaries/s.israel-
lebanon979.htm
1 de mayo de 2002