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Medio Oriente

14 de abril del 2002

Palestina: Una incursión como en los buenos viejos tiempos

David Vest
Counterpunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
"No se trata de una invasión de Camboya," explicó Richard Nixon en 1970. Evidentemente. Una invasión hubiera sido impopular, para no decir ilegal. No, fue una "incursión," y se ordenó al personal que así la llamaran.
Los comentaristas en los medios se burlaron abiertamente de la expresión, como un ejemplo burdo de doublespeak Orwelliano, como "vietnamización," "pacificación" y "terminar con los prejuicios extremos". Nuestro gobierno y los que por él hablaban utilizaban deliberadamente el lenguaje para mentir. La sociedad estaba dividida entre los capaces de darse cuenta y los que no lo lograban.
Varios estudiantes que protestaban contra la "incursión" fueron matados a tiros por soldados de la Guardia Nacional que realizaban su propia "incursión" en la Universidad Kent State.
Más de treinta años más tarde, leemos diariamente sobre la "incursión" israelí. Los periodistas de la prensa escrita, de la radio y de la televisión utilizan el término sin ningún sentido evidente de ironía o de la historia. Parece que saliera dulcemente de sus lenguas sindicadas.
Es de lejos la palabra más "fácil" de utilizar. Cualquiera otra que se le pueda ocurrir a uno podría parecer "dura" o "sentenciosa". ¿Cómo describirlo para que no suene crítico hacia Israel? Por un lado, tenemos "terroristas suicidas" y "ataques suicidas". Por el otro donde podría decirse "limpieza étnica" o "monstruo que arrolla los huesos de los niños" nos ofrecen "incursión," una palabra que sugiere una tranquila, civilizada, transacción que involucra a nuestros abogados, que ciertamente no tendrían un interés emocional en el resultado. Da un aire de raciocinio, una sugerencia de que sea lo que fuere que está sucediendo, es necesario y justificado.
Parece querer decir: "No prestes atención al hombre detrás del telón".
Si sustituir otra expresión en lugar de "incursión" es difícil para los periodistas, lo que les causa verdaderos problemas es cómo completar la frase. Nixon ordenó una incursión en Camboya. Por lo menos sabemos quién o qué "incurrió".
Pero escribir, "Sharon ordenó una incursión en... " es meterse de inmediato en un lío tremendo. ¿Una incursión en Palestina? Trate de hacer que los correctores del New York Times le aprueben algo así. La mayor parte de los que se preocupan de completar la frase, terminan por darnos una prolongada, forzada, construcción como "territorios bajo el control de la Autoridad Palestina," pero por desgracia, los tanques israelíes arrasando con casas y hospitales dan un cierto no sé qué a las palabras "bajo el control de," ¿no es cierto?
Así que, en general es simplemente "la incursión israelí," no importa "de qué". En otras palabras, hablar de una "incursión" es mencionar lo que está sucediendo sin nombrarlo verdaderamente, sin describirlo francamente, y sin invocar su realidad. La frase "discute y soluciona esos problemas sin mencionarlos," como un crítico dijo una vez de un poema de Wallace Stevens.
Habiendo deplorado la incursión, ahora llamamos a una "retirada". Compárese este eufemismo con las exigencias de que Arafat "detenga los ataques terroristas" y que "denuncie públicamente, en árabe, los ataques suicidas" que, desde luego, "justifican" y "provocan" la incursión.
¿Exigirá el General Powell que Sharon "denuncie públicamente, en hebreo, la destrucción de hogares palestinos y el asesinato de civiles"? ¿O se desenterrará el Oriente Próximo de una tormenta antes de que eso suceda?
En la época de la incursión original de Nixon, Walter Cronkite recibió una vez –durante la emisión– la información de un portavoz de la NASA de que en la luna un astronauta que había dejado caer una llave inglesa había "restablecido el contacto visual con el objeto".
"¿Me está diciendo que lo encontró?" preguntó Cronkite, en un tono que decía más que cien investigadores.
Siempre es bueno preguntar lo que nos están diciendo en realidad. Cuando alguien nos dice que está ocurriendo una incursión, nos está diciendo que no miremos demasiado de cerca quién está haciendo qué a quién, y dónde. Nos están diciendo en realidad que no está ocurriendo nada en particular a nadie en particular, y que lo que no está ocurriendo está ocurriendo en ninguna parte.
13 de abril de 2002
David Vest escribe la columna Rebel Angel en Counterpunch. Es poeta y pianista en la banda de blues más popular en el noroeste de EE.UU., The Cannonballs. Su correo es davidvest@springmail.com. Su sitio en la red es http://www.rebelangel.com/