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Medio Oriente

5 de octubre del 2002

Panorama de Gwanda:
El VIH/SIDA en una comunidad rural

FAO

La perspectiva general del VIH/SIDA contempla millones de casos y desdibuja a los individuos que componen esas cifras. ¿Cómo afecta exactamente esta enfermedad a la vida cotidiana de las mujeres, hombres y niños que pueblan los miles de pequeñas aldeas rurales que está diezmando? La siguiente descripción muestra cómo el VIH/SIDA ha afectado a la población rural de Gwanda, Uganda.
A mediados de los años ochenta Gwanda era una comunidad relativamente rica, pero hoy, en gran medida a causa del VIH/SIDA, el 45 por ciento de su población es pobre.
Gwanda está cerca del lago Victoria, en el distrito de Rakai, donde los cultivos básicos son los bananos, la yuca y las batatas. Los campesinos también cultivan porotos y cacahuetes, utilizados para elaborar salsas o cocidos. Hasta principios de los años setenta, también el café era un importante cultivo comercial, pero ha caído en el descuido por la disminución de sus precios. La mayoría de los pobladores tienen animales pequeños, como aves de corral, cabras y cerdos, y algunos crían peces.
El VIH/SIDA y la mano de obra
Muchas familias de la comunidad han perdido trabajadores por el sida. La productividad disminuye cuando enferman las personas y mueren, y además repercute muy negativamente en ella que otros miembros de las familias pasen tiempo atendiendo a los enfermos, asistiendo a funerales y en el duelo a sus muertos, que puede durar hasta 40 días, tiempo precioso arrebatado a las actividades agrícolas, que disminuye el consumo de alimentos de la familia, su nutrición y bienestar.
Las repercusiones son todavía mayores ya que los índices de infección son más elevados entre las mujeres, que suelen llevar el peso del trabajo agrícola además de sus actividades domésticas. En Gwanda la agricultura utiliza una mano de obra intensiva, con poca mecanización y escasa utilización de insumos agrícolas. En consecuencia, la comunidad ha sufrido mucho por el éxodo de jóvenes que prefieren trabajar en otros sectores con mejor remuneración y trabajo menos pesado. Por lo tanto, al morir los campesinos en Gwanda no hay quien los sustituya.
El VIH/SIDA y la utilización de las tierras
En Gwanda se cultivan menos tierras debido a que:
la enfermedad y la muerte en las familias se traduce en menos personas disponibles para trabajar en el campo.
hay normas de herencia y tenencia agraria a partir del sexo que excluyen a las mujeres del control directo de las tierras y dejan a muchas viudas y huérfanos sin tierras que trabajar la pobreza produce inseguridad alimentaria y malnutrición, que afectan a la capacidad de la población para hacer el duro trabajo físico de cultivar alimentos y, a su vez, reducen los ingresos necesarios para adquirir insumos, como semillas y fertilizantes las personas venden tierras para costear los gastos médicos y de funerales.
En general, los campesinos han dejado los cultivos comerciales que requieren trabajo intensivo, como los bananos y el café, por los de subsistencia que exigen menos trabajo, como la yuca y las batatas. En consecuencia, se han reducido los ingresos.
El VIH/SIDA, las plagas y las enfermedades de las plantas
En Gwanda han aumentado las plagas y las enfermedades de las plantas. Los gorgojos de los bananos se controlaban antes con medios tradicionales, que requieren mano de obra intensiva, o con productos químicos. Al reducir la enfermedad y la muerte el número de trabajadores y los fondos para evitar las plagas, están aumentando las infestaciones de gorgojos del banano.
La producción de café ya mermada ha disminuido más todavía por infestaciones de grandes hormigas urticantes, síntoma de prácticas agrícolas deficientes. La falta de mano de obra ha causado el deterioro de las parcelas a tal grado que sólo las familias más ricas o que cuentan con más mano de obra pueden permitirse seguir produciendo café.
El VIH/SIDA y la producción ganadera
La ganadería ha disminuido en Gwanda. A menudo se vende el ganado para pagar gastos médicos y de funerales, y cuando se conserva, los sobrevivientes de la familia suelen carecer de conocimientos y capacidad para cuidar al ganado.
Además, la disminución de mano de obra disponible significa menos actividad ganadera, lo que constituye un peligro para la seguridad alimentaria a la larga.
Afortunadamente parece haber una tendencia a criar ganado menor, sobre todo cerdos y aves de corral, que requieren menos trabajo. Además, los campesinos de Gwanda, sobre todo los hombres jóvenes, también se han interesado en la apicultura para obtener ingresos, ya que la miel se vende a buen precio.
El SIDA y la seguridad alimentaria
Gwanda ha visto disminuir considerablemente su seguridad alimentaria. Los niveles de nutrición están disminuyendo en muchas familias. Una evaluación de la riqueza familiar calculó que cerca del 45 por ciento de la población de Gwanda es pobre, de conformidad con los niveles de la propia comunidad. Pero apenas hace 15 años Gwanda se consideraba rica.
Mientras más rica es una familia, puede mantener durante más tiempo un suministro adecuado de alimentos. Los niveles menores de nutrición exponen más a las personas al VIH/SIDA. La falta de salud hace a las personas vulnerables a la infección del VIH y reduce el periodo de incubación del virus. Por otra parte, el inicio y desarrollo de la enfermedad se demoran en las personas infectadas del VIH que están bien nutridas.