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Latinoamérica

10 de abril del 2002

Chile: El gobierno y las salvaguardas a la industria del acero

Patricio Malatrassi
Taller Economía ICAL  

Que la industria del acero sufre los embates ( previsibles) de la economía globalizada y que estos embates pongan en jaque una industria tan vital para la economía nacional, no constituye ningún misterio. La hegemónica política económica estadounidense no tiene empacho en defender sus intereses aunque tenga que borrar con el codo ( o misiles llegados el caso) lo que pudieron haber suscrito con la mano. No sabemos si hay alguien todavía que pudiera sorprenderse por esto.  
Estados Unidos ha puesto un arancel del 30 % a las importaciones de Acero extra Nafta. Es decir, , ha privilegiado los intereses propios a los intereses ajenos. "Aunque apoyamos el libre comercio, también vamos a actuar vigorosamente para defender nuestros propios intereses", afirmó Robert Zoellick,el representante comercial de Bush.  
Tampoco ha de resultar sorprendente para nadie medianamente enterado la posición del gobierno: timorata, entregada y vacilante que se desliza irremediablemente al " dejar hacer, dejar pasar" neoliberal. Lo mismo que hizo en el período 1998-2000 donde su desidia llevó a la quiebra a cientos de pequeñas y medianas industrias a lo largo del país, que sucumbieron a la voracidad del sector bancario. Vino a intervenir cuando ya no había nada que hacer y a un alto costo.  
La SOFOFA a través del empresario Juan Claro, que posa de progresista ( y le creen) a planteado la defensa irrestricta de su sector, la industria metalmecánica y la construcción, anteponiéndolos a los intereses nacionales y preferirán comprar acero más barato que circula en el mercado ante el cierre de los mercados estadounidenses, europeos y canadienses. Naturalmente el cogobierno concertación-Sofofa privilegiará esta unión aunque se avance un paso más en el desmantelamiento de la industria básica nacional.  
El Ministro Rodríguez considera "una mala política" la salvaguardia aplicada por Estados Unidos al acero ya que el precio doméstico del metal se elevó en un 20 %. Es decir, al astuto Ministro cuyo nombramiento tan bien recibido por los empresarios , le parece una mejor política que la industria del acero quiebre a que sus precios internos suban un 20 %.  
La Ley chilena implementada durante la dictadura sostiene que deben existir tres condiciones para levantar salvaguardias frente a este tipo de eventos : datos que demuestren que hay un aumento de las importaciones ; daño o amenaza de daño a la industria local y pruebas de ello; y causalidad entre la primera y segunda condición. Para la Subsecretaria de Hacienda María Eugenia Wagner debe haber un aumento de las importaciones para tomar medidas y hacer efectiva la ley y este aumento de importaciones, no existe, lo que existe según ella son "solo amenazas". Olvidando que en este momento es difícil detectar un aumento de importaciones significativo en el sector, dado lo deprimido de la demanda, lo que no impide que el stock de acero que deberá desviarse por no tener entrada en el mercado norteamericano fluirá hacia otros mercados menores como el chileno.  
Los trabajadores del sector consideran ( y los privados dueños de la ex empresa que alguna fue del patrimonio colectivo) consideran que debe aplicarse la ley, ya que existe una capacidad ociosa del 20 %, con la paralización de las laminadoras y el fantasma del desempleo mostrándoles su futuro.  
Ya los dueños de CAP a través del presidente de la sociedad Roberto de Andraca a amenazado como respuesta a la situación, iniciar un proceso de "destrucción tecnológica" que consiste en un primer momento en dejar de operar uno de los dos alto hornos que poseen con lo que este quedaría inutilizado. Esto afectaría en cadena la producción de cementos Bío Bío que utiliza la escoria que sale de este alto horno para elaborar cemento. Es decir la elemental respuesta de este empresario es destruir la empresa.  
Es de recordar que la compañía de Acero del Pacífico (CAP) fue una de las grandes empresas públicas privatizadas por la dictadura militar. Y la primera en cumplir su total traspaso al área privada. Su valor en la época era al menos 200 millones de dólares y fue vendida en un valor que no superó los 40 millones de dólares. Como fue habitual en otros casos de privatizaciones de las grandes empresas del Estado, la privatización favorecieron a grupos de ejecutivos que usaron información privilegiada y se privatizaron con la empresa. Entre ellos Roberto de Andraca, que era gerente general de la empresa siderúrgica desde 1983,en representación del gobierno militar. De Andraca, desde esa posición, fue una de las caras visibles de la privatización de CAP y contó con el entusiasta apoyo de influyentes hombres del gobierno militar, como Sergio de Castro, Hernán Buchi y Jorge Cauas.  
Tras diversas vicisitudes en el desarrollo de CAP y la división del Holding en 1994, Roberto de Andraca a demostrado ser el hombre fuerte del grupo Cap. Permanece hasta hoy como presidente de la principal empresa metalúrgica del país asociado con el empresario peruano Juan Rassmuss y con el Grupo Von Appen, ligado a la actividad marítima.  
El nacimiento de Cap, en la década de los cuarenta había sido especial : el Estado jugó un rol en su creación desde la formulación del proyecto hasta su financiamiento y puesta en marcha. Las razones de este impulso se originan en el hecho de que el 80 % del consumo interno del acero provenía de las importaciones, lo que generaba una fuerte dependencia de los mercados externos, en circunstancias que el hierro y el acero eran insumos básicos para el desarrollo de la industria nacional. Se trataba entonces de aprovechar las condiciones naturales del país en la explotación de los minerales de hierro.  
En septiembre de 1973, CAP era en un 97,6 % de Corfo y tenía un Consejo de Administración que hacía las veces de directorio, en el cual había representantes del gobierno y de los trabajadores en partes iguales.  
Al momento de su privatización CAP, a través de su planta de Huachipato, producía el ciento por ciento de acero en el país. Su participación en el mercado oscilaba entre el 80 y 90 % y el saldo era cubierto por importaciones. Asimismo, su filial, la Compañía Minera del Pacífico, satisfacía las necesidades de mineral de hierro y exportaba aproximadamente el 80 % de su producción, principalmente a Japón.  
El control de los economistas de Chicago encabezados por el Vicepresidente de la compañía, Hernán Buchi permitió formar el Holding CAP. Cuyas principales empresas son :
* COMPAÑÍA SIDERÚRGICA HUACHIPATO elaboradora y comercializadora de productos de acero terminados y semi terminados.  
* COMPAÑÍA MINERA DEL PACIFICO dedicada a la extracción de mineral de hierro de sus propios yacimientos. Con sus plantas concentradoras y beneficiadoras, incluye todos los yacimientos mineros y las plantas de Pellets.  
* PLANTA CONCENTRADORA Y LAMINADORA DE RENGO.  
* ACERO COMERCIAL S.A. ; sociedad anónima comercial que asumió la comercialización de los productos de Huachipato y Rengo.  
* ABASTECIMIENTOS CAP : Una sociedad anónima abastecedora que tiene a su cargo el abastecimiento, como agente de compras de los elementos necesarios para el proceso productivo.  
* MANGANESO ATACAMA S.A.  
* PACIFIC ORES & TRADING :Sociedad establecida en Willemstad, Curacao, Antillas Holandesas, con el objetivo de actuar como agente de ventas de la Compañía Minera del Pacífico.  
* SOCIEDAD DE INGENIERÍA Y MOVIMIENTOS DE TIERRA DEL PACÍFICO LIMITADA ( IMOPAC) : Constituida en 1998 en La Serena, subarrendataria de las pertenencias mineras que conforman el yacimiento Minas Los Colorados.  
* COMPAÑÍA MINERA LA JAULA.  
* COMPAÑÍA MINERA CARMEN DE ANDACOLLO * TERRANOVA S.A. : La principal empresa del complejo en el rubro forestal surgió en 1988.En 1994 con la división del Grupo Terranova quedó en mano de una empresa Suiza.  
* COMPAÑÍA SEGUROS DE VIDA LA AUSTRAL creada en 1990 Las principales siderúrgicas nacionales CAP y Gerdau AZA esperaban un pronunciamiento favorable de parte de la Comisión de distorsiones y que buscaba la aplicación de salvaguardias – impuestos adicionales al arancel – al acero que importa Chile. Y eso no fue así. El organismo después de una investigación que estuvo realizando decidió no aplicar sobretasas arancelarias. Dejando si abierta una nueva investigación que incorporara más antecedentes, en vista del complejo escenario mundial del acero.  
La asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas ( Asimet) está en contra de las salvaguardias aduciendo que si Chile las aplica, no podrían acceder a un acero más barato, posición además que confirma para ellos el modelo de apertura económica y con el derecho internacional.  
Esta primera apreciación sobre el problema del acero no puede dejarnos sin ver que tras esta primera sacudida y muestra de dientes del lobo, se despliega el complejo desarrollo a que nos ha trasladado el omnívoro mundo del neoliberalismo. El gobierno y los sectores empresariales, temen que la fijación de un arancel al acero importado nos meta de cabeza en el mundo sangriento de las represalias económicas sobre las exportaciones chilenas a los distintos países, incluyendo, al mismo Estados Unidos, Japón, China, Brasil, Canadá, México, por citar sólo algunos. Un ejemplo de esta guerra económica es la posibilidad de que las acerías brasileñas boicoteen el carbón de Estados Unidos, que vende alrededor de 200 millones de dólares en mineral de coque para acero en Brasil. Es el feroz mundo neoliberal globalizado que toca a la puerta y que muestra la falacia del dogma Ricardiano de las ventajas comparativas en el comercio capitalista. Un país pequeño nunca podrá tener ventajas de ningún tipo en un mundo donde el mercado impone sus reglas y la competencia termina imponiendo la ley del más fuerte.