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Latinoamérica

15 de marzo del 2002

"Lo más caro para un país es lo que no es capaz de producir"
Colombia: acusan al gobierno de
hundir la producción lechera

La década perdida de los años noventa para el agro colombiano, en la cual fueron desplazadas más de 1.000.000 de hectáreas entre cultivos transitorios y permanentes, en gran parte explica la famosa "enlechada" o sobreproducción de leche en el país, pues esas tierras se volvieron, en su mayoría, rastrojos lecheros o lecherías tecnificadas, sin ningún apoyo por parte del Estado. Pero el exceso –relativo, porque al mismo tiempo millones de colombianos no pueden comprar leche– también tiene que ver con las importaciones de leche en polvo por parte de las transnacionales, con la consecuencia para los productores de tener el precio de venta congelado desde hace tres años en 450 pesos el litro, en tanto poco o nada disminuye lo que pagan por la leche los consumidores finales, lo que también muestra quienes se quedan con las utilidades, pues el campo colombiano sigue soportando el peso del bajo índice de inflación, a cambio de desempleo y ruina para nuestros productores.
Colanta explicó que el 70 por ciento de las importaciones de leche en polvo en el 2001 fueron hechas por dos multinacionales, pues son Nestle, Parmalat, Danone y otras de su tipo las que han recibido patente de corso por parte del gobierno nacional para manejar el mercado a su antojo, como si no se supiera que de los 370 mil millones de dólares que dan los 29 países más ricos de la tierra a su agro en subsidios, 50 mil millones son para leche y 32 mil millones para arroz y carne.
La decisión del gobierno de subir el arancel a la importación de leche del 22 al 44 por ciento, prueba nuevamente que la producción de leche en el territorio nacional no puede sobrevivir sin la debida protección del Estado.
Dicha medida también demuestra que la entrada de Colombia al Alca, que llevará los aranceles al cero por ciento, arrasará con lo poco que aún sobrevive de la industria y el agro nacional. Y de esta decisión se deduce que debieran subirse los aranceles para los restantes productos agropecuarios o industriales que han sido o están siendo aplastados por las importaciones.



Angel María Caballero es presidente de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria