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Latinoamérica

25 de marzo del 2002

El PT "está en contra de la ocupación de propiedades rurales productivas"
Brasil: Cientos de campesinos sin tierra invaden la hacienda de Cardoso

Eleonora Gosman, Clarín

Son unas 600 familias de agricultores pobres. La policía federal y el ejército rodearon la propiedad. Para el gobierno se trata de "un caso de terrorismo que exije un castigo ejemplar."

El Movimiento de los Sin Tierra invadió, ayer, la estancia del presidente Fernando Henrique Cardoso, donde suele pasar largos fines de semana. La propiedad Córrego da Ponte, de 1.100 hectáreas, fue literalmente ocupada por 600 familias de agricultores pobres, ayer por la mañana. La policía federal rodeó la propiedad al promediar la tarde. Pero sus filas fueron engrosadas, después, con tropas del ejército. Unos 300 hombres, con armamento pesado, anoche apretaban el cerco alrededor de los agricultores.
Para el ministro de la Reforma Agraria, Raul Jungmann, se trata de un caso de "terrorismo" que exige "un castigo ejemplar". Sus palabras sonaron amenazantes, no tanto por el calificativo en sí, sino porque Jungmann dijo esto en presencia del general Alberto Cardoso, ministro de Seguridad Institucional, durante una conferencia de prensa. El militar dijo en tono marcial: "Haremos cumplir la ley".
"Democracia es ley y los que afirman ser demócratas deben respetar la orden judicial emitida hoy de abandonar la propiedad", expresó el general Cardoso. Agregó que la ocupación de la hacienda del presidente "representa un problema muy serio, una situación que jamás ha ocurrido en este país".
Esta es la primera vez que los dirigentes de este movimiento social campesino se animan a entrar en la estancia presidencial. Varias veces, los líderes del MST montaron campamentos en la entrada de la propiedad. Pero nunca habían traspasado el límite de la amenaza.
Sus dirigentes se mostraron ayer dispuestos a resistir una acción conjunta de los federales y los soldados. "Trajimos alimentos para un mes y sólo nos vamos después que el gobierno nacional atienda nuestras reivindicaciones", declaró el líder de la invasión, Cledson Mendes. Los dirigentes de los Sin Tierra comentaron que la policía federal ya les avisó que la orden es sacarlos por la fuerza. "Pero vamos a resistir. Estamos armados con hoces y palos", declaró Mendes.
La invasión, según los campesinos, tiene como objetivo conseguir tierras para 80 familias rurales que no tienen lugar en otros asentamientos de las inmediaciones. El MST pide también que se liberen recursos para el Programa Nacional de Educación en la reforma agraria y para asistencia técnica a los campesinos asentados, además de construcción de escuelas, salas de primeros auxilios y redes de agua potable. Los líderes del MST resolvieron ocupar la estancia presidencial después del fracaso del diálogo con el ministro Jungmann.
El gobierno acusó ayer al Partido de los Trabajadores de promover la toma de la estancia de Cardoso. El ministro de Justicia, Aloysio Nunes Ferreira dijo que el Movimiento de los Sin Tierra responde a esa agrupación política de izquierda, liderada por el candidato presidencial Luiz Inacio Lula da Silva.
En una nota oficial, el presidente del PT, José Dirceu, replicó con dureza. "La invasión es exclusiva responsabilidad" de los Sin Tierra. "No nos avisaron, no deberían tampoco avisarnos y mucho menos consultarnos" aclaró. Para Dirceu, el gobierno pretende usar el episodio con "fines electoralistas", vinculando la ocupación de la hacienda presidencial al Partido de los Trabajadores. El PT, "está en contra de la ocupación de propiedades rurales productivas y considera que la negociación política es la única via para implantar la reforma agraria".
Decidido a no meterse en un conflicto que le resulta ajeno, aún cuando ocurra en su propio territorio, el gobernador de Minas Gerais, Itamar Franco (dirigente del centrista Movimiento Democrático Brasileño) dijo que la Policía Militar del Estado "acompañará de lejos" la invasión.
Para Itamar Franco, la responsabilidad por la seguridad de la hacienda es del Ejército y no de sus fuerzas policiales provinciales, ya que las tierras "fueron declaradas símbolo nacional", ironizó.