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Latinoamérica

7 de enero del 2002
Guía para el 2002
Defiéndase de los embustes internacionales

Emir Sader
Servicio Informativo "Alai-amlatina"


L
a política internacional tiene un extraño destino: en general es despreciada por la gran prensa, salvo en momentos de grandes convulsiones. En tanto, se usa y se abusa de ella para dirimir las grandes polémicas nacionales. Argumentos decisivos parecen ser sacados de casos a los que solo los supuestos "especialistas" parecen tener acceso y comprender el significado, alegando que "en México fue cierto", que "el modelo chileno es el mejor", que "en Corea del Sur fracasó" o que "Turquía probó que el gobierno tiene razón".

Es lo que se puede llamar "embustes internacionales", para darle un nombre. Cuidado por lo tanto por todos -economistas, editorialistas, "politólogos", sociólogos, analistas internacionales-, infórmese, no dé nada por establecido como si hubiese argumentos de autoridad, desconfíe, -sobre todo desconfíe-, busque verificar con cabeza propia.
Para sorprenderse menos con lo que acontezca en el nuevo año, van aquí algunas indicaciones, que pueden ser útiles para que cada uno piense con su propia cabeza, para que la prensa sirva para emancipar y no para alienar a las personas.
1.- Cuando un gobernante diga que "no hay otro camino posible", puede tener la cereza que, tratándose de la acción de los hombres, siempre hay otro. A falta de argumentos a favor suyo, él desea afirmarse, mistificando.
2.- Cuando ministros de economía, presidente de bancos centrales y públicos hicieren previsiones, engañan primero contando las previsiones -vía de normas erradas- que hicieran un año antes, para saber si tienen derechos a seguir ocupando nuestro tiempo.
3.- Cuando leas que México, Chile, Argentina -u otro país cualquiera- es el modelo a seguir, alternativamente utilizados conforme la caperuza los lleva para arriba o para abajo, desconfíe. No espere que México, Chile o Argentina se desplomen para ver que era una forma de desviar la atención de análisis concreto del país en cuestión.
4.- Cuando lea que ahora la economía va a crecer sin interrupciones, cambie inmediatamente de lectura y de columnista. La década anterior se pasó con ese estribillo de "nueva economía" y cuando ella mostró que de nueva tenía apenas el nombre, se cambió de asunto, sin nadie ofrecer cuentas de las mentiras que había prometido.
5.- Ponga los ojos firmes en lo que acontece en los Estados Unidos. No porque sea modelo para cualquier otro país, mas porque nada de importante en el mundo hoy puede ser comprendido fuera de la hegemonía norteamericana y, por lo tanto, lo que pasa allá cuenta mucho para todo el mundo.
6.- Mas no espere nada de bueno viniendo de allá, por lo menos mientras ellos continúan pensando que deben dar lecciones -teóricas y prácticas- al mundo de cómo se construye una buena sociedad - sentimiento reforzado, infelizmente, con los atentados del 11 de septiembre último, alienándolos más aún contra los sentimientos negativos que inspiran por el mundo afuera.
7.- No crea que el capitalismo y el imperialismo eran antes. Nunca hubo tanto capitalismo en el mundo -nunca tantas cosas y personas fueron transformados en mercancías, tuvieron un precio, fueron comprados y vendidos-, ni nunca hubo una presencia imperial tan fuerte en el mundo.
8.- No crea cuando dicen que "el Estado nacional acabó". El G-7 (o G- 8), que es una especie de gobierno mundial, está compuesto por los mandatarios de los más poderosos Estados del mundo y no por los presidentes de las grandes corporaciones. Además de que esos Estados tienen las fuerzas militares más poderosas del mundo. Lo que ellos quieren es que, por ejemplo, Brasil, India, China, África del Sur, México, Argentina Paquistán, e Indonesia, no resuelvan seguir el mismo ejemplo de hacer reuniones periódicas de sus jefes de Estado para defender mejor los intereses de la gran mayoría de la humanidad -que viven en estos Estados y no en aquellos.
9.- Piense que cualquier política internacional que no priorice el rescate de África está errada. Pregunte, delante de cada propuesta: "¿Y cuál es el lugar de África?" Será más fácil entender su significado, a quien favorece y a quien perjudica.
10.- Piense, como criterio, que un mundo justo es aquel en que lo que prima no son los intereses del dinero, del capital, mas las necesidades -materiales y espirituales- de los seres humanos. Solamente así será posible a los hombres valerse de todos sus avances materiales e intelectuales para construir una sociedad solidaria y humanista -siempre posible, mientras los hombres se valieran de sus capacidades de comprensión y de acción para interpretar y transformar el mundo en el sentido de acabar con la explotación, con la dominación, con la alienación y con la discriminación.

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