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Latinoamérica

24 de enero del 2002

Brasil: Impunidad y amenazas en el correo electrónico

Página 12

José Dirceu, presidente del Partido de los Trabajadores de Brasil, recibió un e-mail con detalles del secuestro del alcalde Celso Daniel, asesinado a balazos el fin de semana

La sospecha ya es una certidumbre: el secuestro y asesinato del alcalde Celso Daniel y miembro del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) tuvo motivaciones políticas, como lo confirmaron las nuevas amenazas contra miembros del PT por parte de la organización conocida como Frente de Acción Revolucionaria Brasileña (FARB) y el anuncio que hizo el presidente del PT, José Dirceu, de haber recibido un e-mail en el que el FARB se atribuía el secuestro de Celso Daniel. En este sentido, la policía federal inició una investigación paralela a la policía de San Pablo en vistas a que "existen evidencias que apuntan a un crimen político".
Dirceu dijo que se encontró ayer con el mensaje en que las FARB se atribuían la muerte del alcalde del suburbio industrial paulista de Santo André, quien fue brutalmente asesinado el fin de semana. El e-mail había sido enviado a Dirceu al Senado el sábado, pero Dirceu dijo que recién lo leyó el martes. El mensaje decía textualmente: "En primer lugar, no desprecie al FARB. Estoy con el alcalde de Santo André y no voy a matarlo. Lo haré sufrir. Le avisamos, él no lo creyó. Vamos a dejarlo vivo para mostrar nuestra fuerza, pero la próxima vez no tendrá otra oportunidad", contenido que confirmó el PT.
El alcalde fue secuestrado a la salida de un restaurante el sábado y encontrado muerto a balazos el domingo. Miembro del PT, era el coordinador del programa presidencial del mayor partido de izquierda en Brasil y mano derecha de su candidato, Luiz Inácio Lula da Silva, para los comicios presidenciales de octubre. El diario Estado de Sao Paulo publicó la teoría que Daniel habría sido torturado. El asesinato de Daniel provocó una gran conmoción nacional.
El presidente, Fernando Henrique Cardoso, pidió una "guerra contra el crimen organizado", y la policía federal inició su propia investigación: ayer fueron arrestados en el estado de Minas Gerais dos presuntos involucrados en el secuestro, uno con antecedentes de secuestro y el otro de robo, en el intento habitual de desviar la atención desde la violencia política de derecha hacia un crimen común.
El misterioso grupo FARB se había adjudicado el asesinato del intendente de Campina, Antonio de Costa Santos –o Toninho–, consumado el pasado 10 de setiembre y aún "no esclarecido". Además el FARB había anunciado "algo grandioso" contra los líderes del mayor partido de izquierda en Brasil que intentaran alianzas centro-derechistas, y enviaron cartas a 37 alcaldes y dirigentes nacionales del PT con amenazas. La última amenaza de muerte fue recibida esta semana por el candidato de ese partido a la gobernación de San Pablo, José Genoino. En una página web –que cerró la policía–, el FARB informaba haber sido creado en 1998 en San Pablo y lamentaba "ver al PT cambiar escandalosamente su ideología" para alcanzar el poder. Las hipótesis sobre las FARB varían: sería una banda que estaría compuesta por organizaciones de derecha de varios estados del país, o tal vez un grupo de ultraderecha próximo al derechista Frente Liberal, cuya presidenciable Roseana Sarney no vaciló en decir: "El PT es talibán. Y nosotros tenemos que bombardear Kabul". Sea quien sea el atacante, no hay duda de que las bombas están cayendo.

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