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Latinoamérica

Bienvenidos al mundo real

Por Carlos Peláez

Niños alimentados con pasto; ancianos robando bucitos para vender y comer; empleados llorando frente al banquero automático que no da plata a pesar de los golpes; jubilados que no cobrarán; empleados que no cobrarán; comerciantes que no cobrarán.
El lunes tendremos por lo menos otros tres mil bancarios desocupados, así de un saque, a los que en días se sumarán otros 1.700. Estos días dejarán miles de víctimas en la cuneta.
Los deudores en dólares no podrán pagar; tampoco los que deben en pesos. Por igual trabajo, las empresas recortan salarios entre un 15 y un 25 por ciento.
Bienvenidos al mundo real, señores!!!
Este es el mundo que han diseñado para nosotros un charla barata que funge de presidente; un gringo inmoral, patotero y corrupto, que funge de presidente;
un grupo de banqueros que de lunes a viernes saquean al país pero los domingos van a misa, un grupo de politiquillos vividores y aprovechadores de su particular posición de privilegio, un grupo de empresarios corruptos asociados al poder, algunos periodistas que avergüenzan la profesión y una pequeña cáfila de dirigentes sindicales que deshonraron las mejores tradiciones del sindicalismo uruguayo.
Todos maquillados con una capa de seriedad.
Pero ¿qué es serio?
¿Permitir que los pobres se queden sin su hospital mientras algunos Peirano siguen disfrutando de su estilo de vida?
¿Perseguir a un hambriento que carnea una vaca ajena, mientras el Estado no pone su máximo poder para dar con el paradero de los delincuentes de cuello blanco?
¿Pelear por menores posiciones políticas mientras la gente se muere de hambre?
¿Aceptar calladamente las imposiciones de organismos internacionales?
¿Decir que no se puede hacer nada?
Ayer se cayó el sistema. Si el 27 de junio de 1973 es recordado como el día en que fueron liquidadas las instituciones democráticas, el 30 de julio lo será como el día en que cayó el sistema financiero.
Durante los últimos 20 años Uruguay privilegió al sistema financiero por sobre toda otra actividad productiva. Desde su condición de Ministro de Economía Ignacio de Posadas fabricante de empresas lavadoras, sostenía que en la economía de mercado si un almacenero era ineficiente debía cerrar las puertas de su boliche. Sin embargo ahora permanece calladito, cuando el propio gobierno violenta las normas que dice defender y sale en auxilio de banqueros ladrones.
Es obvio que alguien en algún lugar nos asignó un papel: debíamos ser el paraíso fiscal para que narcotraficantes, corruptos, traficantes de armas, contrabandistas y evasores, "lavaran" su dinero mal habido.
Hoy el círculo se cerró. Un hombre de la 15, Alejandro Vegh Villegas, le dio forma al "Uruguay plaza financiera"; otro hombre de la 15, Jorge Batlle, al país permitiendo la fuga del 75 por ciento de nuestras reservas.
La producción agropecuaria se fundió y los trabajadores del campo viven en los cantegriles alrededor de Montevideo, Canelones y Maldonado. Las industrias fueron liquidadas con el Mercosur y las fábricas son hoy sólo galpones vacíos.
La crisis argentina acabó con el turismo y la construcción, que llegó a ocupar a 30.000 personas, hoy casi no existe.
El comercio se limita casi exclusivamente a los supermercados.
Después de 70 años, ayer cerraron los bancos, la última actividad laboral que conservábamos fuera del Estado.
Comienza otra historia.