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Latinoamérica

Plenario Nacional: sectores radicales del FA
cuestionan el documento consensuado

Dos documentos de la UF y CI plantean diferencias y descartan cualquier acercamiento hacia el gobierno

Los sectores considerados más radicales del Frente Amplio (FA) cuestionan el documento de consenso que, sobre estrategia, la dirección frenteamplista llevará mañana al Plenario Nacional. En particular descartan cualquier posibilidad del diálogo y reclaman la sustitución del actual gobierno.

La Unión Frenteamplista y la Corriente de Izquierda esgrimen la movilización como herramienta eficaz para cambiar la conducción económica e incluso para provocar, si fuera necesario, una caída del gobierno.

El acuerdo sobre estrategia alcanzado entre los sectores políticos y las bases que integran la Mesa Política del FA --que se discutirá mañana en el seno del Plenario Nacional-- no inhibirá una discusión sobre el tema, en la medida en que dos grupos que no la componen (Corriente de Izquierda y Unión Frenteamplista) emitieron sendos documentos que poco tienen que ver con los 13 puntos que componen la propuesta. Incluso, el 26M, miembro de la Mesa, tiene planteado --aseguraron fuentes frentistas-- cuestionar varios aspectos del punteo acordado.
Al texto consensuado y publicado ayer por LA REPUBLICA, se arribó tras tres reuniones de la comisión ad hoc nombrada por la dirección frentista para acercar posiciones. De aquel desaparecieron las menciones explícitas a una probable crisis política que obligará a recorrer caminos constitucionales para sustituir al gobierno del presidente Jorge Batlle. En general se acordó poner más énfasis en la oposición a la actual administración nacional, con un fuerte empuje en las iniciativas propositivas para salir de la crisis (básicamente atención de la emergencia social, reactivación productiva y modificación y mayor contralor del sistema financiero) y dejar sobre la mesa el planteo de un gobierno de reconstrucción nacional, sin exclusiones de ningún tipo político o social, en su conformación.
Ello significó que Asamblea Uruguay abdicara de su postura favorable a apoyar al actual gobierno, para evitar su aislamiento y una eventual crisis política si continuaran deteriorándose los indicadores sociales, económicos y financieros. Pero, también que el MPP, PCU (que pinta muros pidiendo que Batlle se vaya) y otros grupos como la Corriente Popular, dejaran de lado su planteo de trabajar sobre la hipótesis de un escenario con elecciones anticipadas.
De acuerdo con fuentes frentistas se espera que Tabaré Vázquez haga una intervención centrando los ejes estratégicos, en un mensaje a la interna y a la población en general.
Fuera de libreto
Documentos de la UF y CI se ubican en una línea diferente del acordado entre los sectores que integran la Mesa. Con matices en cuanto a posiciones originales del MPP y el PCU, sus textos ponen especial atención en descartar cualquier acercamiento al gobierno y plantean la movilización como la jugada más certera para cambiar la política económica e incluso provocar la caída de la actual conducción nacional.
En la descripción inicial, la Unión Frenteamplista advierte que "la enorme disconformidad popular con esta situación puede transformarse en desesperanza, en emigración, o en saqueos, o por el contrario puede sustentar una resistencia cada vez mayor, una movilización amplia que una a un gran abanico de sectores, para cuestionar y frenar esta orientación neoliberal, y plantear con fuerza una alternativa diferente. A este camino debemos apostar y con esta perspectiva debemos comprometer todos nuestros esfuerzos".
Más adelante sostiene: "No compartimos las estrategias que dentro de la izquierda consideran necesario respaldar al gobierno en esta coyuntura, asegurándole gobernabilidad para evitar males mayores al país, demostrando así nuestra responsabilidad como fuerza política. La realidad ha comprobado una y otra vez que el gobierno no atiende a los esfuerzos de diálogo y propuestas realizados por el FA-EP. Por el contrario profundiza en la aplicación de su modelo neoliberal, aun en medio de la crisis, agravándola.
En nuestra concepción el FA-EP deben estar junto a los postergados, a los empobrecidos, a los oprimidos por esta política, peleando junto con ellos por una alternativa de cambio. Debe estar en la oposición clara y firme. Descartamos desde nuestro punto de vista, toda coparticipación con este gobierno de coalición" .
El documento fija posición sobre las ideas de resolver la coyuntura. En esa dirección subraya que "no compartimos las estrategias que dentro de la izquierda consideran necesario subordinar toda la acción política a la perspectiva de 2004 para recién entonces levantar una opción de cambio. La idea de que sólo en un contexto de estabilidad y tranquilidad llegaremos a las instancias electorales en las mejores condiciones para una alternativa progresista, tiene un fuerte carácter ilusorio: el país está en crisis y debemos dar respuestas a la misma ahora. Es realmente muy difícil que se cambie el rumbo general del país, se afecten intereses poderosos, y se inviertan las prioridades sociales , sin turbulencias. La propia aplicación de la política neoliberal está generando esta situación de conmoción social. La toma de distancia respecto del movimiento social y el renunciamiento a jugar un rol activo en la movilización popular, que surgen de esta estrategia, no contribuyen a encontrar salidas a las angustias de los uruguayos pobres, y no fortalecen a la izquierda en lo político ni en lo social. No hay perspectiva electoral exitosa que se apoye sobre la desmovilización popular, sobre la frustración de las esperanzas, sobre el desmoronamiento de las organizaciones sociales".
Finalmente, tras señalar que el crecimiento de la resistencia popular es un componente fundamental para enfrentar la actual situación, la UF se remite a su declaración del 3 de agosto, para advertir que "el reclamo popular de que se vayan es más que un sentimiento legítimo de hartazgo, es una necesidad imprescindible para salvar al país".
El derecho a sacar
Por su parte, la CI señala que la situación crítica del país, "solamente alguien muy irresponsable puede pretender que este gobierno de coalición burguesa monitoreado desde Washington, continúe hasta 2004. Solamente alguien absolutamente insensible al brutal drama social que afecta a cientos de miles de compatriotas, puede decir que de esta crisis 'salimos todos juntos' o a través de un 'gobierno de salvación o reconstrucción nacional'. Las tesis de asegurar la 'gobernabilidad' o de avanzar hacia la 'concertación social' que vienen sosteniendo tanto la mayoría de la Mesa Política del FA como de las direcciones sindicales, sólo conducen a crear falsas ilusiones en un cambio basado en el 'diálogo nacional', y a desarticular una resistencia social, clasista y democrática que se extiende en todo el país".
En el documento de la Corriente no falta la referencia a los saqueos y la campaña desatada por voceros del Partido Colorado, así dice:
"En este marco, el gobierno de Batlle, Sanguinetti, Atchugarry, Hierro López, Stirling, Lacalle y todos sus aliados, ha desatado una campaña pública contra nuestro pueblo y contra la izquierda uruguaya en general y en particular contra la Corriente de Izquierda y el FA. Campaña que tiene como objetivo, entre otras cosas, desplazar y desfigurar el verdadero motivo de la honda crisis que vive el país, penalizar toda la legítima protesta popular y crear miedo en la población".
En cuanto a la actitud a seguir con el gobierno de Batlle, la CI sostiene que "la democracia popular no sólo pasa por el derecho a elegir, sino por el derecho a sacar. En este sentido nos comprometemos a impulsar una gran movilización junto a todas las organizaciones de izquierda y el movimiento popular para que la camarilla blanqui-colorada ilegítima e inmoral que está en el gobierno se vaya ya, utilizando todos los mecanismo democráticos discutidos por nuestro pueblo, por ejemplo, Ley Constitucional que instrumente una Asamblea Constituyente Soberana y popular o a través de elecciones anticipadas, etc.".
En consecuencia, el "FA, como fuerza alternativa, depositaria de la esperanza popular, debe proponerse tomar las riendas del país ahora, transformando la crisis capitalista y el descalabro neoliberal, en un proceso de lucha y transformación política, económica y social. Por lo tanto para la CI es necesario fortalecer la mayor participación del pueblo frenteamplista y de todos sus organismos (en especial de sus comités de base) e impulsar una gran asamblea general de frenteamplistas, para aprovechar el máximo de aportes de los compañeros y compañeras".