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Latinoamérica

PARO SINDICAL EN URUGUAY PARA QUE RENUNCIE BATLLE

Los créditos y las huelgas

El gobierno norteamericano elogia la conducta del gobierno uruguayo para mantener a raya el contagio argentino y el FMI abre su cofre de la felicidad como premio. Pero ni esto ni el reciente cambio del equipo económico –el ministro de Economía Alejandro Atchugarry por el renunciante Alberto Bensión– disipan la protesta de la clase trabajadora, debido a que el foco continúa siendo la política económica que lleva adelante el gobierno de Jorge Batlle. Por eso el movimiento sindical uruguayo, nucleado en la central única PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores-Central Nacional de Trabajadores), realizará hoy desde temprano la séptima huelga general en lo que va del año, tentando a la caída de Batlle y generando presión para la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
El sindicalista Luis Goichea adelantó ayer en Montevideo que el contenido de la proclama recién será definido hoy, unas horas antes de la concentración y acto, frente al edificio Libertad, sede del Poder Ejecutivo. Pero declaró que "se va a mantener en los lineamientos generales que ha planteado el movimiento sindical" en los últimos tiempos, con el agregado de "proponer profundizar la lucha, de manera que si los trabajadores, otras organizaciones sociales y algunas políticas, de oposición, lo avalan, exigir entonces la renuncia del presidente Batlle y que se convoque a elecciones anticipadas".
El dirigente Juan Castillo, responsable de organización de la central obrera uruguaya, se quejó de que "los gobiernos que hemos tenido en los últimos años, las coaliciones que han gobernado han aplicado estas políticas resueltas en el exterior del país. Y nos encontramos con que salen a decirnos que no estamos muy bien, pero que pronto nos recuperaremos".
Los trabajadores ya aplicaron seis medidas de protesta durante este año, la primera de ellas, el 24 de enero, consistió en una multitudinaria caravana que se trasladó desde Montevideo a Punta del Este, a unos 140 kilómetros de la capital, en plena temporada de verano. El 16 de abril, unas 100.000 personas marcharon desde diversos puntos del país y convergieron en Montevideo para reunirse en torno del obelisco a los Constituyentes de 1830, convocadas por el PIT-CNT y la llamada "Concertación para el Crecimiento", que nuclea a unas treinta gremiales del comercio y la producción rural. Protestas similares se repitieron el 24 de mayo, el 12 de junio, el 25 de julio y el 1º de agosto