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Latinoamérica

La izquierda y el nuevo escenario de crisis en el sistema financiero

Las estrategias en el EP-FA
LA REPUBLICA

Cómo moverse en el nuevo escenario creado a partir de la crisis financiera y social, divide a la izquierda. Incluso lo hace horizontalmente, al grado de mostrar diferencias en el seno de las subcoaliciones, por ejemplo en el Espacio 90, donde no acuerdan en el llamado a elecciones anticipadas o un gobierno de salvación nacional.
Los distintos sectores frenteamplistas y encuentristas comenzaron la discusión sobre la estrategia a seguir, en el nuevo escenario de crisis del sistema financiero y agravamiento de todos los indicadores sociales y económicos. Para algunos no se ha agotado --contrariamente a lo que sostiene el Movimiento de Participación Popular (MPP)-- la instancia de dialogar con el gobierno, para hallar algunas soluciones mínimas a los padecimientos de la producción y la gente. Incluso, el diputado de la Alianza Progresista, Víctor Rossi, manifestó desconfianza en propuestas --como la del gobierno de reconstrucción nacional-- que "más parecen consignas que definiciones precisas y cuya resolución puede aparecer a contrapelo de la institucionalidad vigente. Hasta ahora esos planteos no son más que un titular". Una opinión similar, aunque a título personal, emitió el senador socialista Manuel Núñez. Este expresó la necesidad de continuar en la búsqueda del diálogo sin trazar caminos posibles de antemano. En cuanto al planteo de un gobierno de reconstrucción nacional, Núñez sostuvo que el mismo tiene dos hipótesis de concreción: "Que nos dejen entrar a una nueva coalición o que se llame a elecciones anticipadas". El dirigente socialista no ve como una estrategia adecuada pedir el ingreso a una nueva coalición, ni perspectivas de que se abran a una ampliación de la misma pues ambos partidos están de acuerdo en acentuar la línea privatizadora de las empresas públicas, "por tanto pienso que es más una consigna, sabiendo que no 'llevan' esa iniciativa. Creo que el objetivo es continuar la lucha contra la política económica". El tema de proponer un nuevo gobierno ha generado diferencias incluso dentro del Espacio 90, Carlos Pita, diputado de la Corriente Popular (CP) e integrante de dicha coalición frenteamplista, ha sostenido la posibilidad de hallar un mecanismo de adelantamiento de las elecciones, a través de la ley constitucional, de forma de resolver una crisis "para la que el gobierno actual ha demostrado no tener respuestas, ni la confianza de la gente". Tanto para el MPP como para la CP, la percepción es que no es posible "hacer la plancha" hasta el año 2004 y que los problemas de la población, más la incapacidad de respuestas del Ejecutivo, generarán más temprano que tarde una crisis política, con la carga de vacío de poder consiguiente, que debe solucionarse en base a una nueva conformación del elenco gobernante y modificaciones en la política económica.
La Alianza Progresista y el PS se inclinan por trabajar hacia resolver los aspectos de la emergencia social y los temas sin solucionar tras la aprobación de la ley de fortalecimiento del sistema bancario. Por ejemplo, la falta de definición sobre el futuro del Banco Comercial y el de Crédito.
Las propuestas
En tanto, el Partido Comunista afirmó en un comunicado público que "si este gobierno respondiera a los intereses del pueblo uruguayo, ya debería haber renunciado, pero en su carácter de socio menor de una potencia extranjera, opta por profundizar la estrategia neoliberal dictada por el imperialismo, directa o desde los organismos internacionales de crédito.
Existe una alternativa. La de un gobierno de salvación nacional, constituido por todos los interesados (en primer lugar los trabajadores) en un auténtico desarrollo soberano, productivo y con justicia social. Por su parte, la Unión Frenteamplista, también en un planteo público, dice que "hoy es evidente que el gobierno del doctor Jorge Batlle y sus socios los doctores Lacalle y Sanguinetti, no están en condiciones de enfrentar la crisis productiva y la emergencia social y su respuesta a la crisis financiera es convalidar el derrumbe. Los uruguayos no podemos seguir hundiéndonos por la acción y la inacción de este gobierno. El reclamo popular de que se vayan es más que un sentimiento legítimo de hartazgo, es una necesidad imprescindible para salvar al país.
El planteo de un gobierno de reconstrucción nacional es explicitado por el MPP, en un texto dirigido a la población. En él se manifiesta que es "necesario constituir urgentemente un gobierno de reconstrucción nacional, en el que participen todas las fuerzas políticas y todas las organizaciones sociales sin exclusiones".
Luego, el texto emepepista detalla un programa mínimo de emergencia nacional, donde incluye cuatro medidas básicas: una equitativa distribución de los esfuerzos de recuperación, declarar el estado de emergencia nacional para concurrir al salvataje de los uruguayos que pasan hambre, frío y carencias sanitarias gravísimas; reactivación del aparato productivo; cambiar las normas sobre el BROU y el BHU, levantamiento del secreto bancario para los cargos electivos y de particular confianza, suspensión de ejecuciones y relanzamiento de los créditos a los sectores de la producción