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Latinoamérica

Los centros de poder se disputan la mano en alto uruguaya
Uruguay "está de moda"

¿Por qué países como Estados Unidos, Japón o China estuvieron en las últimas semanas tan cerca --de distintas maneras-- del gobierno uruguayo? Su importancia, a la hora de votar resoluciones en los organismos internacionales, es la respuesta.

La necesidad del voto uruguayo atrae a los poderosos. Batlle de parabienes.

Daniel Lema / La República

El miércoles pasado culminó su visita a Uruguay un representante del gobierno chino que firmó un acuerdo con nuestro país para llevar al lejano oriente productos lácteos. La concreción de este acuerdo fue vista en el Poder Ejecutivo como una victoria de un reclamo constante del presidente Jorge Batlle: "Queremos mercados, no dinero".
"Los países para crecer tienen que tener una diversidad de mercados", decía ese mismo miércoles Batlle, pocas horas antes de reunirse con el ministro Li Changjian, titular de la Administración General para la Supervisión de Calidad e Inspección y Cuarentena de China.
El acuerdo con China permitirá el ingreso a ese país de lácteos y promueve el comercio de plantas y productos de origen vegetal. Más adelante se concretaría la exportación de carne y lana.
Para un país como Uruguay, acceder a un mercado tan grande como el chino significa un enorme ingreso de dinero. El acuerdo lácteo con China permitirá comenzar a mejorar la situación del sector que entró en dificultades con la crisis regional, comentó el ministro de Ganadería, Gonzalo González
"La gente, en tiempos difíciles, piensa en sus amigos", dijo a su vez Li durante una conferencia de prensa. Precisamente, de una manera similar ("mi amigo Jorge no va a caer") se refirió el presidente de Estados Unidos, George Bush, cuando dio el sí para habilitar el adelanto de 1.500 millones de dólares, parte de un préstamo de los organismos multilaterales de crédito que también fue respaldado por el Grupo de los Siete países más poderosos del mundo, con Japón como uno de los principales negociadores, según lo reconoció el gobierno uruguayo.
Levantar la mano
Para el gobierno esto no es casualidad. "Estamos de moda", comentó días atrás un alto integrante del Poder Ejecutivo.
La pregunta que surge es ¿por qué ese apoyo a un país pequeño? La respuesta desde el gobierno, aunque no se admite directamente, es por su papel en el esquema político mundial. Dicho de otro modo, la importancia de un voto en los distintos ámbitos de decisión, ya sea Naciones Unidas o la Organización Mundial de Comercio. Los países poderosos "necesitan el voto" de países más pequeños y por eso emprenden este tipo de relacionamiento comercial, agregó un integrante del Ejecutivo.
Esto quedó evidenciado en uno de los hechos más polémicos del año. El nuevo relacionamiento de Uruguay con Estados Unidos, y la posibilidades de mejorar el comercio con Norteamérica, estuvo relacionado con la propuesta de la administración Batlle en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en cuanto a que el Alto Comisionado en esa materia visitara Cuba. Desde la isla se informó que esta propuesta estuvo acordada con Estados Unidos. Desde Uruguay se reivindicó la independencia en materia internacional y en tal sentido se tomó como ejemplo la visita de autoridades uruguayas al Medio Oriente, recorriendo países que integran el "eje del mal", según George Bush.
Dentro de la estrategia de Batlle, ahora se comienza a cimentar una buena relación con otro coloso mundial: China. En octubre, Batlle visitará Shangai con el objetivo de ampliar acuerdos en materia de carne y lana. Como base para esa buena relación, Batlle recuerda que fue su padre, en la década del 50, quien reclamó en Estados Unidos que China fuera parte de las Naciones Unidas.
En cuanto a la región, el Mercosur, Batlle sostuvo días atrás que Uruguay "dependía demasiado" de la unión, informando que antes de la generalización de la crisis nuestro país exportaba a Brasil, Argentina y Paraguay el 54% de la producción que salía del país.
El futuro del grupo y la búsqueda de una mejora en la relación bilateral serán parte de lo que conversarán el martes y el miércoles el presidente Batlle y su par brasileño, Fernando Henrique Cardoso.