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Latinoamérica

Presentan audaz plan de conservación

Por Carmelo Ruiz Marrero

Un ambicioso proyecto de ley que, si se aprueba, será el más grande esfuerzo de conservación de recursos naturales en la historia de nuestro país, acaba de ser presentado por la organización comunitaria adjunteña Casa Pueblo, reconocida por su importante papel en el triunfo contra la explotación minera en nuestras montañas.
La propuesta legislativa, que lleva el nombre "Proyecto de ley de áreas protegidas de alto rendimiento en la producción de aguas y de alto valor ecológico para la sustentabilidad de Puerto Rico", asigna $50 millones anuales —del gobierno de Puerto Rico, no federales— para la compra de terrenos de alta producción de aguas y de valor ecológico. Los terrenos designados y comprados serán de esta manera protegidos de inmediato, anres de que sean deforestados y cubiertos de cemento.
En camino el proyecto
Alexis Massol González, director de Casa Pueblo y ganador del Premio Ambiental Goldman, el más alto galardón en ambientalismo en el mundo, presentó personalmente la propuesta de ley a Carlos Vizcarrondo, presidente de la Cámara de Representantes.
Vizcarrondo y el legislador Ramón Ruiz, presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Calidad Ambiental de la Cámara, ya se comprometieron a traducir la propuesta a formato legislativo para radicarla oficialmente a la Legislatura. Una vez radicado el proyecto, se realizarán vistas públicas y se discutirán las posibles enmiendas, si las hubiera.
"Puerto Rico depende de la lluvia para reponer las aguas de los ríos y acuíferos, y suplir las necesidades de agua potable de la población, la industria y el turismo para el desarrollo económico del país", declara la Exposición de Motivos del proyecto. "Es imperativo implantar con urgencia una estrategia de conservación y adquisición de terrenos de alta producción de aguas que garantice las condiciones de vida de ésta y futuras generaciones antes que el desarrollismo sin control cubra de cemento los lugares de captación hidrográfica."
Duplicar las áreas protegidas
De ser aprobado el proyecto de ley, las áreas naturales protegidas del país se duplicarán del 5% de nuestra superficie —que es lo que tenemos ahora— al 10%. El separar un diez por ciento de nuestro territorio nacional para la conservación puede parecer mucho, pero es una cifra verdaderamente modesta si se compara con otros países. En Cuba, las áreas protegidas suman 12% del territorio, en la República Dominicana 19%, Jamaica 22%, Guadalupe 36%, y Martinica, un impresionante 70%.
Por otra parte, la suma de $50 millones anuales podría parecer extravagante en vista de las urgentes necesidades económicas de nuestro pueblo —basta con ver el estado de nuestras escuelas públicas. Pero $50 millones es una cifra insignificante comparada con lo que gasta nuestro gobierno en otras cosas. Para el año fiscal 2003, el gobierno asignó $3,300 millones para mejoras permanentes. De ese dinero, $542 millones son para carreteras, y $480 millones para edificios públicos.
Los trabajadores de Casa Pueblo no se han sentado a esperar que se apruebe el proyecto de ley sino que ya están trabajando en un proyecto que, a pesar de ser a escala municipal, establecerá un prometedor precedente para la gestión ambiental del país. La organización propone un corredor ecológico que unirá el bosque estatal Guilarte; la finca Madre Isla, que pertenece a Casa Pueblo; el monte Olimpia, que está justo en las afueras del pueblo de Adjuntas; y el Bosque del Pueblo, que es estatal pero manejado por Casa Pueblo.
Participación de todos
Para que estos proyectos triunfen, es necesario también que se involucre toda la sociedad puertorriqueña, señaló Massol González en entrevista con CLARIDAD. Se le hará un llamado a la empresa privada, la banca, al sector cooperativista, a los deportistas y la clase artística para que aporten al esfuerzo.
El director de Casa Pueblo sostiene que no hay razón para ser pesimistas, y presenta el Bosque del Pueblo como ejemplo. El Bosque del Pueblo es una parcela originalmente destinada a la explotación minera, pero fue salvada de ese destino gracias a los esfuerzos de Casa Pueblo. Hoy es un bosque estatal, administrado por un acuerdo de manejo comunitario con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) que es único en su clase en todo Puerto Rico. "El Bosque del Pueblo fue la primera reserva forestal declarada aquí en 90 años. De esa manera nosotros rompimos el hielo. Inmediatamente después se declararon como zonas protegidas el Bosque San Patricio, la Ciénaga Tiburones y el Bosque Urbano de Rio Piedras."
Necesario el DRNA
¿Y qué hacemos con el DRNA?, le preguntamos a Massol González. Algunos ambientalistas puertorriqueños opinan que esa agencia no puede cumplir con su mandato, y que sus empleados más dedicados están desmoralizados ante la politiquería y falta de recursos para hacer su trabajo.
"¡El DRNA es absolutamente necesario! Lo es tanto como el Instituto de Cultura. Si estas agencias no funcionan, lo que hay que hacer es revisar sus acciones para que sean cónsonas con su mandato."
Advierte que no contar con el DRNA para nada y tratarlo como un paciente desahuciado es hacerle juego a los desarrolladores y otros enemigos del ambiente. "Hay que tener mucho cuidado con fomentar, mediante una crítica que es correcta, que destruyan esa agencia."
Para emprender esta gran cruzada conservacionista, Casa Pueblo también se dispone a trabajar en colaboración con instituciones de otros países, inclusive agrupaciones sin fines de lucro y fundaciones de Estados Unidos. Massol González exhorta a no demonizar todo lo que venga de Estados Unidos, y que toda crítica que se haga esté bien fundamentada y basada en un análisis riguroso.
Responsabilidad y derechos
Casa Pueblo ya trabaja en colaboración con instituciones de fuera de Puerto Rico. Del 15 al 26 de julio, realizó en asociación con el Instituto Smithsonian de Estados Unidos un taller de monitoría de biodiversidad en la finca Madre Isla, al cual acudieron biólogos del Fideicomiso de Conservación, oficiales de manejo del DRNA y estudiantes graduados de biología.
El taller incluyó temas relacionados al manejo de datos y monitoría de vegetación, aves, anfibios, reptiles, artrópodos, mamíferos y sistemas acuáticos, y también de uso de sistemas de posicionamiento global (GPS) y de información geográfica (GIS).
Acerca del colonialismo ambiental, Massol González señala que si bien es cierto que las empresas privadas y fuerzas militares estadounidenses han causado daños nefastos a nuestra salud, no es menos cierto que nosotros los puertorriqueños tenemos nuestra cuota de culpa por el desastre ambiental que enfrentamos.
"Parece mentira que los destructores de mogotes y acuíferos son mayormente boricuas. Debemos exigirnos a nosotros mismos. Hostos habló no sólo de derechos sino también de deberes y responsabilidades para con la patria."