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Latinoamérica

Altísimo nivel de acatamiento popular a la protesta organizada por el PIT-CNT

Apagones y caceroleos en todo el país
El gobierno de Jorge Batlle enfrentó anoche durante varios minutos la mayor protesta popular de caceroleo y apagón en lo que va de su administración, como respuesta a las medidas económicas proyectadas que incluyen un nuevo ajuste estatal y más impuestos para trabajadores, jubilados y pensionistas.

Las cacerolas llegaron hasta el portón principal de la residencia de Suárez y Reyes. Adentro, Batlle procuraba un acuerdo de reducción del gasto en los entes.

Según un sondeo de LA REPUBLICA, el reclamo organizado por el PIT-CNT que se extendió prácticamente por todo el país tuvo su expresión más intensa en Montevideo y en las principales ciudades del departamento de Canelones.
La protesta comenzó a la hora 20.00 y se prolongó varios minutos más de los diez pautados por los organizadores.
Miles de hogares humildes de la periferia y el deprimido centro de Montevideo, golpeados por la crisis, pero también aquellos reductos de la clase media de la costa capitalina, adhirieron con fervor a la medida.
En cambio, fue escaso o nulo el apoyo en aquellos enclaves exclusivos de las capas de mayor poder adquisitivo.
En algunos lugares, como en La Teja, la protesta se concentró únicamente en plazas y avenidas. Un sondeo telefónico de LA REPUBLICA permitió confirmar un altísimo nivel de acatamiento en la capital (ver pág. 4). El descontento popular llevó a un nutrido grupo de manifestantes en Montevideo a golpear las cacerolas hasta las mismas rejas del portón de acceso principal de la residencia presidencial de Suárez y Reyes (ver nota aparte). En ese momento, en el interior de la casona se producía el encuentro previsto entre el mandatario y los presidentes de los directores de entes públicos para acordar nuevas reducciones en el nivel del gasto (ver pág. 4).
El diario LA REPUBLICA también adhirió a la protesta y apagó varios minutos sus luces. El malestar popular quedó de manifiesto este domingo en una encuesta de la empresa People's Tendencies publicada por nuestro matutino: siete de cada diez compatriotas se oponen a los anuncios económicos que implican nuevos impuestos a los salarios, jubilaciones y pensiones, y reducciones del gasto del Estado.
El dirigente del PIT-CNT Juan Silveira, integrante del Secretariado Ejecutivo, denunció a la agencia de noticias AFP la "irresponsabilidad del gobierno" al proponer por segunda vez en el año un mayor tributo de hasta veinte por ciento a las retribuciones de trabajadores y jubilados, "que nos expropia 200 millones de dólares que no serán para reactivar el aparato productivo ni generar fuentes de trabajo".
El primer ajuste, por 416 millones de dólares, instrumentado en marzo, y este segundo proyectado, por 230 millones, supone más impuestos a los ingresos laborales y empresariales, así como la extensión del IVA al agua y al transporte.
En Canelones, según nuestro corresponsal Danilo Albín, el golpeteo de las cacerolas y los apagones se extendieron por las principales ciudades: La Paz, Las Piedras, Canelones, Ciudad de la Costa, la Floresta, Parque del Plata y Santa Lucía.
El centro de la ciudad de Maldonado ni se enteró de la jornada de protesta a pesar de que cada día cierran más negocios y se funden más comerciantes. Nuestro corresponsal, Carlos Peláez, empero, comprobó que a medida que se acercaba a los barrios, el tronar de cacerolas sonaba afinado como una sinfónica. "La UTE también perdió algo ayer, porque ­ paradójicamente ­ en la oscuridad de la noche el apagón era muy visible", describió.
Desde San Carlos se informó que las "ollas atronaban en los barrios" e igual ocurrió en zonas de Pan de Azúcar y Piriápolis.
Y si bien el caceroleo no fue masivo, sí fue el más importante que hubo en Maldonado desde el final de la dictadura.
En varios puntos de la ciudad de Rocha grupos de vecinos salieron a la calle para hacer oír las cacerolas de acuerdo a la convocatoria nacional, informó nuestro corresponsal Hugo Luján.