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El gobierno del presidente Alejandro Toledo enfrenta este martes el primer paro a nivel nacional, convocado por diversos frentes regionales y organizaciones sindicales, lo cual fue calificado como "ilegal". El Ministerio del Interior ordenó desde el lunes inamovilidad para casi 80 mil de efectivos de la Policía Nacional que se encargarán de brindar "seguridad" a todos los ciudadanos. En provincias la medida será pacífica, según sus organizadores.

Grupos sindicales y populares ratificaron su decisión de realizar hoy una jornada nacional de lucha, con marchas y paros regionales, pese a las advertencias del presidente Alejandro Toledo, quien dijo que su Gobierno no cederá al "chantaje" y que defenderá la democracia "sin titubeos". Por tal motivo, unos 80.000 policías fueron puestos en alerta máxima ante la posibilidad de actos de violencia.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo declaró el lunes como ilegal el paro convocado por los frentes de la región del sur del Perú y por el sindicato de los profesores (SUTEP), ambos respaldados por Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). El viceministro del sector, José Echeandía, explicó que ninguna de las organizaciones que han llamado a acatar el paro de 24 horas han cumplido con los requisitos que señala la ley que rige el derecho de huelga.
El paro regional en el sur tiene como fin protestar por la intención del Gobierno de privatizar dos empresas eléctricas, Egesur y Egasa, que Toledo se comprometió a no vender durante su campaña electoral.
Los organizadores de la paralización ratificaron que seguirán con la medida acordada y rechazaron las acusaciones del Gobierno sobre sus presuntas intenciones de propiciar el caos.
"Queremos que el presidente Toledo cumpla su palabra de no privatizar las empresas eléctricas que él mismo se comprometió a mantener intangibles, según consta en un documento que firmó con su puño y letra", dijo Washington Román, presidente del Frente de Defensa del departamento del Cusco.
El dirigente negó también las acusaciones de que los organizadores estén propiciando acciones de violencia y vandalismo, al precisar que "el Gobierno ve terroristas en todas partes por su desesperación ante la notoria baja dela popularidad presidencial".
El alcalde de Arequipa Juan Manuel Guillén -quien fue colaborador de Toledo-, dijo que la protesta será pacífica y rechazó las acusaciones de que se preparan desmanes.
Los organizadores señalan que el paro regional englobará a los departamentos de Arequipa, Cusco, Puno y Tacna, que votaron masivamente por Toledo. Incluso, el Frente Patriótico de Loreto anunció que también hará un paro regional de 24 horas con movilizaciones en apoyo a la protesta del sur.
En Lima, la CGTP efectuará una gran marcha que, según lo previsto, se dirigirá hacia el Congreso y el Palacio de Gobierno en el Centro de Lima.
El gremio sindical de los maestros estatales, que también convocó a un paro de 24 horas, reclama un incremento de salarios, diálogo con el Gobierno y el nombramiento de maestros que están bajo contrato.
El ministro Rospigliosi anunció que la Policía actuará "con toda energía pero con ponderación para controlar los desmanes que puedan producirse, sin caer en la provocación de los extremistas que buscan muertos y heridos".