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Latinoamérica

Carta Abierta a los gobiernos de Francia,
Suecia y demás integrantes de la Unión Europea


Montañas de Colombia, mayo 6 de 2002

Como es de su entero conocimiento dada la información proporcionada por los señores Embajadores de sus respectivos países al haber participado activamente en calidad de Facilitadores de los Diálogos y la Negociación adelantados entre el Gobierno del presidente Andrés Pastrana con la guerrilla de las FARC-EP. El señor presidente al igual que los gobernantes que le antecedieron, también exigió (y esto es de conocimiento público) que los Diálogos y la Negociación se desarrollaran en medio de la guerra. Sin tener en cuenta esa particularidad, el 20 de febrero el propio jefe del Estado de forma unilateral determinó la ruptura definitiva de las conversaciones y la cancelación de la zona desmilitarizada convenida por las dos partes pretextando el desvío de un avión y la retención de un congresista.
En el curso de los tres años y medio de Diálogos, fuimos para el actual Gobierno dignos interlocutores políticos y reconocidos nacional e internacionalmente como la oposición política armada al régimen gobernante, pero una vez decidida la liquidación de las conversaciones por parte del Gobierno, éste determina declararnos "terroristas". Con lo que pretende impedir a las mayorías de nuestra patria hacer realidad los deseos de paz definitiva y duradera con justicia social, mediante una salida incruenta y a mediano plazo, para beneficio de más de 30 millones de colombianos que viven en la pobreza y cada vez más se acercan a la línea de la miseria.
Afortunadamente sus Embajadores conocieron nuestra permanente disposición a discutir las propuestas políticas, económicas y sociales contenidas en la Plataforma de los diez puntos de nuestra Organización insurgente, los que sirvieron de base para la elaboración de la Agenda Común por el Cambio hacia la Nueva Colombia, firmada por las dos partes en la Mesa Nacional de Diálogos y Negociación. Así como la propuesta presentada en la Mesa por las FARC-EP de subsidiar transitoriamente a los desempleados, mientras se buscaba el consenso para firmar el acuerdo referido a erradicar gradualmente el desempleo. Iniciativas que constituyen indiscutible prueba y reconocimiento por parte del propio Gobierno sobre las desigualdades sociales generadoras del conflicto social y armado que vivimos los colombianos, de imprescindible solución para el logro de los objetivos de la verdadera paz, lo que evidencia el carácter político de las FARC-EP.
El Gobierno del señor Pastrana nunca tuvo una política de paz, sino una verdadera estrategia de guerra contra el pueblo y sus organizaciones populares. Para lo cual se apoyó en la política paramilitar del Estado, estimulada y alimentada con los recursos provenientes del intervencionista Plan Colombia, proporcionado por el Gobierno de los Estados Unidos. Todo lo anterior sin excluir la responsabilidad que también tienen los candidatos presidenciales del bipartidismo liberal - conservador: Uribe Vélez, Horacio Serpa y Noemí Sanín; sectores del empresariado, de la Iglesia Católica colombiana, de las Fuerzas Militares, de Policía y los principales medios de comunicación.
Durante las conversaciones el propio presidente Pastrana, en foros nacionales e internacionales, defendió el carácter político de las FARC-EP y apenas él rompió los diálogos convierte por arte de magia, a las mismas FARC-EP, en "terroristas"; como si el carácter político de nuestra organización dependiera del estado emocional del gobernante de turno, y no de 38 años de lucha por conquistar cambios en las estructuras del Estado y en las esferas políticas, económicas y sociales de nuestro país.
Consideramos que la independencia en la toma de decisiones y la sensatez que siempre ha caracterizado a los gobernantes de la Unión Europea, es suficiente para no dejarse arrastrar por la miope y calumniosa campaña orquestada en el exterior por el Gobierno Pastrana contra las FARC-EP, cumpliendo de manera sumisa las órdenes del presidente Bush, quien a partir de los hechos del 11 de septiembre, dividió al mundo en amigos y enemigos, partiendo únicamente de los intereses imperiales de los Estados Unidos de América.
Las FARC-EP, aprovechan una vez más para reiterarles en nombre del pueblo colombiano sus sinceros agradecimientos a los países que integran la Unión Europea, al igual que a Suiza y Noruega, por los invaluables servicios prestados en el esfuerzo mancomunado que hicimos para encontrar una salida política al conflicto social y armado que desangra nuestro país. Quisiéramos estar seguros que aún conservan esa disponibilidad, para cuando las circunstancias así lo ameriten.
Las FARC-EP, sin pausa ni desmayo continuarán hoy, al igual que ayer, su invariable política de buscar los Diálogos hacia la paz, utilizando las únicas formas de lucha que el actual régimen les ha impuesto, hasta conquistar una sociedad con justicia social, donde se respete nuestra soberanía y reine la armonía en las relaciones con todos los países, fundamentada en la libre autodeterminación de los pueblos.

Atentamente,
Raúl Reyes
Jefe de la Comisión Internacional de las FARC-EP