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Latinoamérica

La paz aislada y al borde del desabastecimiento

LA PAZ, febrero 11.— Un bloqueo de caminos convocado por el líder indígena boliviano Felipe Quispe dejó este lunes a La Paz virtualmente desconectada de las zonas rurales y al borde del desabastecimiento, dijo AFP.
El "mallku" (jefe supremo en lengua aymara), como se conoce mejor Quispe, ordenó el cierre de la mayor parte de los caminos del altiplano hacia Perú y Chile, excepto la carretera que une La Paz y Oruro (sede de un tradicional desfile folclórico de carnaval el fin de semana, desde donde retornan aún cientos de turistas a la capital), aun bajo un fuerte control del ejército y la policía.
Dispuesto a arrancar del gobierno del presidente Jorge Quiroga la entrega "inmediata" de mil tractores para mecanizar el agro altiplánico, habitado por indios aymaras pobres y una de las regiones más deprimidas del país, Quispe ha ordenado también a sus seguidores la suspensión del suministro de tubérculos (viandas) y productos avícolas y cárnicos.
En medio de la efervescencia desatada por los festejos populares del carnaval, dice AFP, los mercados en La Paz y en la vecina cuidad de El Alto mostraban hoy signos de desabastecimiento, de acuerdo con reportes de prensa.
Al cierre de estos caminos del altiplano se suma un implacable corte de rutas en la zona de Los Yungas (valles agrícolas cerca de la capital), que ingresa este lunes en su décimo día. El combativo sindicato de campesinos de Los Yungas exige la anulación de un decreto que prohíbe la venta de la hoja de coca, la que está destinada a usos tradicionales.
Los Yungas, está considerado el granero de La Paz, pues su población labriega abastece una gama extendida de frutas y hortalizas.
El gobierno boliviano, que el sábado acordó con el líder cocalero Evo Morales el levantamiento de bloqueos relámpago en la principal vía del país a cambio de suspender el decreto que prohíbe la venta y trasiego de hoja de coca en mercados campesinos del Chapare, ha enviado una comisión negociadora a Los Yungas, encabezada por el ministro de Asuntos Campesinos, Wigberto Rivero, con la intención de alcanzar un acuerdo con la combativa organización de cocaleros para pacificar la zona, donde más de 600 camiones de carga y un millar de personas permanecen varados desde hace diez días.
Los campesinos de Los Yungas presionan, además, para que el gobierno de Quiroga restituya las facultades parlamentarias a Evo Morales, su diputado, expulsado del Congreso acusado de instigar la muerte de dos militares en una población subandina en enero pasado, reportó AFP.


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