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Latinoamérica

MILITARES ASESINAN POR LA ESPALDA

Mientras en cochabamba siguen las manifestaciones y los sectores sociales van articulando la lucha de manera conjunta, en el resto del país los bloqueos se intensifican.
El gobierno responde con balas, el pedido de su pueblo. Los militares cazan disparando por la espalda
La Paz | La Prensa.- Fue el abrazo de la muerte. El mallku del ayllu mayor Cacachaca, Elías Choque Ayca, acató la orden del jefe militar de Challapata: "Si tienes pantalón, abrázame". Jamás se imaginó que el uniformado desenvainaría de inmediato su pistola y comenzaría a disparar en dirección al piso.
"¡Tu mueres o yo muero! ¡Vaya a dispersar a su gente!", vociferó el jefe castrense mientras activaba el gatillo de su arma, una y otra vez, y los dirigentes campesinos corrían despavoridos.
El hecho fue relatado por Elías Choque Ayca, quien -junto a dirigentes del Consejo de Ayllus y Markas del Kullasuyu- visitó ayer la oficina del Defensor del Pueblo para denunciar las violaciones cometidas por los efectivos militares y policiales, la tarde del sábado 2 de febrero, cuando fue asesinado el campesino Facundo Barcaya Mayza.
Habían comenzado el bloqueo a las 14:00 del viernes, en el Crucero Cacachaca, de la carretera entre Oruro y Potosí.
Fueron los dirigentes quienes tomaron la iniciativa de visitar a las autoridades militares y policiales, con el objetivo de entregar su pliego de peticiones e iniciar negociaciones.
Es por eso que cuando el jefe militar lo conminó a darle un abrazo, Elías Choque no dudó en ofrecer su mano de inmediato. Sin poder entender aún lo que sucedía echó a correr en cuanto el militar comenzó a disparar al piso.
Los campesinos aseguraron a la defensora del Pueblo, Ana María Romero, que no se trató de un enfrentamiento, pues al sentir los gases y los disparos comenzaron a buscar refugio.
La mayoría de los campesinos alcanzados por los disparos han sido heridos por la espalda, de acuerdo al registro del galeno Victor Elías Yucra, médico de turno del hospital de Challapata.
El abogado de la Mesa Defensorial de la región Norte Potosí-Sur Orureño, Jorge Vásquez, visitó el lugar de los hechos y elevó un informe a su oficina central.
"Tanto al fallecido y los heridos, en un 80 por ciento las heridas de bala, fueron por la espalda y no así de frente, lo que lleva a la presunción de que fue hecho cuando los comunarios o bloqueadores escapaban de las balas", señala.
El representante de la Asamblea de Derechos Humanos, Sacha Llorenti, también estuvo en el escenario de los hechos. Las heridas y los testimonios que recogió muestran que no hubo enfrentamiento y que los agricultores fueron heridos cuando huían.

Un campesino habría sido rematado

La Paz | La Prensa.- Facundo Barcaya Mayza fue rematado. Lo aseguran los dirigentes de los ayllus del Sur de Oruro, apoyados en los testimonios recogidos en el lugar del hecho, además de las heridas que registra el cadáver.
El comunario encontró la muerte el sábado, cuando los militares reprimían un bloqueo campesino a la altura del Crucero Cacachaca, en la carretera entre Oruro y Potosí.
Según el informe levantado por el abogado de la Mesa Defensorial Norte Potosí - Sur Oruro, Jorge Vásquez, el cadáver presenta dos heridas: una en la región escapular lateral derecha (omoplato) y otra en el glúteo izquierdo.
¿Cuál de los disparos hirió primero al campesino?
Los campesinos que se encontraban en el lugar aseguran que Barcaya Mayza recibió primero un disparo en el glúteo izquierdo, cuando escapaba al igual que el resto de sus compañeros.
Ellos afirman que, minutos más tarde, fue encontrado por unos 20 soldados, uno de los cuales lo habría victimado al encontrarlo tirado sobre el piso.
"¡Parate, levantate y ahora qué estas haciendo, alteradito, ahora parate!", habría vociferado uno de los militares, de acuerdo a la versión del agricultor.
En ese instante, Facundo Barcaya se encontraba tirado de costado, mientras el militar le apuntaba con su arma de reglamento, la que luego fue disparada segando la vida del campesino, de acuerdo a uno de los testigos.

¿MATAR, LA POLÍTICA ESTATAL?

La Asamblea de Derechos Humanos tiene al menos tres testimonios tomados por separado, los que coinciden plenamente sobre las circunstancias del deceso del comunario.
El activista Sacha Llorenti considera que el caso debe ser procesado por la Justicia Ordinaria, pues, por los testimonios y evidencias recogidos, se trata de un asesinato, cometido con alevosía.
Los militares recurrieron a sus propios tribunales cuando el cocalero Casimiro Huanca fue muerto en Chapare de Cochabamba, pese a que todos los testimonios apuntaban a que se trató de un asesinato.
El martes de la semana pasada fue muerto el campesino Marcos Ortiz, cuando recibió un impacto de un costado. Según las versiones de los campesinos, la víctima no representaba ningún peligro, ya que escapaba por una de las calles. También identificaron plenamente a quien hizo el disparo, como el coronel Aurelio Burgos.
La Defensora se resiste a creer que matar es política estatal.
A los militares ya no les tiembla la mano al disparar contra campesinos indefensos, mientras que el Ministerio de Gobierno tiene lista una partida presupuestaria destinada a indemnizar a las víctimas.
Fuente: diario "Los Tiempos" (Cochabamba)


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